La directora
gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, afirmó este martes que espera que la economía
mundial no deba esperar hasta "última hora"
por una solución sobre el techo de la deuda estadounidense.
Los negociadores de
la Casa Blanca y los republicanos del Congreso intentan resolver el
estancamiento en el que se encuentra desde hace meses el aumento del límite de
la deuda pública de Estados Unidos, que asciende a 31,4 billones de dólares,
con lo que el país se enfrenta al riesgo de default en tan sólo nueve días.
Durante una rueda
de prensa en Londres, Georgieva afirmó que un impago de Estados Unidos
perjudicaría tanto a la economía del país norteamericano como a la mundial, lo
que supondría un poderoso incentivo para que los negociadores llegasen a un
acuerdo.
"Hemos visto
históricamente que las discusiones sobre el techo de la deuda en Estados Unidos
siempre han sido bastante tensas, pero siempre han llegado a soluciones", afirmó la titular del FMI.
En ese sentido,
añadió: "Vamos a ver hasta qué punto esto se llevará a la última
hora. Esperemos no tener que esperar tanto".
Georgieva se
encontraba en Londres para presentar la evaluación anual del FMI sobre la
economía británica, que ahora espera que evite una recesión pero siga sufriendo
una elevada inflación y un crecimiento moderado a corto plazo.
Republicanos
reconocieron que hay pocos progresos en negociaciones con Casa Blanca sobre
techo deuda
Luego de que la
reunión entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el de la Cámara de
los Representantes, Kevin McCarthy, finalizara sin llegar a un acuerdo sobre
cómo elevar el límide del endeudamiento del Gobierno, los republicanos
reconocieron este martes que estaban teniendo pocos progresos en las
negociaciones con la Casa Blanca, a menos de diez días de caer en un posible
default.
Los asesores del
presidente Biden y McCarthy, volverán a reunirse el martes, según informó el
principal negociador del presidente de la Cámara de los Representantes.
Ambos partidos
siguen profundamente divididos sobre cómo frenar el déficit federal, con los
demócratas argumentando que los estadounidenses ricos y las empresas deben
pagar más impuestos, mientras que los republicanos quieren recortes del gasto.
El Departamento del
Tesoro ha advertido que el gobierno federal podría dejar de tener dinero
suficiente para pagar todas sus facturas a partir del 1° de junio, lo que
provocaría un impago que golpearía a la economía estadounidense y elevaría los
costos de los préstamos.
El negociador
republicano Garret Graves dijo que había visto pocos progresos: "No creo que las cosas vayan bien", señaló Graves
a periodistas.
"Se niegan a
realmente cambiar la trayectoria, a reducir de verdad el gasto, y esa es una
línea roja", concluyó.
Biden y McCarthy
salieron de una reunión celebrada el lunes por la noche sobre el techo de la
deuda hablando de la necesidad de encontrar un compromiso bipartidista, incluso
aferrándose a políticas que exponen las divisiones entre los dos partidos.
Biden y los
demócratas quieren congelar el gasto en el año fiscal 2024 en los niveles adoptados en 2023, argumentando
que eso representaría un recorte del gasto porque los presupuestos de las
agencias no se ajustarán a la inflación. La idea fue rechazada por los
republicanos, que quieren recortes del gasto.
Mientras Biden
quiere recortar el déficit subiendo los impuestos a los ricos y cerrando las
lagunas fiscales de las industrias petrolera y farmacéutica. McCarthy declaró
que aumentar los ingresos no es efectivo: "No creo que sea un
problema de ingresos. Es un problema de gasto", dijo McCarthy.
A menos que el
Congreso eleve el techo de la deuda y permita al Gobierno federal pedir dinero
prestado para pagar sus facturas, Estados Unidos podría incumplir sus
obligaciones por primera vez en la historia, lo que podría llevar al país a una
recesión y sumir a los mercados financieros mundiales en el caos.
Cualquier acuerdo
para elevar el límite debe ser aprobado por ambas cámaras del Congreso, por lo
que depende del apoyo bipartidista. Los republicanos de McCarthy controlan la
Cámara 222-213, mientras que los demócratas de Biden tienen el Senado 51-49. |