Por Pablo Wende - En
el ministerio de Economía creen que la supuesta devaluación que Max Valores le
adelantó a sus clientes no fue solo un exabrupto de un empleado, como dejaron
trascender en una solicitada. “Registramos de parte de ellos fuertes ventas de
posiciones en pesos contra bonos Globales el viernes”, aseguran.
Todo indica que no
habrá más que un sumario administrativo y se terminará aceptando el pedido de
disculpas. El episodio -que llegó hasta los clientes internacionales de la
firma- tuvo impacto concreto en el mercado cambiario, impulsando al dólar libre
a un récord nominal de 442 pesos. El contado con liquidación quedó rozando los
450 pesos.
Con semejante ruido
fue imposible mensurar el efecto de la suba de tasas anunciada el jueves por el
Central y hasta el de la decisión de Alberto Fernández de bajarse de
la pelea por la reelección. Esta última provocó que naturalmente se empiece a
especular con los posibles candidatos del Frente de Todos. En principio
descartada Cristina Kirchner, ahora las chances parecen volcarse
a Daniel Scioli (que ya se había anotado en la carrera) y también
a Sergio Massa.
El dólar rozando
los $450 refleja la inquietud de los operadores por la pérdida de reservas, la
elevada inflación y el déficit fiscal. Sin embargo, un tipo de cambio de pánico
implicaría un nivel al menos 20% superior al actual, que Massa evitará a toda
costa que llegue
El ministro de
Economía sabe que las tiene bien complicadas en medio de la aceleración inflacionaria
de marzo hasta 7,7% y que en abril permanecería arriba del 7 por ciento. Para
colmo, la suba de los alimentos bordea el 10% mensual, con el gran impacto
negativo que genera entre las familias de menos recursos. Tanto los planes
sociales como las jubilaciones vienen perdiendo de manera consistente contra el
aumento de la canasta básica.
Teniendo el
control
Ahora la principal
aspiración de Massa es llegar a las PASO evitando un mayor descontrol del tipo
de cambio. Luego de las elecciones primarias lo más probable es que el mercado
se mueva de acuerdo a quien emerja con mayores probabilidades de llegar a la
presidencia y los mensajes sobre el rumbo de la futura administración.
La renuncia de
Antonio Aracre y los rumores de una falsa devaluación difundidos por una
sociedad de Bolsa impactaron en la cotización del dólar. Pero la economía
argentina parte de una situación de gran fragilidad -alta inflación y ahora
déficit gemelos- que obviamente también presiona sobre la divisa.
Pero para el 14 de
agosto falta mucho. Por eso, en los próximos días habrá más anuncios de flujo
de dólares para tratar de llevar cierta tranquilidad a los inversores. Todo
mezclado con las últimas medidas que restringieron todavía más el acceso a las
importaciones, en este caso al pago de servicios y fletes del exterior. El
déficit comercial de marzo llegó a casi USD 1.100 millones, una cifra
insostenible en medio de la extrema escasez de divisas.
La brecha cambiaria
volvió al 100% y es clave evitar que siga subiendo. En el peor momento Guzmán y
Batakis había llegado al 120 por ciento.
Massa promete que
llegarán más dólares frescos hasta el 30 de junio, con el propósito de aliviar
las presiones cambiarias y evitar que el dólar se siga disparando. Un aumento
todavía mayor de la brecha cambiaria, que otra vez volvió al 100%, resultaría
sumamente peligrosa para la dinámica inflacionaria y del tipo de cambio. En el
peor momento de sus antecesores, Martín Guzmán y Silvina Batakis, esa
brecha se estiró al 120 por ciento.
En esta línea de conseguir
fondos frescos, Massa negoció con los sojeros que liquidarán un piso de USD
1.000 millones. El viernes ya se había recuperado el ritmo de ventas, luego de
haberse frenado totalmente a mediados de la semana. Todo indica que será un
volumen significativo que ayudará a recuperar reservas. La primera semana de
mayo arrancará, con algo de demora, el régimen especial de liquidaciones para
las economías regionales, que supone el ingreso de unos USD 2.000 millones
adicionales.
Compromisos en
verde
Al mismo tiempo,
habría otros compromisos avanzados. Por un lado está la petrolera Chevron, que
ingresaría algo más de USD 500 millones para inversiones en Vaca Muerta.
También es inminente un nuevo desembolso de la Corporación Andina de Fomento
por un volumen similar. Y se intensificaron negociaciones en los últimos días
para más desembolsos de Arabia Saudita, que según el propio ministro ya
sumarían unos USD 1.100 millones.
Nadie sabe si Massa
tiene ganas de ser un competidor en la carrera presidencial, pero el anuncio de
Alberto Fernández le allanó el camino. Como la batalla contra la inflación la
viene perdiendo, ahora se juega a evitar un descontrol cambiario, que podrían
afectar seriamente no solo su imagen política sino pegarle otro golpe duro a
los que menos tienen
Mientras tanto, se
sigue negociando en diversos frentes con el FMI. Por un lado, para volver a
reformular las metas del acuerdo, ya que en marzo no se cumplieron las
exigencias de reservas ni la de resultado fiscal. La Secretaría de Hacienda
explicitó sobre el cierre de esta semana que el rojo resultó mucho mayor al que
se había negociado para el primer trimestre. En ambos casos, buena parte se
debe a la sequía, que afectó no solo la capacidad de acumulación de dólares,
sino también los ingresos vía derechos de exportación.
además se está
buscando que el Fondo adelante los desembolsos previsto para los próximos
trimestres: unos USD 5.400 millones en junio y otro tanto en septiembre. La
lógica del pedido es que la Argentina precisa tapar el agujero de la magra
cosecha y que en todo caso el año que viene la situación será ya más holgada,
recuperándose más de USD 20.000 millones del campo y un sector energético que
ya sería superavitario.
Pero si bien el
pedido puede tener cierta lógica pensando en los estragos provocados por la
sequía, es casi imposible pensar que la oposición se quedará de brazos
cruzados. La sola idea que el FMI le gira más recursos de los previstos al
Gobierno actual en medio de la campaña podría embarrar más aún la previa
electoral, al punto de condicionar la futura relación entre el organismo y el
Gobierno que asuma el 10 de diciembre. |