Por Javier Blanco -
La versión III del dólar soja cumplió el objetivo propuesto. Aportó hasta ahora
–con dos jornadas más para sumar un remanente– liquidaciones por un total de
US$5086 millones, pero la cosecha de reservas del Banco Central fue floja: solo
consiguió retener unos US$1417 millones, el 28% de lo vendido a $300.
La versión III del
dólar soja logró cumplir con el objetivo preanunciado: aportó hasta aquí –con
dos jornadas más para sumar un remanente que en este caso sería importante–
liquidaciones por un total de US$5086 millones, 1,63% más de los US$5000
millones que esperaba el Gobierno. Pero la cosecha de reservas del Banco
Central (BCRA) fue floja: consiguió retener para sus muy necesitadas reservas
unos US$1417 millones, el 28% de lo vendido a $300.
Es un porcentaje de
retención muy lejano en relación con el 75% alcanzado por el Programa de
Incremento Exportador II (PIE II) o del mayor al 67% logrado durante la
vigencia del primer dólar soja.
De este modo, el
objetivo autoproclamado por el Gobierno desde el primer lanzamiento de estos
costosos planes de estímulo a las exportaciones, aquel de “cuidar las reservas”
recobradas “caras”, vuelve a incumplirse.
Fue una estrategia
que sirvió para estirar la agonía de esta tenencia por apenas dos meses la
primera vez; por tres meses, la segunda; y no sería raro que lo haga por menos
tiempo aún en esta ocasión, aunque el cepo ha sido ampliado hasta el extremo y
ya se le anunció a varios sectores que para tener acceso al dólar oficial
deberán esperar –vía SIRA– hasta la administración siguiente.
Los números
preliminares de la primera parte del PIE III (el programa queda en pie para
otras cosechas y productos regionales) surgen de observar que ayer las ventas
por dólar soja marcaron un nuevo récord, al superar los US$1000 millones
(escalaron hasta los US$1052,4 millones), estimuladas básicamente por la
sostenida tendencia a la baja que muestra la cotización de ese grano en los
mercados internacionales.
Con semejante
aporte, el volumen operado en el segmento de contado escaló en la jornada hasta
los US$1517,65 millones, lo que dio la opción al BCRA de alzarse con US$451
millones para sus reservas y acumular un saldo positivo por sus intervenciones
sobre el mercado de US$850 millones en el mes, según se encargó de informar
mediante un comunicado el propio ente oficial.
Sin embargo, ni con
este ingreso sus reservas netas salen del rojo (se mantienen en negativo en
unos US$1000 millones), lo que explica que al entidad presidida por Miguel
Pesce esté ampliando el cepo a diario y comunicando a distintos sectores de la
economía que no contarán con acceso al mercado cambiario oficial en lo que
resta del mandato de Alberto Fernández, por lo que deberán recurrir a los dólares
financieros (si quieren cumplir con sus obligaciones), conseguir financiamiento
(de sus casas matrices o bancos) o caer en incumplimientos de pago.
“Más allá de que el
BCRA continúa hilando compras en las últimas ruedas, y de que se hayan
acelerado las liquidaciones, aún resulta muy limitada la retención de divisas.
Por eso, las preocupaciones de los operadores se concentran en la dinámica de
las reservas netas, que quedarán próximamente expuestas al riesgo de una nueva
sangría de divisas, tomando en cuenta los antecedentes de los días después de
los planes soja”, explicó el analista y operador Gustavo Ber.
Los números dejan a
la vista la profundidad que alcanzó esta vez la “crisis de las reservas”,
aunque la situación no tiene nada de novedosa. De allí los esfuerzos que la
conducción del Ministerio de Economía hace por intentar reforzarlas con nuevos
créditos, es decir, de fiado.
Parte de la crisis
está relacionada con el nivel de atraso que acumula el tipo de cambio oficial,
que vuelve a quedar a la vista al acelerar en los últimos días su tendencia a
la recuperación del dólar a nivel global (está en 104,27 el Dollar Index,
dejando atrás los mínimos cercanos a 101 que mostraba semanas atrás). Eso
explica que el Itcrm local haya perforado otra vez los 95 puntos, aun cuando el
BCRA permitió el mayor nivel de actualización de esa sensible variable este
mes, al dejar que el dólar mayorista cierre en $239,50 para la venta, subiendo
7,55% en el mes (1% más que el ajuste de abril pasado).
Eso, empero, no
compensa una inflación que se habría ubicado entre 8,5% y 9% en el mes, según
coinciden en advertir distintas medicionesde consultoras privadas, más allá de
la desaceleración mostrada en la última semana del mes, cuando la caída de
ingresos impactó de lleno en las ventas aun de los productos básicos.
Del lado de los
perjuicios hay que señalar que esto de obligar al BCRA a comprar “caro” algo
que revende luego “más barato” le ocasionó una pérdida estimada en $262.256
millones, además haber hecho que emita $683.814 millones “extras” (12,7% de la
Base Monetaria), algo poco prudente en un contexto de inercia inflacionaria en
alza. ●
Gustavo Ber
OPERADOR Y
ANALISTA FINANCIERO
“Más allá de que
el BCRA continúa hilando compras, aún resulta muy limitada la retención de divisas”
|