Para 2033, la
Argentina podría aumentar su superficie cultivada con maíz [para grano] de 7 a
8 millones de hectáreas y mejorar el rendimiento promedio de 7,5 toneladas a 10
toneladas por hectárea. Esto resultaría en una producción de 80 millones de
toneladas del cereal, en comparación con los 52 millones producidas durante la
campaña 2021-2022, cifra que representa un 53,8% de incremento.
Así lo aseguró
Víctor Accastello, subgerente general de la Asociación de Cooperativas
Argentinas (ACA), con estimaciones que realizó la organización. El ejecutivo
participó del Congreso Maizar 2023, que se realizó ayer. Sobre las oportunidades
que hay para el crecimiento del maíz en la Argentina, se refirió al bioetanol y
el porcentaje de uso, que hoy está en 12% entre etanol de maíz y de caña de
azúcar. “Un incremento del 15% en la mezcla representaría la necesidad de
construir en la Argentina diez nuevas plantas industriales, cada una con una
capacidad mínima de 150.000 metros cúbicos; es la escala mínima que hoy debería
tener la Argentina para ser competitiva y tener alguna chance de exportar algún
excedente. Se requerirían 3.750.000 toneladas adicionales de maíz para lograr
este objetivo”, dijo.
A su vez, el
presidente de Maizar, Pedro Vigneau, pidió que el campo tenga un ministerio, no
una secretaría como en la actualidad. Además, dijo que este año, por la sequía,
es muy “duro” para el sector y señaló que lo ocurrido con el clima potenció
otros problemas, como la brecha cambiaria, las retenciones y los cupos para
exportar que impiden vender al exterior más de lo que define el Gobierno.
Respecto de las
retenciones, el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio
Rodríguez Larreta, dijo que se comprometía a eliminarlas para 200 productos de
las economías regionales. “Por el resto vamos a trazar un rumbo para que vayan
bajando gradualmente, porque son distorsivas”, señaló. ● |