Sábado 20 - Por Melisa Reinhold - Para evitar que los dólares libres se acerquen a la barrera de los $500, desde el 25 de abril pasado el Gobierno intervino diariamente en las cotizaciones a través del mercado de bonos. Ya debería destinarse a esa tarea más de US$700 millones, según cálculos que el mercado hace a partir de datos oficiales. El número preciso no es publicado por el Banco Central (BCRA).
Sin embargo, antes hubo un cambio en la estrategia oficial, cuando abandonó tanto al MEP como al contado con liquidación (CCL). Así, sus cotizaciones saltaron $30 y alcanzaron nuevos récords nominales.
Tras ese sacudón, ayer en el mercado cambiario hubo una pequeña tregua. “Juntamos US$100 millones de reservas. Bajamos el CCL y el MEP, y también se frenó el blue. Y un viernes, que siempre es día de demanda”, celebraron fuentes cercanas al minissin tro de Economía, Sergio Massa.
El dólar MEP, mediante la compraventa de bonos GD30, cerró en $465,42, una baja diaria de $8, y mediante AL30, a $466,20, $8,20 menos. Algo similar ocurrió con el CCL: mediante bonos GD30, se negoció $4,60 más abajo, en los $474,35.
Para evitar que los dólares libres se acercaran a la barrera de los $500, desde el 25 de abril pasado el Gobierno intervino diariamente en las cotizaciones a través del mercado de bonos. Ya debería destinarse a esa tarea más de US$700 millones, según cálculos que el mercado hace a partir de datos oficiales. El número preciso no es publicado por el Banco Central (BCRA).
Esto explica por qué a la entidad le cuesta tanto hacerse de dólares, aun con la entrada en vigor del Programa de Incremento Exportador, el llamado dólar soja. Sin embargo, anteayer hubo un cambio en la estrategia oficial cuando abandonó tanto al MEP como al contado con liquidación (CCL). En consecuencia, sus cotizaciones saltaron $30 y alcanzaron nuevos récords nominales.
Tras ese sacudón que se perturbó durante la rueda anterior, ayer en el mercado cambiario se dio una pequeña tregua. “Juntamos US$100 millones de reservas. Bajamos el CCL y el MEP, también el blue. Y un viernes, que siempre es día de desantiago manda”, celebraron fuentes cercanas al ministro de Economía, Sergio Massa. “El lunes va a ser mejor, pero esto es día a día”, agregaron. Del otro lado, los analistas coincidieron en este último punto: entre la inflación en alza, la escasez de reservas y un contexto electoral de por medio, cualquier medida que se tome “tiene corto aliento”.
En la última rueda de la semana, los tipos de cambio financieros operan en caída, luego de haber registrado saltos de hasta $30 durante la rueda anterior. El dólar MEP mediante la compraventa de bonos GD30 cerró en los $465,42, una baja diaria de $8 (-1,7%). Si la operación se realizó con títulos AL30, apareció en pantallas a $466,20, $8,20 menos (-1,8%).
Algo similar ocurrió con el dólar contado con liquidación, herramienta que se utiliza para girar divisas a una cuenta bancaria fuera de la Argentina. Si la transacción se hizo mediante bonos GD30, se negoció $4,60 más abajo, en los $474,35 (-0,9%). En contraste, si se ejecutó con Cedear, donde las intervenciones oficiales no impactaron directamente, ayer cedió $2,70 y se vendió $493,16.
Desde el Ministerio de Economía le confirmaron a la nación que ayer se gastaron US$11 millones en una explosión en el mercado de bonos, muy por debajo del promedio de las últimas semanas. Se lo adjudicaron a que “dejaron correr” las cotizaciones financiaras para ponerle fin a ciertos “rulos”, los cuales fueron generados por las propias intervenciones del Gobierno. Sin embargo, la brecha no se terminó de cerrar. Entre una punta y otra del CCL, todavía hay una diferencia de precios mayor a los $18.
“Intervenir nunca es sostenible. Si tenés flujo sostenible de lo que sea e intervenís todo el tiempo, algún día te quedás sin balas. Por eso cambiaron la forma de intervenir, son más selectivos, además de haber sufrido el cepo cambiario el fin de la semana pasada. Están administrando las municiones para hacer rendir mejor las balas”, dijo Gabriel Caamaño, economista en jefe de la consultora Ledesma.
Intervenir no es gratis. Según cálculos de la consultora económica Anker Latinoamérica, el Banco Central habría destinado unos US$700 millones al mercado de bonos, entre el 25 de abril -cuando el blue estuvo cerca de alcanzar los $500- y el 15 de mayo -último dato disponible-. El número puede variar, porque se toma como referencia la columna “otros” que publica la entidad monetaria. De todos modos, refleja el impacto que están teniendo en las reservas aquellos factores que van por fuera del mercado oficial.
“El contexto es sumamente crítico. Estamos atravesando una severa escasez de divisas, no solo por un stock que ya es negativo de reservas netas del Banco Central -en torno de los US$1500 millones-, sino en cuanto a las perspectivas de los flujos netos de divisas hacia adelante. Frente a una aguda incertidumbre en medio de la transición electoral, un gobierno que ha perdido credibilidad para acoger las expectativas y una reputación del Banco Central muy deteriorada, la manta es incómodamente corta. El Gobierno es consciente de que tiene que mantener la brecha de cambios controlada porque una disparada le puede generar otros efectos muy perjudiciales, como se vio con el traslado a precios en el mes de abril o las expectativas de devaluación”, dijo Manoukian, economista de Ecolatina.
Ayer el Banco Central se hizo de US$101 millones y cerró la semana con un verde de US$305 millones (ver página 23). No obstante, para Manoukian, si las expectativas se deterioraran, se le podría complicar aún más la necesidad de acumular reservas. Por eso el control de la brecha cambiaria se volvio “imperativo”. Subieron las tasas a niveles de registro en 20 años, pero en un contexto donde la demanda de dinero está muy reducida. También intervinieron, aunque a costa de las pocas divisas que quedan. “Por los escasos recursos que hay, para hacerlo tienen que ser muy inteligentes en la estrategia. Pero con la poca confianza que hay, son medidas de corto aliento que pueden durar un ratito; no hay demasiados recursos para continuar haciéndolos”, agregó.
En la peatonal Florida, el corazón de la City porteña, el dólar blue se operó a $486 en la punta vendedora, pese a que en las primeras negociaciones del día llegó a alcanzar los $490. Se rompió una baja de $2 frente a la rueda anterior (-0,4%), mientras que en la semana acumuló un avance de $12 ( 2,5%), en respuesta al mal dato de inflación de abril. Así, quedó cerca de los $495, la cotización nominal más alta de la que se tenga registro.
“Durante esta semana el mercado del dólar libre volvió a recalentarse, en una puja entre la divisa y la nominalidad de los precios que al Banco Central parece incomodar. Si bien es cierto que el billete se ha encarecido significativamente en el último mes y medio, apenas está equiparando la escalada de los precios, si no queda incluso rezagado. Por supuesto, este rezago se sostuvo una fuerza de intervención por parte de la autoridad monetaria, que se encontró utilizando dólares (que no tiene) para contener la brecha por el módico monto de US$100 millones diarios”, dijeron desde la consultora económica LCG.
El tipo de cambio oficial mayorista cotizó a $232,75, una suba diaria de $0,65 ( 0,3%). De esta forma, la brecha frente al billete informal se ensanchó a un 109%, una variable que el mercado sigue de cerca luego de que el domingo pasado Economía adelantara que “administraría” las micro devaluaciones diarias para contener la inflación.
“Es difícil para el Gobierno convalidar un incremento de la brecha por encima del 100% (actualmente se encuentra en 109%). Con lo cual, creemos que en algún momento es más que probable que se retome el camino de las intervenciones”, agregaron desde Invertir en Bolsa.
Bonos
Tras el desplome que habían registrado los bonos del último canje de deuda, ayer buscaron recuperarse. En el exterior, los bonares registraron alzas de hasta un 2,21% (AL30D), mientras que los globales rebotaron un 4,01% (GD38D). El riesgo país cerró la semana en los 2600 puntos básicos ( 0,2%). |