Por Maia
Jastreblansky - La vicepresidenta Cristina Kirchner ratificó ayer que no será
candidata. Lo hizo a través de una carta pública en la que insistió en que está
“proscripta”, pese a la falta de impedimentos legales para presentarse, y
señaló que no será “mascota del poder por ninguna candidatura”.
La vicepresidenta
había dicho por primera vez en diciembre del año pasado, a través de un video,
que no iba a competir en las elecciones de este año, luego de la condena por
corrupción en el caso Vialidad. Ayer lo hizo por escrito y le quitó sentido al
“operativo clamor” que impulsaba una parte del kirchnerismo para revertir su
negativa. Este grupo estaba organizando un acto para el próximo 25 de mayo con
la consigna “Cristina presidenta”.
La oposición
criticó anoche el contenido de la carta. “Es una victimización, no saben cómo
salir del desastre que generaron”, dijo, por ejemplo, el senador radical Luis
Naidenoff.
Cristina Kirchner
ratificó que no será candidata a nada. Lo confirmó una vez más ayer, al señalar
que no será “mascota del poder por ninguna candidatura”. Esta vez lo puso por
escrito, en una carta. Y así terminó de vaciar de sentido el “operativo clamor”
y la expectativa que una parte del kirchnerismo, la llamada “Mesa de Ensenada”,
quería mantener en pie.
Ese grupo, de
hecho, estaba organizando un masivo acto en la 9 de Julio para el próximo 25 de
mayo, con la intención de hacer un último intento de convencer a la vicepresidenta
de que se postulara. El título de la convocatoria era, directamente, “Cristina
presidenta”. Hoy mismo estaba convocada a las 17 una reunión en la sede del
Smata para avanzar en los preparativos del evento. Aún no se sabe si el plan se
sostendrá –aunque ella no juegue– con la variante de mínima, que es hacer una
demostración de fuerza a 20 años de la asunción de Néstor Kirchner al poder. En
principio, la consigna de la movilización perdió razón de ser.
A la vez, la
oposición cuestionó duramente el contenido de la carta. “El ‘renunciamiento’ de
Cristina Kirchner era sabido, no sorprende; su egolatría no le permite hacerse
cargo de una derrota y de su gobierno que fracasó”, dijo Maximiliano Ferraro,
titular de la Coalición Cívica. “No hay ‘renunciamiento histórico’, es simple
victimización para tapar la realidad: que no saben cómo salir del desastre que
generaron, y del que ella es responsable, y los argentinos no queremos más
kirchnerismo para nuestro país”, coincidió el radical Luis Naidenoff.
En su carta de
ayer, la vicepresidenta subrayó que está “proscripta” por el Poder Judicial.
“No voy a entrar en el juego perverso que nos imponen con fachada democrática
para que esos mismos jueces, encaramados hoy en la Corte, dicten un fallo
inhabilitándome o directamente sacándome cualquier candidatura que pueda
ostentar, para dejar al peronismo en absoluta fragilidad y debilidad frente a
la contienda electoral. Los hechos recientes me han dado la razón”, escribió la
exmandataria, en alusión a los fallos de la Corte que suspendieron los comicios
a gobernador en Tucumán y San Juan.
“No se trató de una
decisión apresurada ni producto del momento, sino de una decisión razonada y
pensada. Los conozco, sé cómo piensan, cómo actúan y cómo van a actuar. Los he
visto a lo largo de la historia y experimenté su juego en carne propia y de mi
familia, con una persecución atada con precisión quirúrgica al calendario
electoral”, agregó.
La vicepresidenta,
no obstante, no dio detalles de su predilección ante la disyuntiva “PASO o
candidato de unidad” que hoy atraviesa a todo el oficialismo. Tampoco puso
candidatos en su carta. Volvió a referirse, como hizo en La Plata, a que antes
de los nombres está el “programa”. “Resulta imprescindible –más que nunca– la
construcción de un programa de gobierno que vuelva a enamorar a los argentinos
y las argentinas, y convencerlos de que un país mejor no solo es posible, sino
que, además, es deseable”, dijo.
La carta de la
vicepresidenta se publicó mientras casi mil dirigentes del peronismo de todo el
país se daban cita en el microestadio de Ferro para participar del congreso del
PJ y cumplir con la ceremonia partidaria que se requiere para participar de los
comicios (ver aparte).
Todos en el
oficialismo están esperando que ella baje el martillo y termine de inclinar el
tablero elecRemisería”) toral. Los otros socios mayoritarios de la coalición
oficialista ya se pronunciaron: Alberto Fernández quiere que haya unas PASO de
varios postulantes y Sergio Massa, por el contrario, pide abiertamente un
candidato de síntesis.
En ese contexto,
Eduardo “Wado” de Pedro, embajador de la vicepresidenta en las “mesas
políticas” donde se debate la cuestión electoral, pisó el acelerador esta
semana. Tal como publicó el ministro del Interior se viene pronunciando en
privado para que efectivamente haya unas PASO en el peronismo. Aun luego del
pedido público de Massa para que haya un postulante de unidad, él opinó en
conversaciones puertas adentro de los últimos días que lo mejor es que haya
candidaturas múltiples. Difícilmente se mueva sin la venia de su jefa política.
Él tiene su propio
interés: unas primarias le permitirían al ministro confirmar la candidatura
presidencial para la que viene trabajando desde hace ya muchos meses, con
equipos y recursos cada vez más nutridos. Esta semana, el staff de comunicación
de De Pedro dejó correr en su cuenta no oficial (“La un video que exalta la
figura del ministro con imágenes de encuestas que lo dan primero en unas PASO.
Cerca de Wado aclararon que no se trató de un lanzamiento, sino solo de un
juego y que el ministro “está para lo que el espacio necesite”.
Quienes trabajan
cerca de De Pedro, de hecho, ya comenzaron a diseñarle el perfil de “candidato
competitivo” con dos características. Por un lado, quieren presentarlo como un
sinónimo de Cristina Kirchner y subrayar su cercanía con la vice. Por el otro,
buscan exhibirlo con un costado más dialoguista con los sectores no K. “Expande
pero sin alejarse de ella”, es el lema. Además, pretenden apuntalarlo como el
postulante más joven de los que hoy suenan como presidenciables.
De Pedro, no
obstante, sigue lidiando con un problema de conocimiento en los sondeos y
todavía no demostró poder trasvasar los votos de Cristina como sí hizo Axel
Kicillof en 2019. El objetivo de los movimientos de los últimos días no es
necesariamente confirmarlo como candidato: es un empujón más fuerte para
intentar posicionarlo, de modo que Cristina lo tenga disponible para hacerlo
jugar de ser necesario.
Antes de que
Cristina publicara su carta, los ultracristinistas de la Mesa de Ensenada
–encabezados por el intendente local, Mario Secco, y por Andrés “Cuervo”
Larroque– convocaron a una reunión para hoy para organizar el acto del 25 de
mayo en la 9 de Julio. Tras la misiva de la vice, había dudas de cómo seguir.
La idea del acto es
ambiciosa, porque pone la vara muy alta en términos de convocatoria. El
objetivo de los referentes de Ensenada es involucrar a intendentes,
organizaciones sociales y gremios que puedan movilizar columnas nutridas. La
exmandataria nunca confirmó que fuera a participar.
“Ella puede estar o
no estar. Puede ir y referirse a lo electoral o no hacer referencia. Por ahora
se trata de generar las condiciones para que ella elija en libertad”, dijeron
desde la Mesa de Ensenada antes de la carta de la vice. Su ambición de máxima,
que era generar el clima político para que Cristina vuelva a subirse a la
boleta, perdió sentido. ß
|