Por Patricio Eleisegui - La retirada de inversores continúa
profundizándose como tendencia y al éxodo de
al menos 25 multinacionales en los últimos días se confirmó la decisión
del banco estadounidense Lazard de cerrar sus oficinas en Buenos Aires tras
acumular meses en rojo. A eso hay que añadirle la venta de las casi 90.000
hectáreas que la Universidad de Harvard poseía en la provincia de
Corrientes. La casa de altos estudios traspasó su negocio forestal a Central
Puerto, en lo que es observado como otro caso de desinversión que preocupa.
Lazard se dedica al negocio de fusiones y adquisiciones, busca
compradores a otras empresas en venta y también elabora reestructuraciones y
planes de financiamiento de deuda. Según indicaron sus directivos, la
intención es reducir costos luego de tres meses de pérdidas.
"Como parte de su iniciativa para ahorro de costos se cerrarán
cuatro oficinas de Financial Advisory en Argentina, Chile, Colombia y
Panamá", confirmó recientemente el directorio de la compañía. Para enseguida
añadir: "Las oficinas principales en Latinoamérica en México y Brasil
continuarán cubriendo América Central y del Sur".
El CEO de la empresa, Kenneth M. Jacobs, dio más detalles: "El
primer trimestre estuvo marcado por la incertidumbre económica y las
turbulencias del mercado, especialmente en el sector financiero. Sinceramente,
las cosas no se sienten tan bien como en diciembre o enero".
La decisión de Lazar implicará la pérdida de medio centenar de puestos
de trabajo. Lazard comenzó a operar en la Argentina en 2004 a partir de una
sociedad con la local MBA (Merchant Bankers Asociados), fundada por Alejandro
Reynal, ex vice del Banco Central (BCRA).
Por el lado de Harvard, la institución operaba en el negocio
forestal a través de EVASA, un fondo de inversión que administraba las
estancias Las Misiones y Celina, y el establecimiento Empresas Verdes
Argentina, en todos los casos ubicados en la provincia de Corrientes.
Según fuentes ligadas a la operación, beneficios económicos obtenidos
por la producción y venta de madera que obtenía Harvard se destinaban a
financiar parte de la actividad educativa de la universidad.
A través del Harvard Managment Compañy (HMC), la universidad dispone de
un fondo de 32.000 millones de dólares. En los últimos años, buena parte de ese
dinero se invirtió para asumir el control de recursos naturales en Sudamérica y
Oceanía.
La actividad de la casa de altos estudios en Corrientes acumuló más de
un cuestionamiento en los últimos años. En 2013, por ejemplo, una coalición de
profesores, graduados y estudiantes de la misma universidad nucleados en
Responsible Investment denunció que la institución afectó a toda la zona
del Iberá a partir de promover monocultivos forestales de pino en ese
ecosistema clave.
La retirada de compañías, una tendencia
oficial
Sólo en lo que va de la gestión Fernández-Fernández el éxodo suma más de
25 multinacionales, y en las últimas semanas se sumó un nombre más: la catalana
Grifols. A esa identidad hay que sumarle la decisión de 3M, la empresa que creó
la famosa cinta Scotch, de dejar de vender de manera directa al país su
gama de adhesivos y productos quirúrgicos.
Grifols es una compañía enfocada en la producción de medicamentos
plasmáticos y que en Argentina funcionaba a través de oficinas operativas en
Munro, provincia de Buenos Aires. La firma recibió un primer impacto en su
negocio con la irrupción del Covid-19, según el portal Pharmabiz.
La pandemia pegó de lleno en la disponibilidad de donantes de sangre y a
esa complicación luego se añadieron las trabas vigentes para la gira de divisas
que pesan sobre gran parte de las empresas extranjeras. Se estima que Grifols
facturaba alrededor de 4,6 millones de dólares al año.
Con presencia en la Argentina desde 1991, Grifols se va sin dejar a
ningún licenciatario de su marca en el país. Según fuentes cercanas a la
compañía, la empresa culminará de cesantear a sus empleados y dejará de operar
de forma definitiva a mediados del mes de octubre.
Por el lado de 3M, la empresa decidió dejar de vender a partir, también,
de las complicaciones existentes para el giro de dividendos y la vigencia de un
cepo importador que dificulta el ingreso de mercaderías. Además de dueña de la
cinta Scotch, la firma es propietaria de los Post-it, los barbijos N95, y una
amplia línea de productos para la esterilización de instrumental quirúrgico.
Las razones del éxodo
Gigantes de los supermercados y las tiendas de proximidad, aerolíneas y
autopartistas, marcas de indumentaria y tecnológicas, fabricantes de calzado y
productoras de cosméticos o comestibles, la nómina de firmas que decidieron
"levantar campamento" se dividen en una multiplicidad de rubros que
se amplía año tras año.
¿Por qué se van las empresas? Desde consultoras como DNI explicaron
recientemente que la decisión de salir del mercado argentino responde a razones
coyunturales como la política económica, las regulaciones existentes y los
obstáculos para crecer. "Argentina tiene una pérdida enorme en la
participación de flujos de inversión extranjera directa (IED) en el
mundo", declaró al respecto Marcelo Elizondo, titular de DNI, en noviembre
del año pasado y en ocasión de confirmarse la partida de Enel.
En ese sentido, vale señalar que el stock global de IED creció de 7 a 45
billones de dólares desde el 2000 a esta parte. Pero que en el ranking de
mercados Argentina bajó del 0,9 por ciento al actual 0,2 por ciento del flujo
total. Sólo en Sudamérica, el país se ubica detrás de Brasil, Chile y
Colombia en términos de captación de inversiones en estos años.
Algo similar expusieron desde la consultora First Capital Group, que en
un informe propio vinculó a la situación macroeconómica y el escenario de
pandemia. |