Por Hernán
Cappiello - Tras dos años de resistencias y maniobras dilatorias por parte del
kirchnerismo, el Consejo de la Magistratura votó finalmente ayer la suspensión
del juez federal de Mendoza Walter Bento y el inicio de un juicio político para
removerlo de su cargo.
El juez, que
también tenía competencia electoral, enfrenta graves denuncias por cobro de
coimas, lavado de dinero y enriquecimiento ilícito.
A pesar de la
prisión preventiva dispuesta en su contra, Bento por ahora no irá preso porque
tiene fueros. Si concluye el juicio político y es destituido, perderá su
inmunidad.
El proceso se había
demorado por la falta de actividad del Consejo, pero también por las objeciones
que surgían desde el kirchnerismo. Ayer, la resistencia terminó de ceder ante
el riesgo oficialista de quedar como defensor del juez sin poder evitar su
suspensión.
Por unanimidad, el
Consejo de la Magistratura votó ayer la suspensión del juez federal de Mendoza
Walter Bento y lo acusó de mal desempeño de sus funciones, por lo que decidió
iniciarle un juicio político para removerlo de su cargo. El magistrado está
acusado de recibir coimas a cambio de otorgarles beneficios a presos por narcotráfico
y contrabando. No percibirá su sueldo mientras dure el proceso.
La votación se
realizó después del mediodía, a pesar de que el plenario del Consejo de la
Magistratura estaba convocado a las 9.30. Se demoró porque hubo negociaciones
hasta el último minuto para llegar a conseguir los dos tercios de los votos de
los consejeros presentes, indispensables para que prosperara la acusación.
Sobraron los votos.
El oficialismo
terminó por ceder frente a una relación de fuerzas cada vez más desfavorable en
el Consejo y ante el riesgo de quedar solo en defensa del juez y, de todas
formas, no poder frenar el proceso.
“Antes de que nos
peleemos demos por finalizado esto, que ha sido de una concordia inesperada
pero celebrada”, ironizó el presidente de la Corte Suprema y del Consejo,
Horacio Rosatti, al concluir el plenario, pasadas las 14, y despedir a los
consejeros.
Ya fueron
notificadas la Cámara Nacional Electoral y la Cámara Federal de Mendoza de la
suspensión de Bento como juez y de la activación del jury. La Cámara Federal de
Mendoza designó subrogante al titular del Juzgado Federal Nº 3 de esa
jurisdicción Marcelo Fabián Garnica.
A partir de ahora,
Bento ya no puede seguir firmando como juez. No pierde sus fueros y por eso no
irá preso en este momento, a pesar de la prisión preventiva dispuesta en su
contra. En un plazo máximo de 180 días hábiles se tratará su caso en el jury.
Si es destituido, perderá sus fueros y estará en riesgo su libertad por los
cargos que enfrenta.
Todos los
consejeros apoyaron el dictamen de la destitución y suspensión, incluso el juez
y consejero Alberto Lugones, que planteó una disidencia parcial sobre algunos
de los cargos, como la falta de intimación para justificar sus bienes, la falta
de declaración de un Rolex, de dos bicicletas todo terreno de competición, y
por haber alquilado una limusina en Las Vegas. Lugones entendió que no era una
causal de remoción por mal desempeño, sino que a lo sumo era una decisión
disciplinaria. La suspensión y acusación a Bento fue el resultado de una
negociación en la que estuvo muy activo Rosatti. Anteanoche, las reuniones
terminaron a las 23 y ayer por la mañana se mantuvieron hasta cerca de las 13,
cuando comenzó el plenario.
Rosatti se reunió
con Miguel Piedecasas, consejero abogado del radicalismo; Gerónimo Ustarroz,
consejero representante del Poder Ejecutivo, con el juez Alberto Lugones y con
el kirchnerista Rodolfo Tailhade, dijeron a fuentes la nacion del Consejo (ver
aparte).
La dificultad
estaba en que ayer había tres dictámenes: uno que originalmente había realizado
el consejero con mandato vencido Pablo Tonelli, de Pro, que completó Miguel
Piedecasas, Roxana Reyes de Juntos por el Cambio y el senador radical Alejandro
Visci. Se proponían la suspensión y el jury.
El otro dictamen
era el que proponía el consejero del kirchnerismo Rodolfo Tailhade, que
cuestionaba el hecho de que la acusación a Bento quedara atada a la causa
penal, y proponía el jury; el tercero era el del juez Lugones, que tenía
objeciones sobre algunos de los cargos que se le hacían al juez. Iba por el
jury, pero no la suspensión. Las conversaciones de ayer y las reuniones
permitieron reescribir el dictamen inicial y “enriquecerlo” con las propuestas
de Lugones y Tailhade.
Ya se había llegado
la semana anterior a un acuerdo para votar dos concursos para cubrir seis
cargos a en los tribunales orales en lo Criminal Federal. Asimismo, se acordó
por unanimidad votar dos ternas para cubrir dos vacantes del tribunal de
ejecución fiscal. Estos entendimientos fueron previos a la negociación por el
caso de Bento, dijeron fuentes del Consejo, que señalaron que se aprovechó para
“asfaltar el camino” hacia nuevos acuerdos.
Embargado, pero
con fueros
Fue Piedecasas
quien llevó la voz cantante al explicar el dictamen de consenso sobre la
suspensión y jury a Bento. Impostó la voz, para superar su gripe que lo aqueja,
y leyó las acusaciones contra el juez, que van desde sus ocho procesamientos
firmes por diez delitos –que incluyen prevaricato, enriquecimiento ilícito,
cohecho, desobediencia, falsedad ideológica– hasta acciones de mal desempeño.
“Si es culpable o
no, debe ser esclarecido en el jury para llevar tranquilidad a la ciudadanía de
que el magistrado es o no merecedor de estos reproches”, dijo Piedecasas, y
recordó que el juez está embargado por 206 millones de pesos y t orden de
prisión preventiva, que no se ejecuta por sus fueros como magistrado.
Además, enumeró
otras razones de mal desempeño, como no haber entregado su celular cuando se lo
pidió un juez, haber entorpecido la investigación mediante interferencias,
haber vaciado su caja fuerte y dejado un mensaje provocador en su interior para
el juez que lo investigaba, y viajes y estadías en el extranjero sin
justificación. También le imputaron no haberse inhibido cuando correspondía y
sus chats con acusados de liderar una asociación ilícita a la que está acusado
de pertenecer.
“Un juez
cuestionado así no puede seguir a cargo de la magistratura. Es la credibilidad
de la Justicia misma la que está en juego”, dijo Piedecasas. A su término,
Lugones explicó sus disidencias, pero indicó que apoyaba la suspensión y el
jury. Tailhade dejó en claro la posición de su bloque y señaló que nunca
propugnaron “la impunidad de Bento ni de nadie”.
Tonelli celebró la
decisión: “Esta instancia fue demorada pero finalmente el juez Bento ha sido
suspendido de sus funciones y deja de impartir justicia. Antes de fin de año
debería estar resuelto el juicio del Jurado de Enjuiciamiento”, dijo.
Bento es
investigado en el Consejo desde hace dos años. La oposición viene insistiendo
en su destitución, pero hasta ahora se había topado con el freno del
oficialismo, que apoyaba al juez federal. Entre sus tareas estaba controlar las
elecciones presidenciales nacionales que se realizan este año.
El 26 de julio
próximo comenzará un juicio penal en contra de Bento por graves cargos por los
que fue procesado con sentencia firme en ocho ocasiones. En ese proceso se lo
acusa, principalmente, de 15 casos de cohecho y de haber sido jefe de una
asociación delictiva, sostenida por una red cercana de abogados, encargada de
las negociaciones y los cobros de las coimas en dólares. Asimismo, está
imputado por enriquecimiento ilícito y lavado de activos de origen ilícito, ya
que su nivel de vida no se condecía con sus ingresos.
A partir de ahora,
no puede seguir firmando como juez
Conservará los
fueros hasta que sea destituido
Hubo que unificar
tres dictámenes distintos |