Por Francisco
Jueguen - SHANGHÁI.– Luego de participar en el acto con Cristina Kirchner, el
último 25 de mayo, el ministro de Economía, Sergio Massa, realizó ayer un Zoom
de una hora y media con Dilma Rousseff, flamante presidenta del Nuevo Banco de
Desarrollo de los Brics. El objetivo principal: conseguir dólares para las
flacas reservas.
Sin posibilidad de
agilizar un ingreso veloz a ese grupo de países, entre los que están China,
Rusia, la India, Brasil y Sudáfrica, o de modificar un artículo del estatuto
para conseguir fondos rápidos y garantizados, como impulsaba el presidente
brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, con oposición de su banco central, se
exploró por esas horas otra posibilidad que hoy tomaría forma aquí.
Días después de esa
reunión virtual, ayer, el desembarco de la comitiva argentina en el centro
financiero chino se produjo a las 15 (hora local), luego de una trabajosa
parada para cargar combustible en Valencia, en la que hubo hasta paella, según
contaron. Por suerte, en el avión presidencial había libros, como China, de
Henry Kissinger, para aquellos lectores que eligieron la historia como
temática, además de muchas carpetas sobre los diferentes objetivos que impulsa
Massa en este viaje. Es que el hecho de que no hubiera wifi fue un motivo para
entretenerse con la lectura. Aseguraron que no hubo “rosca política” en el
avión, pese a que se avecinan las elecciones.
Las primeras tres
reuniones del ministro de Economía, de las que participó también el diputado
Máximo Kirchner, tuvieron un efecto inmediato en medio del faltante de dólares
del Banco Central (BCRA): por proyectos energéticos, ingresarán al país US$924
millones a mediados de julio, confirmaron. Como las obras se pagan en pesos,
entonces los dólares quedan en las reservas, aclararon cerca de Massa.
Sobre los Brics, la
idea es ahora –según contaron fuentes al tanto de las negociaciones en esta
ciudad– que un país miembro aporte el capital para un proyecto en un
determinado país no miembro sobre el que tiene intereses, en este caso la
Argentina, y que el Nuevo Banco de Desarrollo que dirige la exmandataria
brasileña sea el “vehículo” para garantizar esos fondos y la implementación de
ese préstamo.
Ayer, Rousseff tuvo
la primera reunión de gobernadores de ese banco y en el gobierno argentino
tenían previsto que la Argentina estuviera en la agenda, según contaron fuentes
diplomáticas. Sin embargo, el ministro de Hacienda brasileño, Fernando Haddad,
afirmó luego: “No tuvimos tiempo, no hubo espacio”, cuando se le preguntó si en
esa reunión habían tratado el tema argentino (ver aparte).
Por la noche, Marco
Lavagna, junto a Miguel Pesce (presidente del BCRA) y el ministro de
Transporte, Diego Giuliano, participó del cóctel de ese evento, al que iba a
concurrir Massa, pero finalmente desistió de estar. El jueves, el ministro se
verá con Rousseff con la idea de avanzar en esa dirección.
El primer encuentro
del día fue con Gezhouba, la firma que está tras las obras de las represas
Néstor Kirchner y Jorge Cepernic. Se confirmó allí una adenda (la 12) para el
desembolso de un nuevo tramo, que será de US$524 millones (se suman a un primer
tramo en febrero pasado, con lo que acumulan US$1000 millones). A eso se
sumarán US$70 millones para una planta depuradora en Laferrère, que, junto a la
de El Jagüel, tiene como protagonista a AySA, que conduce Malena Galmarini. De
hecho, antes de embarcar, Massa se sacó una foto con su mujer y con Axel
Kicillof por ese proyecto.
La segunda reunión
de la tarde fue con Power China, con la que se trabaja en la posibilidad de
financiar el segundo tramo del gasoducto Néstor Kirchner, que une Salliqueló
con San Jerónimo. Economía buscaba aquí US$1900 millones. Sin embargo, la
decisión de Massa fue anunciar que llamará a licitación a ese tramo en agosto,
tanto para la obra como para los tubos (una alerta para Techint, a cargo de ese
negocio en el primer tramo que se inaugurará el 20 de junio) y también para la
financiación. “Buscaremos los precios más bajos y el financiamiento más
conveniente”, dijeron.
preguntó si los
ejecutivos de las empresas chinas habían querido saber sobre la situación macro
del país. En la delegación argentina dijeron que no y recordaron que son
empresas con proyectos en la Argentina desde hace tiempo.
Luego del encuentro
con Power China, contaron en esta ciudad, sus representantes viajarán a la
Argentina para estudiar la viabilidad de un plan de GNL, que incluye una planta
de licuefacción. El fin de semana se envió el proyecto de ley sobre la
industria al Congreso.
Por último, Massa
se reunió con los ejecutivos de State Grid para sellar el financiamiento para
AMBA 1, un proyecto de transporte y distribución eléctrica. Según indicaron,
habrá un desembolso total de más de US$1000 millones, pero un primer tramo de
US$330 millones sería inminente.
Con esos tres
proyectos, Massa sumaría más de US$900 millones antes del 15 de julio, según
confirmaron las fuentes del Ministerio de Economía aquí. “La tasa de interés de
este crédito [sobre el proyecto AMBA 1] es un 25% menor a la del último bono
soberano colocado”, dicen sobre el costo. Señalaron además que ese costo es
mejor al del crédito con el FMI luego del impacto de las subas de tasas de la
Reserva Federal (Fed) en los Estados Unidos que encarecieron los sobrecargos
argentinos. “Es importante acordar temas que nos sirven para el presente, pero
sobre todo acordar las inversiones que servirán para el futuro”, dijo Massa a
la delegación de periodistas.
“La Argentina
necesita salir de la discusión del día a día, tener una mirada estratégica para
el desarrollo”, aseguró, y agregó: “Hoy es un buen día, porque avanzamos no
solamente con desembolsos que a corto plazo nos alivian las reservas, sino que
además a largo plazo arreglan la luz de 8 millones de personas, el agua y las
cloacas de 1,6 millones de personas”.
Massa sumó para los
próximos días un encuentro con Nicolás Aguzin, el argentino que es presidente
de la Bolsa de Hong Kong. Hoy tendrá como eje las inversiones mineras.ß |