Por Francisco
Jueguen - El intrépido avión presidencial celeste “crema del cielo” que llegó
hace días apenas a Buenos Aires con polémicas piruetas no fue estrenado por
Alberto Fernández. Ayer lo abordaron el ministro de Economía, Sergio Massa, y
el diputado Máximo Kirchner con destino a Shanghai, China, en busca de dólares
frescos para evitar una nueva corrida cambiaria en medio del proceso electoral
que se avecina. No los espera una tarea fácil en el lejano oriente.
Massa, que se sacó
fotos anteayer con el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, y el gobernador
bonaerense, Axel Kicillof, dos candidatos seguros del oficialismo (él también
pretende ser el señalado por Cristina Kirchner), tendrá una misión clave
–blindar al Banco Central (BCRA)– que se materializará en tres tipos de
encuentros en el gigante asiático.
La más importante
será en Pekín, casi al final de la gira, cuando Massa se reunirá con el
gobernador del Banco Popular de China (PBoC), Yi Gang. Con él y con Miguel
Pesce, el presidente del BCRA, se abordará la renovación (iba a ser en agosto,
pero se adelantó) y ampliación del swap de monedas. Buscará una renovación de
los US$5000 millones de libre disponibilidad (sirven para intervenir en el
mercado cambiario) y una ampliación de US$3000 millones. Actualmente, el swap
es por US$18.000 millones.
“Estos US$5000
millones son de libre disponibilidad, que se pueden usar para intervenir en el
mercado de cambios o comprar bonos”, contaron fuentes oficiales. “Están
depositados en una cuenta del BCRA y todavía no se los tocó”, completó. La
entidad monetaria no informa cuál es la tasa de ese intercambio de monedas con
China.
“La idea es
ampliarlo en, por lo menos, otros US$3000 millones. Serían US$8000 millones
líquidos en total, equivalentes a un año de déficit comercial con China. De esa
manera, China financiaría el déficit comercial”, agregó la fuente con
conocimiento del tema. Pese a que el BCRA compró dólares en las últimas
jornadas motorizado por el dólar agro 3.0, en lo que va del año la entidad
viene perdiendo unos US$2500 millones. Por otra parte, según los cálculos de consultoras,
las reservas netas ya están en terreno negativo. Según Ecolatina, en US$1700
millones.
Los presidentes
Alberto Fernández y Xi Jinping, de China, habían acordado la activación de
US$5000 millones del swap cuando se reunieron en la Cumbre del G-20 de Bali,
Indonesia, en febrero pasado. Entonces, Massa dejó trascender desde allí el
cambio de metas de acumulación de reservas internacionales en el programa con
el FMI, que actualmente –ante la crisis de sequía y dólares en la Argentina– se
recalculó por completo. Massa espera cerrarlo antes del 12 de junio próximo. En
el Ministerio de Economía afirman que tendrían confirmado un adelanto de los
desembolsos que el organismo tiene que hacer entre junio y diciembre y que
tienen un aval para usar parte de esos fondos para intervenir en el mercado
cambiario. El FMI no lo confirmó aún.
La ayuda
brasileña
La segunda reunión
clave que Massa tendrá en China será el jueves, cuando el ministro se reúna con
Dilma Rousseff, la nueva presidenta del Banco de Desarrollo (NBD) de los Brics,
el grupo de países que reúne a Brasil, Rusia, China y Sudáfrica. La Argentina
no tendría aval –no estaría siquiera en agenda de los gobernadores de esta
semana– para su ingreso a este grupo. Aquí, el ministro de Economía tratará de
que el grupo cambie el artículo 7 del estatuto interno del banco, que regula un
fondo de contingencia para crisis cambiarias asignado solo a países miembros.
La idea argentina
es que una modificación de esa normativa permita que el país reciba fondos o
garantías de esa institución.
Se estimaba que el
ministro de Hacienda de Brasil, Fernando Haddad, pasara estos días por China
para apoyar el nuevo puesto que asume Rousseff en el NBD, que tendrá además la
mencionada reunión de gobernadores. Fuentes que conocen las negociaciones ven
poco viable que haya un apoyo financiero directo al país, más allá de los
gestos simbólicos que Luiz Inacio Lula da Silva ofrece a la Argentina en la
tensa reunión con el Fondo.
Claro que, como
sucede actualmente con los Estados Unidos, en China no quieren dejar sin nada a
la Argentina en una pelea geopolítica más amplia entre las dos potencias
económicas a nivel global. Massa juega con esa tensión para ver si puede
conseguir una tajada más de cada parte.
“Habrá todo un eje
energético”, indicaron fuentes de Economía sobre el tercer espacio del viaje a
China, que no incluirá una sola reunión, sino varias, en busca de
financiamiento para infraestructura e inversiones energéticas con foco en el
litio y Vaca Muerta. “Esto nos pone en la situación de pasar de importar a
exportar energía. Y hay mucho de producción y distribución. Va a ser muy
potente”, indicaron.
El ministro se
reunirá con el gobernador del Banco Popular de China, Yi Gang |