Poe Javier Blanco -
El Banco Central (BCRA) encadenó ayer la tercera recompra de reservas
consecutiva por intervenciones sobre el mercado oficial, al quedarse con otros
US$3 millones, monto equivalente a poco más del 5,5% de los dólares liquidados
a $300 por la “CAM 9” del MAE, o el 0,91% del total de US$331,27 millones
negociados de contado en la jornada.
De este modo,
acumulare compras por unos US$12 millones desde el viernes, cuando frenó una
racha vendedora que en apenas seis ruedas lo llevó a sacrificar US$471
millones. Es decir, apenas pudo recobrar el 2,6% de la tenencia vendida entre
el 26 de abril y el 4 de mayo, o el 4,35% de los US$276 millones sacrificados
en las tres primeras ruedas de mayo.
Incluso a este
ritmo de recompras promedio de US$4 millones por día, le llevaría 116 ruedas
recuperar lo vendido en la última racha vendedora, absolutamente inédita
mientras estuviera vigente un Programa de Incentivo a las Exportaciones (PIE).
Los datos muestran
que, aun con planes de este tipo en plena vigencia, al BCRA se le hace complejo
recomponer su tenencia de reservas.
Tanto es así que ni
con las compras de los últimos tres días pudo detener el declive de su tenencia
bruta. Tras perforar los US$34.000 millones el lunes, cayó en otros US$95
millones ayer para estacionarse en US$33.849 millones.
Recuperar divisas
es algo que necesita con urgencia ahora que la propia información brindada por
la entidad (al actualizar sus datos de balance) dejó a la vista que su posición
de reservas netas ya está en terreno negativo desde fin de abril.
Esto quiere decir
que, de allí en más, si pudo seguir interviniendo fue con dólares “prestados”.
“Puede significar que está usando dólares de los encajes de los bancos, que se
financie con pases de Sedesa o esté tomando deuda prendando oro o con yuanes
como garantía”, explicó en su informe el economista y consultor Fernando Marull
(FyMA).
“Las reservas netas
el viernes alcanzaron un valor negativo superior a los US$1000 millones por
pagos al FMI (unos US$700 millones) y la venta de divisas, y están en el menor
nivel desde la firma del acuerdo con el FMI”, reseñó Delphos Investment.
Más cepo, ¿pero
informal?
El dato si se
quiere sugestivo es que luego de haber tenido que actualizar los datos de
balance y dejar a la vista la situación terminal de sus reservas, el BCRA dejó
de perder divisas en intervenciones y se preocupó por reportar en cada cierre
de jornada un saldo positivo.
Los analistas no
dudan de que la estabilidad de esos resultados, al menos en las últimas tres
ruedas, obedece básicamente a la postergación o reprogramación de algunas
ventas, en un intento por ganar tiempo y tratar de favorecer la percepción de
un drenaje de reservas ya bajo control, mientras se negocia con el FMI.
Lo que buscan,
desechada ya la chance de acceder a nuevos fondos frescos de ese origen, es el
adelanto de los desembolsos previstos en el acuerdo hasta fin de año (unos
US$10.600 millones), algo que estiman ayudaría a “calmar nervios”, aunque se
trata de divisas no habilitadas para intervenciones sobre el mercado, sino
destinadas a garantizar el flujo de pagos del país hacia el organismo en lo que
resta del año.
“El dólar soja
viene flojo y le quedan tres semanas para terminar. Si pudo al fin mostrar
saldos positivos por sus intervenciones es por más cepo, aunque informal, y
dado que la posición de reservas netas quedó tan explícitamente en terreno
negativo, el BCRA se vio obligado a buscar la manera de no vender”, interpreta
Marull, quien cree que el plan “aguantar” para llegar al menos hasta las PASO
necesitará aún “más cepo o más dólares diferenciales”.
Ayer, el BCRA
compró US$54 millones a $300 y vendió US$51 millones en el MULC, “de lo que
resulta una compra neta de US$3 millones a un promedio de $1525,86 por dólar”,
explicó el economista de Romano Group, Salvador Vitelli.
Es decir, sigue
haciendo negocios “ruinosos”, mientras ralentiza otra vez el ajuste del dólar
oficial, que cerró ayer a $228,05 para la venta, $0,40 más en la rueda, la
menor suba en más de un mes y medio. |