Por
María Julieta Rumi - El Ministerio de
Economía confirmó ayer que desde este mes aumenta a $506.230 el piso salarial
bruto (420.170,90 neto) a partir del cual los empleados en relación de
dependencia deben pagar el impuesto a las ganancias. Según Economía, la medida
beneficiará a 250.000 empleados. Expertos tributarios consultados coincidieron
en advertir que, al no modificarse las escalas del tributo, el alivio será
transitorio, dado que un aumento salarial o las horas extras harían que el
empleado deba volver a pagar.
Si bien ya había trascendido que iba a haber una actualización del piso
del impuesto a las ganancias a partir de los sueldos devengados en mayo (lo que
se cobran entre fines de mayo y principios de junio), ayer el Gobierno
oficializó que solo pagarán el impuesto las remuneraciones brutas que superen
los $506.230, según un proyecto de decreto que aún no se publicó, pero que
saldría en las próximas horas en el Boletín Oficial.
Desde enero de 2023, no pagaban Ganancias las remuneraciones brutas
mensuales hasta los $404.062, pero con el nuevo piso no corresponderá retención
alguna del tributo cuando el salario bruto no supere los $506.230 inclusive (un
monto que equivale a un sueldo neto de aportes a la seguridad social de
$420.170,90).
Asimismo, en aquellos meses en que la remuneración bruta del mes supere
los $506.230 y resulte inferior o igual a $583.851, los agentes de retención
computarán una deducción especial incrementada (es decir, el salario hasta el
cual se descuenta un monto adicional a los previstos originalmente por la ley
antes de calcular el tributo).
Según el Ministerio de Economía, la modificación propuesta permitirá una
reducción del total de trabajadores que pagan el impuesto, ya que se
beneficiarían aproximadamente 250.000 empleados en relación de dependencia.
Sin embargo, el CEO del Estudio Lisicki, Litvin & Asoc., César
Litvin, dijo que el aumento del piso de Ganancias para los asalariados es una
medida de alivio “transitoria y que produce importantes distorsiones”.
“El nuevo piso es de $506.230 brutos, que equivale a un sueldo de
bolsillo de $420.170. Es decir que aquellos asalariados que están por debajo de
ese monto, a partir de mayo dejarán de pagar Ganancias hasta que por alguna
recomposición salarial se supere ese nivel y vuelvan a tributar. En casos de
trabajadores que tienen una retribución cercana al piso y les ofrezcan hacer
horas extras o ascensos de jerarquía, el mayor esfuerzo o responsabilidad se
traduce en pagar Ganancias, y en ocasiones terminarán cobrando menos dinero que
antes por efecto del impuesto. Esta distorsión desmotiva de manera contundente
al trabajador”, afirmó Litvin, y agregó que “la pésima técnica utilizada de
aumentar solo el piso y mantener los mínimos no imponibles, cargas de familia y
las tablas de alícuotas a valores de octubre de 2022 genera estas distorsiones,
porque quien supera el piso ya empieza a pagar con las alícuotas superiores
cercanas al 35%”.
Cabe aclarar que en principio la modificación solo incrementaría el piso
de $404.062 a $506.230. No se actualizan las deducciones ni la escala del
impuesto. Los que superan el piso deducen los mínimos prefijados (soltero sin
hijos: $201.520,18, casado con 2 hijos: $266.581,80) y pagan con alícuotas
cercanas al 35%.
“Debe entenderse que la inflación golpea dos veces en el bolsillo del
trabajador. Primero, cuando va al supermercado y cada vez tiene menos poder
adquisitivo. Segundo, cuando paga Ganancias deduciendo mínimos no imponibles
que han quedado desactualizados y el impuesto pega fuerte”, opinó.
Por su parte, Sebastián Domínguez, CEO de SDC Asesores Tributarios, dijo
que el ajuste debería haber sido de un 40%, porque se perdió un 17% por el
ajuste vía remuneración imponible promedio de los trabajadores estables
(Ripte), en lugar de ajustar por inflación, y en el primer trimestre la
inflación fue superior al 20%, es decir que el piso se debería ir a $560.000.
Por otro lado, tanto Domínguez como Litvin mencionaron la otra “enorme
distorsión” que se da con los trabajadores autónomos que no tienen
actualización del piso de tributación. Aquellos que tienen una remuneración de
$500.000 mensuales pagan de impuesto a las ganancias $1.035.000 al año si son
solteros o $730.000 si son casados con dos hijos a cargo.
Otro grupo afectado son los que están por encima del piso y el tramo de
las deducciones incrementadas, porque alguien que cobra $600.000 no tiene
ningún beneficio y va a pagar más Ganancias solo por efecto de la inflación.
“Actualización automática”
“La solución es actualizar automáticamente todas las deducciones
personales (mínimo no imponible, cargas de familia) y también la tabla de
alícuotas por el índice de precios al consumidor (IPC) y no por el indicador
actual, que es un índice salarial Ripte, que siempre va detrás de la inflación.
También se debería equiparar a los autónomos”, cerró Litvin.
Por último, Diego Fraga, profesor de la maestría en Derecho Tributario
de la Universidad Austral, dijo que el problema subyacente es siempre la
inflación y las distorsiones que provoca en un impuesto que “ha sido emparchado
una y otra vez en función de necesidades políticas y según el poder de presión
de los afectados”.
“Si bien la modificación es bienvenida, está muy lejos de solucionar las
distorsiones y es un simple maquillaje con fines electorales”, agregó Fraga. Y
completó: “El Gobierno debe asumir la magnitud del daño que provocan las
políticas inflacionarias y prever ajustes mensuales en función de la inflación
verdadera y para todas las variables del impuesto. Todo esto, para adecuar la presión
fiscal según la verdadera capacidad de pago de los contribuyentes. Tampoco se
puede marginar de esta solución a los autónomos, cuya situación por lo general
no está en los planes de las autoridades, ya que su capacidad de lobby es
bastante menor”, concluyó. |