Por Martrín
Kanenguiser - Los bancos internacionales afirmaron que la Argentina necesita
con urgencia nuevos fondos frescos del Fondo Monetario Internacional (FMI) pero
aclararon que a cambio el organismo debe presionar para unificar su tipo de
cambio y dejar de perder reservas.
El Instituto de
Finanzas Internacionales (IIF, según su sigla en inglés) afirmó que el Gobierno
no podrá cubrir su brecha financiera este año si no cuenta con el dinero del
organismo que lidera Kristalina Georgieva.
Robin
Brooks, economista jefe del IIF, el think tank de los principales bancos
internacionales, fue tajante sobre ambas cuestiones: la necesidad de que el
país reciba ese dinero por adelantado como pide el Gobierno, pero también sobre
la urgencia de eliminar la fuerte brecha cambiaria a raíz de los múltiples
tipos de cambio que hay en la actualidad.
“La Argentina
obtuvo un programa del FMI de USD 50 mil millones de 3 años en 2018. En ese
momento, estimamos que la brecha financiera anual de Argentina era de USD 17
mil millones, por lo que el programa lo redujo al mínimo y podría decirse que
estaba subfinanciado”, indicó Brooks, en referencia al acuerdo firmado por el
Fondo con el gobierno de Mauricio Macri, que su sucesor Alberto Fernández
suspendió y se perdió de recibir recursos que ahora reclama por la sequía.
El déficit de la
balanza de pagos de la Argentina IIF
“Hay una brecha de
financiamiento de tamaño similar este año. Argentina necesita urgentemente
nuevo efectivo del FMI”, indicó Brooks en un hilo de tuits sobre la situación
del país.
A la vez, el
experto afirmó que “el FMI necesita presionar enérgicamente a Argentina para
que unifique sus tipos de cambio paralelos. La tasa paralela es el doble de la
tasa oficial y eso significa que los exportadores se abstienen de exportar, lo
que exacerba la crisis en las reservas oficiales de divisas. Es hora de que el
FMI se ponga fuerte”. De hecho, en las últimas semanas la brecha cambiaria
alcanzó un promedio del 110%.
En este sentido,
uno de sus investigadores, Martín Castellano, expresó que “en Argentina,
los controles cambiarios y una sequía que afecta las exportaciones han llevado
a una brecha de financiamiento externo de $15 mil millones este año. Adelantar
los desembolsos del FMI es la salida, dado que no hay reservas u opciones de
préstamo. Pero estabilizar las cosas también requerirá correcciones de política
antes de las elecciones”.
Esta discusión es
justamente la que demora hasta ahora una definición por parte del Fondo, que
quiere algún compromiso adicional del Gobierno antes de aprobar el
adelantamiento de los futuros desembolsos que pidió el ministro de Economía,
Sergio Massa.
Al respecto,
Castellano advirtió: “Las reservas netas de Argentina se tornaron negativas en
mayo. Los dólares prestados pueden usarse brevemente (arriesgado), pero queda
un largo camino hasta las elecciones de octubre”
“Adelantar dinero
del FMI, lo que requerirá una dosis de políticas ortodoxas, es la clave para
estabilizar las cosas antes de las primarias de agosto”, indicó, en sintonía
con Brooks.
La situación de las
reservas del BCRA IIF
En este sentido, el
ex representante de Argentina ante el FMI en los gobiernos de Néstor
Kirchner y Mauricio Macri, Héctor Torres, dijo
a Infobae: “No creo que el FMI quiera que se use el adelanto que
pueda darnos para que el gobierno compre pesos en el mercado de cambios”.
Advertencia de
un banco de Brasil
En este contexto,
un informe del banco Itaú advirtió sobre el impacto de la caída de los ingresos
fiscales pese al ajuste del gasto público y estimó que el país registrará una
recesión del 4% este año.
“Los ingresos
fiscales cayeron en el trimestre finalizado en abril debido a los menores
ingresos por el impuesto sobre la renta y los menores impuestos relacionados
con el comercio. La recaudación tributaria cayó un 11,4% interanual en términos
reales en el periodo, mayor que el descenso del 9,1% registrado en el primer
trimestre del 2023, debido sobre todo a los descensos de los impuestos a la
exportación y a la importación, que reflejaron una grave sequía y controles a
la importación, respectivamente. Los ingresos totales disminuyeron un 16,3%
interanual en el periodo”.
“Los gastos
primarios disminuyeron en términos reales durante el trimestre finalizado en
abril, impulsados por una reducción de las subvenciones a la energía. Los
gastos primarios disminuyeron un 10,6% interanual en términos reales en el
periodo, frente a una caída del 6,0% en el primer trimestre del 2023. Los
susidios a la energía disminuyeron un 41,4%, frente a un descenso del 44,9% en
el primer trimestre de este año”, detalló.
En tanto, “las
transferencias a las provincias disminuyeron un 33,2%, frente a una caída del
19% en el primer trimestre del año. Los pagos de jubilaciones disminuyeron un
8,2% (frente al -6,8% del 1T23), mientras que los pagos de salarios aumentaron
un 7,7% interanual en términos reales (similar al 7,6% del trimestre anterior).
Por último, los gastos de capital aumentaron un 22,2% interanual (frente a un
incremento del 36,9% en el 1T23), debido principalmente a la construcción del
gasoducto Néstor Kirchner”.
“Mientras que los
gastos en programas sociales aumentaron un 19,6%, frente a un incremento del
65,8% en el trimestre finalizado en marzo”, afirmó el banco brasileño.
“Prevemos un
déficit primario del 3% del PIB para este año, superior al objetivo acordado
con el FMI para 2023. Con escaso acceso a los mercados de capitales nacionales,
el Banco Central ha sido la principal fuente de financiación del Tesoro
(déficit primario y servicio de la deuda). La consiguiente expansión monetaria
- agravada por la aplicación de regímenes especiales de divisas - empeora aún
más las perspectivas de inflación”, indicó el Itaú.
En paralelo,
advirtió que “las actividades primarias registraron un descenso interanual en
el primer trimestre, afectadas por la sequía. Las actividades primarias
disminuyeron un 2,1% interanual en el periodo (desde el -1,6% del 4T22),
afectadas por una mala cosecha de cereales. Todos los demás sectores crecieron
en el trimestre. Los servicios registraron un aumento del 2,9% interanual en el
periodo (frente al 4,6% del 4T22) y el sector manufacturero creció un 2,9%
interanual (frente al 1,3% del 4T22), seguido de la construcción, con un 2,7%
interanual (frente al 1,6% anterior)”.
“Al margen, todos
los sectores menos las actividades primarias crecieron en el primer trimestre,
según nuestro ajuste estacional. Las actividades primarias disminuyeron un 4,6%
intertrimestral en el 1T23, frente a una pérdida del 12,6% intertrimestral en
el 4T22. El sector servicios registró un aumento del 17,4% trimestral (frente a
una pérdida del 12,1% trimestral en diciembre), mientras que el sector
manufacturero creció un 8,5% trimestral (frente a una caída del 7,7% en el
4T22). La construcción aumentó un 12,7% intertrimestral en marzo, frente a una
caída del 13,3% en el 4T22″, detalló.
“Prevemos una
contracción de la actividad del 4% este año, como reflejo de la dura sequía y
la fragilidad de los fundamentos macroeconómicos”, concluyó el Itaú. |