Por Sofía Diamante
- Por cuarta vez en el año, las facturas de luz aumentarán en junio para los
usuarios del áreametropolitana de Buenos Aires (AMBA), cuyo servicio brindan
las distribuidoras Edenor y Edesur. El alza será de 11% para hogares de
ingresos altos, de 24% para los de ingresos medios y de 35% para los de menores
recursos.
Con el incremento
del mes próximo, las boletas de luz acumularán un aumento real (por encima de
la inflación) de 154% en el último año para los usuarios de ingresos altos,
según cálculos de la consultora Economía & Energía. Esta suba alcanza a 1,5
millones de hogares (33% del total de usuarios).
El aumento real
interanual en junio para los usuarios de ingresos medios (un millón de clientes
subsidiados parcialmente) será de 5%, mientras que los 1,9 millones de usuarios
de ingresos bajos, que mantienen los subsidios, tendrán una baja real del 12%
respecto de junio del año pasado.
Por cuarta vez en
el año, las boletas de luz subirán en junio para los usuarios del área
metropolitana de Buenos Aires (AMBA). El incremento será de alrededor de 11%
para los hogares de ingresos altos, de 24% para los de ingresos medios y de 35%
para los de menores recursos.
El aumento se
circunscribe solo a los usuarios del AMBA porque se trata de un incremento en
el valor de distribución (VAD), el servicio que ofrecen Edenor y Edesur. El
valor de las boletas de electricidad se compone de cuatro segmentos: el costo
de generación de la electricidad; el transporte de esa energía a los centros de
consumo; la distribución en los hogares, y los impuestos nacionales,
provinciales y municipales.
Con esta nueva suba
tarifaria, las facturas en el AMBA habrán aumentado cuatro veces en el año
(febrero, abril, mayo y junio) para los usuarios de ingresos altos y medios, ya
que en dos ocasiones se trató de una quita de subsidios a la generación
eléctrica, que no alcanzó a los hogares de ingresos bajos.
Esta alza en el
costo de la distribución de electricidad, por otro lado, es mayor en proporción
para los usuarios de ingresos bajos porque el segmento de distribución
representa un costo mayor en el valor final de las boletas en comparación con las
facturas del resto de los hogares, que paga más caro por la generación
eléctrica.
Con todos los
incrementos, en junio, las boletas de luz acumularán un aumento real
(descontada la inflación) de 154% en el último año para los usuarios de
ingresos altos. En números concretos, pasarán de un valor promedio de $13.815
en junio de 2022 a otro de $35.125 el próximo mes (a precios constantes de
mayo) para un consumo medio de 258
KWh por mes, según
cálculos de la consultora Economía & Energía, que dirige Nicolás Arceo.
Este incremento alcanza a 1,5 millones de hogares (33% del total de usuarios
residenciales del AMBA).
Para los usuarios
de ingresos medios (1 millón de clientes en el AMBA),
que reciben
subsidios hasta un consumo de 300 KWh por mes, el aumento real interanual de
las tarifas es de 5%, ya que pasaron de pagar una boleta promedio de $13.815 a
una de $14.530 (a precios constantes de este mes).
Por último, para
los 1,9 millones de usuarios de ingresos bajos del AMBA (44% del total de
hogares), a los que no se les quitó el subsidio, las tarifas de luz tuvieron
una caída de 12% en términos reales, ya que subieron muy por debajo de la
inflación. En concreto, las boletas pasaron de valer $13.815 a $12.225 (a
precios constantes de mayo).
En lo que respecta
al aumento puntual de distribución de junio, en marzo pasado, el Ente Nacional
Regulador de la Electricidad (ENRE) informó que el incremento de ingresos para
Edenor y Edesur (el valor de distribución) sería de 262% para el año, repartido
en dos subas: 108% en abril y 73% en junio.
El alza, mucho
mayor que la inflación estimada para el año, compensará en parte el
congelamiento tarifario de los últimos tres años. Durante el gobierno de
Alberto Fernández, los ingresos de las dos distribuidoras aumentaron solo 32%,
mientras que la inflación fue más de 300% en el mismo período.
Por otro lado, en
febrero y en mayo las tarifas de electricidad aumentaron en todo el país luego
de que la Secretaría de Energía decidiera hacer dos quitas de subsidios para
los usuarios de ingresos altos y medios. De esta forma, los hogares de mayores
recursos –o aquellos que no se anotaron en el Registro de Acceso a los
Subsidios a la Energía (RASE)– ya no reciben subsidios directos del Estado,
mientras que los de ingresos medios todavía tienen subvencionado los primeros
300 KWh de consumo por mes.
En los primeros
cuatro meses del año, el Gobierno destinó $589.128 millones a subsidiar la
energía, lo que significa un aumento de 34% con relación al mismo período del
año pasado, muy por debajo de la inflación interanual. Si se tiene en cuenta la
variación de precios, la caída real en el gasto de subsidios fue de 34%, según
cálculos de la consultora LCG.
Si bien el alza de
tarifas ayuda a la reducción del gasto en subsidios, la caída mayor está
explicada principalmente por un retraso en el pago que hace el Tesoro a
Cammesa, la compañía con control estatal encargada de los despachos de energía
eléctrica. Esta empresa, a su vez, demora en pagarles a los proveedores, los
principales generadores de electricidad, según averiguó La Nación. ß |