Por Fernando
Bertello - El 31 del actual será el último día del tipo de cambio especial para
la soja a $300. Hasta el momento, ingresaron 3136,2 millones de dólares, una
cifra aún lejana de los US$5000 millones que esperaba el Gobierno para esa
oleaginosa. Ese día también concluirá el beneficio del dólar diferencial para
la cebada, el sorgo y el girasol. La medida para la soja concluye esa fecha y,
por el momento, no habría una intención en firme de eventualmente prorrogar ese
beneficio.
De todos modos,
trascendió que el Gobierno haría una evaluación del monto que finalmente se
liquide en divisas y si hay “margen” para continuarlo. Vale recordar que el
dólar soja generó, desde su primera versión en septiembre pasado, un fuerte
rechazo en las entidades del campo y otros actores de la cadena por un
encarecimiento de los costos de la alimentación de los animales.
En ese marco,
asoma, aunque no hay una decisión tomada, otra posibilidad: un dólar maíz, con
un valor superior al vigente para el actual dólar soja. Una medida que podría,
según algunas alertas, tener algún impacto en la inflación por las actividades
que usan ese cereal para producir carnes y leche.
Considerando la
mercadería que falta anotar por los exportadores en las declaraciones juradas
de ventas al exterior (DJVE), y ponerle precio a mercadería ya entregada por
los productores, se trata de un valor de US$2970 millones.
Aunque en
Agricultura en forma oficial dicen que “no hay nada”, fuentes al tanto de las
habituales tratativas que lleva adelante el Gobierno indicaron que el dólar
maíz es una opción.
Según expresaron,
esa medida, si termina de tomarse la definición de ser llevada adelante, se
implementaría con la cosecha de maíz tardío. Vale recordar que por la sequía
fallaron las siembras de fechas tempranas, esto es, septiembre-octubre, y los
productores volcaron más superficie al cultivo tardío, esto es, de diciembre.
Incluso, hubo regiones donde se terminó recurriendo al cereal sobre enero.
La fecha clave para
que se empiece a generalizar la recolección del maíz con las siembras tardías
es el 15 del mes próximo. De ahí en adelante se podría recurrir a esta medida.
Según la Bolsa de
Cereales de Buenos Aires, contra los 7,7 millones de hectáreas y una producción
de 52 millones de toneladas en 2021/2022, en el ciclo 2022/2023 se implantaron
7,1 millones de hectáreas y la expectativa de recolección final es de 36
millones de toneladas. La cosecha del cereal avanzó hasta ahora al 25% del área
apta, con poco más de 7,9 millones de toneladas recolectadas, pero se espera
que se acelere desde mediados del mes próximo.
La conveniencia de
un dólar maíz es motivo de debate. Para este cereal, vale recordar, el Gobierno
fijó el año pasado un volumen de equilibrio de 20 millones de toneladas. Es
decir, los exportadores no pueden superar ese límite de ventas al exterior.
Según explicaron a
analistas LA NACION del mercado de granos, de ese número hoy hay DJVE
registradas por los exportadores por 11,4 millones de toneladas. A su vez, de
ese monto, 8,5 millones de toneladas corresponden a embarques de maíz temprano
que, no obstante, fueron prorrogados por 180 días en medio del impacto de la
sequía.
De acuerdo a los
cálculos, si se observa el número de 20 millones de toneladas de volumen de
equilibrio y que ya hay DJVE por 11,4 millones de toneladas, el “excel” da que
puede haber nuevas exportaciones por 8,6 millones de toneladas. Además, como de
las 11,4 millones de toneladas con DJVE hay 5,3 millones de toneladas que no
tienen un precio firme, esto también podría entrar al eventual “dólar maíz”.
En este marco, si
el Gobierno finalmente toma la decisión de ir con esta variante, para estimular
la venta desde mediados del mes próximo, en valor FOB la cuenta da unos US$2970
millones. En tanto, en derechos de exportación significarían unos US$356
millones.
Precios
Un tema no menor en
la medida es la evaluación que haga el Gobierno sobre el posible impacto en los
precios de los alimentos, ya que una suba del tipo de cambio implicaría también
un mayor costo de producción en las actividades que usan el cereal.
Sobre este tema, la
Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) dijo anteayer en
un informe que los granos tienen una baja incidencia en el valor final de los
productos.
Natalia Ariño,
economista de la entidad, lo explicó así: “Es falso decir que el maíz hace
subir la leche o la carne, cuando el grano es solamente el 5% del precio final
del sachet de leche y el 11% de la carne vacuna que compramos. En el caso de la
carne de cerdo, es el 15%, y en la aviar, el 18%. Si vamos al trigo, es el 13%
del precio del pan”.
En tanto, Paulina
Lescano, analista del mercado de granos, evaluó: “En este tema el Gobierno
estaría en una encrucijada mayor aún a todas las que ya está. Si pone ese dólar
para maíz, todas las distorsiones que genera hacerlo en soja se multiplican y
va directo a inflación. Pero, quizá, si lo hace sale más maíz para poder
exportar e ingresan más dólares”. Añadió: “Pero mientras pasa el tiempo, los
valores FOB internacionales siguen bajando; me inclino más por el lado de que
no lo van a aplicar”.• |