Por Florencia
Barragan - El presidente de Brasil, Luiz
Inácio Lula da Silva, le dijo a su par argentino, Alberto Fernández, que
se volvería al país “sin ningún dinero”, pero dio su “compromiso por ayudar”.
Hay tres alternativas sobre la mesa, aunque deben superar trabas burocráticas y
geopolíticas. Tras el fuerte apoyo político, la parte técnica podría
culminar la semana que viene cuando viaje una comitiva de altos funcionarios de
Brasil a reunirse con el ministro de Economía, Sergio Massa, en el Palacio de
Hacienda.
“Nos queda el trabajo
técnico”, aseguró Alberto Fernández en la conferencia conjunta que brindó con
Lula da Silva, después de casi cuatro horas de reunión en
el Palacio de la Alvorada, en Brasilia. Según confirman fuentes del Ministerio
de Economía, la semana que viene habrá una reunión entre Massa y su par,
Fernando Haddad. Se espera que participen también el vicepresidente de Brasil,
Gerardo Alckmin; el viceministro de Economía, Gabriel Galípolo; y el titular
del estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes), Aloizio
Mercadante.
Ante la consulta de
si Massa volverá a viajar a Brasilia, en el Palacio de Hacienda contestaron
que se espera que Haddad venga a Buenos Aires la semana
que viene.
Argentina se vería
beneficiada de cerrar un acuerdo con Brasil para “desdolarizar” y ampliar el financiamiento del
comercio exterior, en un contexto de reservas netas apenas por encima de
los u$s 1.000 millones, y ante quien es su principal socio
comercial.
En abril, el
déficit comercial con Brasil fue de u$s 776 millones, un crecimiento de 221% interanual,
traccionado por la importación de soja de Brasil ante la sequía, según un
informe de Abeceb. En el primer cuatrimestre, el déficit comercial acumulado
fue de u$s 1.774 millones, un 79% del que hubo en todo el 2022. “Hay que
remontarse al primer trimestre de 2018 para encontrar un rojo comercial mayor”,
amplió la consultora.
Sin embargo,
también Massa intenta convencer a Brasil de los beneficios económicos de la
medida para ese país, por fuera de la “afinidad política” que resaltan en
Cancillería. Por un lado, para que poderosas industrias brasileñas aumenten sus
exportaciones a Argentina, debido a que se estima que las ventas cayeron en
unos u$s 4.000 millones en el período 2014-2019, un
terreno perdido en manos de China, que aportó el
financiamiento.
Por el otro lado,
acelerar el actual comercio bilateral, y reducir los plazos del pago de
las operaciones a partir del despacho de las mercaderías, que hoy
está en 180 días, según detalló el medio brasileño Oglobo. El plazo podría
reducirse en el caso de que se libere una línea de crédito en reales para
financiar a las empresas brasileñas.
Las alternativas
que están sobre la mesa son: un esquema similar al anunciado con China,
para que las SIRA se aprueben directamente en reales; financiamiento a
mayores plazos a empresas brasileñas; y, finalmente, un sistema de garantías sobre flujos futuros de Argentina
de exportaciones incrementales.
Pese a que los
anuncios de la ayuda financiera se hicieron en enero, cuando Lula da Silva
estuvo en Argentina, desde entonces el embajador argentino en Brasil ya lleva 11 reuniones por este tema. Además de los cortocircuitos entre Lula da Silva y el presidente del Banco
Central, Roberto Campos Neto, también hay otro tipo de trabas. Por un
lado, para liberar la línea de crédito se requiere la aprobación del Ministerio
de Hacienda de Brasil, para poder utilizar el Fondo de Garantía de
Exportaciones (FGE), que utilizaría recursos del Tesoro, y así cubrir
montos adeudados por Argentina, en caso de que hubiera incumplimiento, informó
Oglobo.
En cuanto a los
financistas de esas líneas, podría tratarse del Banco Nacional de Desarrollo
Económico y Social (BNDES),
el mismo que también se propone financiar el segundo tramo del gasoducto Néstor
Kirchner, que en el mediano plazo podría garantizarle energía barata de Vaca
Muerta a la industria de Brasil. Por otro lado, Lula da Silva informó que buscarán que la garantía financiera surja del banco de los BRICS.
Allí también hay una traba burocrática: el fondo que tiene de contingencia para
las crisis cambiarias que está en el artículo 7 del estatuto de los BRICS puede
ser solo utilizado por los socios, que hoy son Brasil, Rusia, India, China y
Sudáfrica. Sino, el Tesoro de Brasil sería el garante final, una medida
“riesgosa”, según la prensa brasileña.
Sistema de pagos en
moneda local (SML)
Si bien el Sistema de Pagos en Moneda Local (SML) existe hace 15 años,
se utiliza en menos del 10% de las importaciones, según Abeceb. “El resultado
de las negociaciones marcarán el rumbo del comercio bilateral hacia adelante,
donde un resultado positivo permitiría continuar con las importaciones sin la
utilización de dólares, gracias a la financiación a través de los bancos
centrales”, concluyó la consultora. |