Por Sofía Diamante
- Pese al año electoral, el Gobierno cumplió con el pedido del FMI y, para
contener el gasto del Estado, avanzó este mes con una nueva quita de subsidios
energéticos. En este caso, eliminó completamente los subsidios al 35% de los
usuarios de electricidad considerados “hogares de ingresos altos”, aunque
incluye también a aquellos que no se anotaron en el Registro de Acceso a los
Subsidios a la Energía (RASE), independientemente de su situación patrimonial.
En la práctica,
esto significará un aumento final en las tarifas superior al 90% promedio, que
se sumará así a los sucesivos incrementos que comenzó a realizar el Gobierno en
el último año y que, según cálculos privados, llega a 540% interanual en el
caso de los usuarios registrados como de mayores ingresos.
En el caso del gas,
el ente que regula el sector, Enargas, también aprobó el viernes pasado una
nueva suba para todo el país, de 25% promedio en la factura final.
Pese al año
electoral, el Gobierno igualmente cumplió con el pedido del Fondo Monetario
Internacional (FMI) y, para contener el gasto del Estado, avanzó este mes con
una nueva quita de subsidios energéticos. En este caso, eliminó completamente
los subsidios al 35% de los usuarios de electricidad considerados “hogares de
ingresos altos”, aunque incluye también a aquellos que no se anotaron en el
Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE), independientemente de
su situación patrimonial.
En la práctica,
esto significará un aumento final en las tarifas superior al 90%, que se sumará
así a los sucesivos incrementos que comenzó a realizar el Gobierno en el último
año, luego de dejar prácticamente planchado el precio del servicio en los
primeros dos años y medio de gestión. Según los registros oficiales, hay
alrededor de 5,4 millones considerados usuarios de ingresos altos.
El economista
Julián Rojo, del Instituto Argentino de la Energía (IAE) General Mosconi,
calculó que el incremento total desde mayo del año pasado a la fecha es de 540%
para los usuarios de ingresos altos, que quedaron sin subsidios, en el área
metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Eso se debe a que,
además de reducir las subvenciones a las boletas de luz, el Gobierno también
habilitó un incremento en la tarifa que corresponde al servicio de distribución
de la electricidad que prestan Edenor y Edesur. El Ente Nacional Regulador de
la Electricidad (ENRE) autorizó, en concreto, un incremento en abril de 108% y
en junio, de 74%, lo que resulta en una suba total de 261%.
La tarifa promedio
final de un usuario de ingresos altos (nivel 1) del AMBA pasará de $4375 con
impuestos, en febrero pasado, a un total de $10.717 con la quita de subsidios y
la actualización del valor de distribución, si se tiene en cuenta un costo
monómico de electricidad de US$78 por MWh, según estimaciones de la consultora
Economía & Energía (EyE), que dirige Nicolás Arceo. Esto significa una suba
de 145% de febrero a la actualidad.
Para los hogares de
ingresos medios (nivel 3), que tienen subsidiado un bloque de consumo de 400
kwh, la tarifa media en el AMBA pasará de $2730, en febrero pasado, a $5506 con
impuestos, lo que equivale a un incremento de 102%.
“Si bien se
registraron significativos incrementos en las tarifas de energía eléctrica en
los últimos meses, la elevada nominalidad [inflación] de la economía determina
que la recomposición en términos reales sea acotada. En junio de 2023, las
tarifas de los niveles 2 y 3 se ubicarían un 34% y un 28%, respectivamente, por
debajo de las tarifas promedio abonadas en 2020. En el caso de los hogares
pertenecientes al nivel 1, las tarifas se ubicarían en términos reales en un
67% por encima del promedio de 2020”, dice el informe de Economía &
Energía.
“Los usuarios N1
pagarán siete veces más que un hogar N2 (ingresos bajos) y más de 5,6 veces que
un N 3 (ingresos medios)”, dijo, por su parte, Rojo. Los comercios, a su vez,
tendrán aumentos escalonados de las tarifas eléctricas en mayo (31%), agosto
(17%) y noviembre (7%).
Tarifas de gas
El Ente Nacional
Regulador del Gas (Enargas) también aprobó el viernes pasado un nuevo
incremento de tarifas para todo el país, que rondará el 25% en las facturas
finales, confirmaron fuentes oficiales.
Según lo publicado
por el ente en el Boletín Oficial, y ratificado luego en un decreto el sábado
pasado, el componente de distribución, uno de los servicios incluidos en las
boletas, tendrá un aumento de entre 90 y 100%, que refleja el incremento de
ingresos de las empresas Metrogas, Naturgy y Camuzzi, entre otras.
De esta manera, un
usuario residencial de ingresos altos en el AMBA, que consume alrededor de 79
metros cúbicos (m3) por mes, pasará de pagar una tarifa promedio de $4700 por
mes a $5600 (suba de 20%). Para un usuario de ingresos bajos, en tanto, la
tarifa promedio aumentará de $2000 a $2600 (30%). Por último, los usuarios de ingresos
medios tendrán un incremento promedio de 20%, ya que la tarifa subirá de $3500
a $4200.
El incremento, sin
embargo, se percibirá mayor debido a que en mayo, con la llegada de las bajas
temperaturas, también aumenta el consumo de gas.
En el caso del
servicio del gas, el Estado no subsidia directamente a los usuarios, como
ocurre con la electricidad, aunque mantiene las subvenciones al sector a través
del plan de estímulo del Plan Gas.
Desde 2011 a la
fecha, el Estado destinó US$126.000 millones en subsidios a la energía. Solo el
año pasado se demandaron US$12.400 millones (2% del PBI). Para este año, con el
ingreso del gasoducto Néstor Kirchner, la caída de los precios internacionales
de gas y el aumento de tarifas, los subsidios podrían caer a US$11.055 millones
(un 1,7% del PBI).
“Los subsidios a la
energía estimados para 2023 presentarían una tendencia descendente en términos
absolutos por primera vez desde finales de la década pasada. Si bien la
reducción no es muy significativa, evidencia un cambio de tendencia y
conjuntamente con el resultado proyectado de la balanza comercial estarían
indicando un cambio en el impacto que tendrá el sector a nivel macroeconómico
durante los próximos años”, dijeron en Economía & Negocios.
“La disminución de
los precios internacionales, la mejora de la hidraulicidad, el proceso de
segmentación tarifaria y la expansión de la capacidad de evacuación de gas
natural desde la cuenca neuquina son determinantes en la disminución del nivel
de subsidios durante el presente año. Es más, la ampliación de la capacidad de
transporte de gas natural a lo largo de 2023 seguramente se traducirá en una
sensible disminución en las importaciones de gas natural y sus sustitutos
durante el próximo año, proceso que permitirá una disminución significativa en
los costos de abastecimiento del sistema y, con ello, del nivel de subsidios”,
concluyeron.ß
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