Pese a que el
gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner criticó activamente el
endeudamiento durante la gestión de Mauricio Macri, el año pasado la deuda
pública nacional volvió a aumentar en un 20% y alcanzó el nivel de US$396.555 millones
(85% del PBI), según las últimas cifras oficiales del Ministerio de Economía.
De ese total, el
45,9% está en manos de agencias estatales, el 20,3% es deuda con organismos
multilaterales y bilaterales, y casi el 34% restante tiene como acreedor al sector
privado. A su vez, el 67% de la deuda fue emitida en moneda extranjera y el 33%
restante, en moneda local.
La gestora de
activos internacionales Janus Henderson publicó ayer un informe sobre el
aumento de la deuda pública mundial, luego de que los gobiernos debieron
aplicar medidas paliativas para contrarrestar el freno de la actividad
económica por la pandemia. Esa deuda, a su vez, se incrementó fuertemente luego
de que los gobiernos debieron también subir las tasas de interés para contener
la inflación.
“Los gobiernos de
todo el mundo se enfrentan a un doloroso ajuste de cuentas, ya que la deuda
récord y los altos tipos de interés prevén que los costos de endeudamiento se
duplicarán en los próximos tres años. Esto supondrá una presión significativa para
los contribuyentes y los servicios públicos”, dice el informe Índice de Deuda
Pública Anual, que difundió Janus Henderson.
En números, la
deuda por habitante a escala mundial fue de US$13.525 en 2022, cantidad
superior en US$3264 a la que había antes del inicio de la pandemia, aunque con
grandes variaciones de un país a otro.
Con relación a la
Argentina, el texto señala que “la deuda pública en porcentaje del PBI es
especialmente elevada”, pero prevé que bajará del 85% del PBI, en 2022, al 75%,
hacia 2025. “La deuda soberana del país aumentó otro 20% el último año. Esto
representa US$8604 per cápita y se espera que siga creciendo hasta los US$8878,
en 2025”, estima.
El informe también
destaca que la deuda total en la Argentina en 1995 era de US$87.000 millones,
mientras que la relación con el producto bruto de entonces era del 31%. “Los
datos prepandemia indican que en 2019 la deuda soberana por persona en la
Argentina era de US$7219, la deuda total era US$323.000 millones y el
porcentaje con respecto al PBI tocó un pico de más de 90%. La proyección hacia
2025 estima que subirá la deuda total hasta US$411.000 millones, que
representarán el 75% en relación con el PBI y que será de US$8878 per cápita”,
dice.
En la región,
Brasil es el país más endeudado en términos brutos y el 11° del mundo. La deuda
pública general aumentó allí 4,7% en 2022, hasta los US$1,4 billones, pero
equivale al 76% del PBI, menor que el ratio de la Argentina.
Colombia, por su
parte, es el tercer país más endeudado de la región (en segundo lugar está la
Argentina). Su deuda soberana aumentó el año pasado 11,8% interanual,
alcanzando los US$199.000 millones y llegó al 68% del PBI.
En el caso de
México, su deuda ascendió a US$736.000 millones y su ratio es del 51% del PBI,
inferior a la media mundial, pero se sitúa en el medio del grupo de los
mercados emergentes.
“Desde la crisis
financiera mundial, los gobiernos han pedido prestado con una libertad
asombrosa. Los tipos de interés cercanos a cero y los enormes programas de
expansión cuantitativa de los bancos centrales expandieron la deuda pública,
pero los tenedores de bonos exigen ahora mayores rendimientos para compensar la
inflación y los riesgos crecientes, y esto está creando una carga significativa
y cada vez mayor para los contribuyentes. La transición hacia unas condiciones
financieras más normales está resultando un proceso doloroso”, dijo el director
global de Renta Fija de Janus Henderson, Jim Cielinski.
En 2022 y 2023, el
informe señala que se produjeron cambios drásticos para las finanzas públicas
de todo el planeta. “A fines del año pasado, el valor total de la deuda pública
mundial se había disparado 7,6% en moneda constante, hasta alcanzar la cifra
récord de US$66,2 billones, el doble que en 2011. En 2022, el gobierno de
Estados Unidos se endeudó más que todos los demás países juntos”, analiza.
El panorama hacia
delante, dicen, no es alentador. “En 2025, los gobiernos de todo el mundo
tendrán que gastar US$2,8 billones en intereses, más del doble que en 2022.
Esto supondrá un adicional del 1,2% del PBI, desviando recursos de otras formas
de gasto público o exigiendo subidas de impuestos. Estados Unidos está
especialmente expuesto a esta medida”, indica. ●
|