Por Carlos
Arbia - Ala luz de los últimos acontecimientos el futuro de la actual crisis
cambiaria es impredecible. La sorpresa de ayer fue la decisión del ministro de Economía, Sergio
Massa, que decidió intervenir con ventas de
bonos y de acuerdo a la
opinión de varios operadores consultados por iProfesional esa acción hizo bajar
las cotizaciones de los dólares financieros alternativos. Hasta ayer,esas
operaciones estaban prohibidas por el FMI, según fuentes de la cartera de
Hacienda.
La fuente agregó
que "es probable que hoy la caída en de las cotizaciones de los dólares
alternativos financieros va a arrastrar hacia la baja al dólar blue
y cada vez que se observe especulación, Massa va a intervenir en el
mercado".
La fuente también
destacó a iProfesional que "Massa le dijo al FMI que eso también
entraba en revisión porque él tiene la obligación de mantener la estabilidad en
el país. Lo resolvió Massa y se luego se lo comunicó al FMI y poco
después, el FMI salió y dijo que seguían trabajando junto a él y su
equipo económico".
El objetivo del
ministro de Economía es lograr que el FMI adelante desembolsos a este
gobierno por unos 10.000 millones de dólares que corresponden al segundo y
al tercer trimestre del año para mejorar la posición de las reservas
internacionales brutas que llegan a unos 36.700 millones de dólares frente a
los 44.500 millones que había a fines del año pasado.
La
diferencia con otras crisis cambiarias
Lo que más asombra
a los operadores financieros es la dinámica de la suba del dólar blue y
de la inflación y que a diferencia de otras crisis cambiarias, el
BCRA no utilice ninguna herramienta de política monetaria y cambiaria para
tratar frenar esta corrida.
Esto genera un
proceso de dolarización de la economía argentina que se esperaba
cerca de las PASO del 13 de agosto próximo pero que se habría adelantado por la
mayor incertidumbre política.
"Vamos a usar
todas las herramientas del Estado para ordenar esta situación", dijo Massa
Entre estas medidas
se pueden citar una fuerte suba de la tasa de interés o una
importante corrección del tipo de cambio oficial para reducir la brecha
cambiaria con el dólar blue que hoy llega al 115 por ciento.
De todas maneras,
hay que decir que esta brecha sigue siendo muy inferior a la de otros momentos
de extrema volatilidad. Para poner en perspectiva, la de octubre 2020 fue
de 132% en el caso del CCL y 149,7% en el caso del blue y en julio 2022 fue
160,8% y 160%, respectivamente.
¿Más modificaciones del acuerdo con el FMI?
Al parecer, la
única solución que propone el gobierno es una nueva modificación del
acuerdo con el FMI pero no está claro que es lo que se quiere modificar ya
que el gobierno no cumplió las metas del último trimestre del año y sin embargo
el FMI desembolso unos 5.400 millones de dólares para que la Argentina pague
los vencimientos de este primer trimestre del año, Por el momento las
autoridades del Fondo no confirmaron que se modificará el acuerdo pero hicieron
énfasis en que no habrá uno nuevo.
La falta de
dólares por los efectos negativos de la sequía por los cuales se calcula
que las exportaciones del sector agroexportador se reducirán 20.000 millones de
dólares, una drástica baja de la superficie cosechada y una una fuerte
reducción producción de granos y de molienda es uno de los argumentos que el
equipo económico esgrimió frente al FMI para modificar el acuerdo.
Por otra parte, los
magros números fiscales del primer trimestre muestran que no se cumplió con la
meta de déficit fiscal primario con el FMI. El acuerdo permitía un déficit
primario de $441,500 en el primer trimestre del año. Pero el mismo fue de
$689,900 millones en dicho período y estuvo un 56,3% por encima de lo
acordado.
"Tras la
publicación de los datos de marzo y la confirmación del incumplimiento, resta
saber si el organismo internacional reverá su decisión de comienzos de mes y
modificará la meta; o si otorgará un waiver y el gobierno
seguirá comprometido en alcanzar el objetivo anual de -1,9% del PBI" dice
el último informe de Portfolio Personal Investment.
Comparaciones
con la hiperinflación del 89/90
Algunos operadores
del mercado financiero local comparan este aumento de la inflación y
del valor del dólar blue con el proceso hiperinflacionario observado
entre mediados del 89 y principios del 90.
Hace casi 35
años, un 3 de agosto de 1988, el presidente radical Raul
Alfonsin en medio de una gran corrida cambiaria anunció el "Plan
Primavera" que fue la continuación del Plan Austral y que antecedió
a la hiperinflación que estalló en febrero del 89 cuando el BCRA anunció que
dejaba de vender dólares en el mercado cambiario oficial y el valor del dólar
pasó de 26 australes a 540 australes en junio de ese año.
Luego llegó la
hiperinflación y el adelantamiento de la entrega de poder al
justicialista Carlos Menem el 8 julio de 1989 en lugar
del 10 de diciembre de ese año. Entre ese 3 de agosto y fines de
diciembre del 88 el valor del dólar pasó de 14,40 a 16,40 australes que era la
moneda de ese entonces. Luego en la primera hiperinflación de julio del 89 con
un 5000 % anual de inflación paso a 665 australes para llegar en diciembre de
ese año a 1.950 australes
Para frenar esa
híper el gobierno de Carlos Menen primero el Plan Bunge Borg que no
resultó y luego el Plan Bonex que confiscó los depósitos de los argentinos
y los canjeó por un bono del estado a 10 años y en marzo del 90 el dólar ya
costaba 4675 australes y llegaba la segunda hiperinflación que marcaría el 300
% anual en ese mes luego de aplicarse distintos planes de estabilización que no
funcionaron. Pero la suba del dólar no se frenaba y en diciembre del 90 tocaba
los 5820 australes para luego en marzo del 91 casi duplicar su valor a 10.000
australes.
La convertibilidad y el fin de la corrida
Esa corrida
finalizó el 1 de abril de 1991 cuando el presidente Carlos Menem y el entonces
ministro de Economía Domingo Cavallo anunciaron la creación del peso
que equivalía a 10.000 australes y el Plan de Convertibilidad donde 1 dólar
valdría un peso. Esta breve descripción que señala el economista Walter Graziano
en su libro "Historia de Dos Hiperinflaciones" sirve para
analizar la dinámica de una de las peores crisis cambiarias financieras y
sociales que tuvo la Argentina.
La dinámica muestra
que en tan solo dos años entre febrero del 89 y febrero del 91 la cotización
del dólar pasó de 20 a 10.000 australes. Aumentó un 50.000 por ciento en
ese período. Con respecto a la evolución de la inflación hay que señalar
que el IPC de enero del 89 mostraba un incremento del 8,9 mensual
luego pasó en abril al 33,4 % para llegar en mayo de ese año al 78 %
mensual.
Este ejemplo sirve
como antecedente para analizar la actual crisis cambiaria que muestra en el
aspecto político una situación parecida a la de principios de 1989 con un
presidente Raul Alfonsin muy desgastado y desde el punto de vista
económico una macroeconomía totalmente desequilibrada, tarifas servicios
públicas atrasadas un acuerdo firmado con el FMI si cumplir ninguna de las
metas y una tasa de inflación que subía y escalaba constantemente para pasar del
45 % anual en febrero del 89 llegar al 5000 % anual en julio de ese año.
Lo que llama la
atención de esta nueva corrida cambiaria que comenzó el 27 de marzo pasado con
un valor promedio del dólar blue y los financieros alternativos de
385 pesos y ayer llegó a los 495 pesos es que la dinámica de la misma supera
las expectativas más pesimistas.
El valor del dólar
se duplicó con respecto al comienzo de la corrida del julio de 2022 luego
de la salida de Martin Guzman cuando costaba 240 pesos.
Desde el 27 de marzo
pasado hasta hoy el valor del ese dólar promedio subió más de 100 pesos.
La mayor parte de
esa suba se registró entre principios de la semana pasada y ayer.
Se trata de una
dinámica explosiva donde la suba de la inflación y el aumento del dólar van mucho
más rápido que las subas observadas a comienzos del 1989 y principios de los
90.
Los
mercados en alerta
Por ese motivo, los
operadores financieros del mercado local y de Wall Street siguen en estado de
alerta en lo que respecta a la duración, la profundidad y el impacto de
esta nueva crisis cambiaria con una economía con serios
desequilibrios macroeconómicos y con indicadores socioeconómicos que son peores
que los del Rodrigazo del 75, las hiperinflaciones del 89 y el 90 y el fin de
la convertibilidad de fines del 2001.
Lo preocupante es
que la nueva suba del dólar blue de esta semana se produce en un
contexto en que están frenadas la mayoría de las operaciones de importación en
el mercado único libre de cambios (MULC) por las comunicaciones A 7746 y A 7747
emitidas por el BCRA el jueves pasado.
El gran problema es
el cepo cambiario cada vez más restrictivo que además de reducir la demanda de
dólares también genera una reducción de la oferta de divisas y las mismas sólo
ingresan préstamos de organismos financieros y por los
desembolsos del FMI que luego se utilizan para pagar los vencimientos de
capital e ingreses que este año llegan a unos 18.000 millones de dólares.
En la medida que
el BCRA toma medidas restrictivas el valor del dólar paralelo y de los
financieros comienza a subir. El último ejemplo son las restricciones
financieras anunciadas hace dos semanas y habrá que ver cómo evoluciona el
mercado con las medidas anunciadas el jueves pasado para reducir la demanda de
dólares de aquellas empresas que contratan fletes navieros y aéreos para
importar insumos y bienes. Hoy se observa un cepo más amplio que el del 2022 y
que el del 2020 a pesar de la pandemia. |