El consejo directivo de la CGT volverá
a reunirse hoy después de siete meses. Lo hará en medio de la tensión que
provocan en el oficialismo la suba del dólar y el aumento de la inflación y la
pobreza. En ese marco, la central obrera emitirá un documento en el que
alertará sobre el “riesgo de descomposición social” y llamará tanto al Gobierno
como a la oposición a promover “un gran consenso económico y social antes de
las elecciones”. En el texto, que fue anticipado a por fuentes la nacion
sindicales, la CGT también advertirá que la escalada inflacionaria “pulveriza
el poder adquisitivo de los salarios” y calificará de “inaceptables” los índices
de pobreza (40%) y de informalidad laboral (43,3%).
Así, los gremios más cercanos al
Gobierno harán un paréntesis en su propia interna para atender las demandas de
las bases, que protestan ante el aumento de los precios, en especial de los
alimentos. Convocarán a un acto para el 2 de mayo.
Después de siete meses y en el medio
del aceleramiento de la crisis económica, la CGT romperá hoy su letargo y
reunirá a su consejo directivo a pleno para reclamarles al Gobierno y también a
la oposición la convocatoria a “un gran consenso político, económico y social”
antes de las elecciones.
En un documento que daría a conocer
tras el encuentro, la central obrera peronista advertirá que está “en riesgo la
cohesión social” y dirá que en el país hay “un escenario de inestabilidad”.
“El país está cerca del abismo y
estamos ante un gobierno débil”, alertó uno de los jerárquicos de la CGT, en la
antesala de la difusión oficial del documento.
En el borrador, al que accedió LA
NACION, los sindicatos aliados al Gobierno advierten sobre una escalada
inflacionaria que “pulveriza el poder adquisitivo de los salarios” y denuncian
que “es inaceptable” los índices de pobreza (40%) y de informalidad laboral
(43,3%, récord histórico).
“Los índices de inflación y pobreza
deben encabezar las prioridades para la adopción de medidas y acciones
urgentes. Toda la dirigencia en general debe tomar conciencia de que ya no hay
más margen de deterioro económico sin riesgo de descomposición social. Ante
este escenario la CGT insta a la convocatoria de un gran consenso político,
económico y social que permita alcanzar acuerdos básicos para el diseño de un
programa de mediano y largo plazo, promoviendo el desarrollo, la producción y
el trabajo como instrumentos necesarios y urgentes para superar la crisis y
trazar un horizonte de crecimiento con justicia social”, dice uno de los
fragmentos del borrador.
Y agrega: “Que las especulaciones
cortoplacistas de una etapa preelectoral no posterguen la generación de
acuerdos estratégicos, dentro de un modelo de crecimiento sostenido e
inclusivo. La dirigencia política, sin distinciones partidarias, sin
diferencias entre oficialismos ni oposiciones circunstanciales y con la
responsabilidad de ser depositarios de la confianza y de la representación que
la ciudadanía les otorga a través del voto, deben asumir el compromiso que les
cabe en la sucesión de crisis recurrentes que a través de los años han llevado
a nuestro país a la situación actual. El contexto económico y social es de tal
gravedad que no permite especulaciones personalistas ni sectoriales”.
Con sus diferencias a cuestas y
tensiones aún vigentes, la CGT hará hoy un paréntesis en su interna y reunirá a
las diferentes tribus que la integran. No se convocaba a una reunión de consejo
directivo a pleno desde septiembre del año pasado, cuando se citó de urgencia
por el intento de asesinato a Cristina Kirchner. Aquella vez no hubo acuerdo
para avanzar en un paro general, como impulsaba el sector que comulga con Pablo
Moyano y los gremios más afines al kirchnerismo.
Ahora es probable que se convoque a un
acto por el Día del Trabajador para el 2 de mayo en el estadio de Defensores de
Belgrano, en Núñez. La intención es escenificar unidad y mostrar al
sindicalismo en bloque ante la crisis económica y en la antesala a las
elecciones.
Las gestiones para explorar un acuerdo
con los otros sectores, sobre todo con el vinculado a Moyano, estuvieron a
cargo de Gerardo Martínez, jefe de la Uocra.
Mario Manrique, del Smata y aliado del
moyanismo, tomó ayer distancia de las intenciones del grupo mayoritario. “¿Con
quién vamos a consensuar, con un empresario que decidió boicotear al gobierno?
¿Con quién voy a consensuar si los que vienen te quieren romper la espalda?
¿Voy a consensuar con la UIA, con el círculo rojo?”, se diferenció en un
encendida entrevista que dio en Radio 10, en la que llamó a “prenderles fuego”
a los empresarios (ver aparte).
El viernes pasado, una comitiva gremial
encabezada por el propio Martínez se reunió en el Palacio Bosch con Wendy
Sherman, la número dos del Departamento de Estado norteamericano, ante quien
los sindicalistas se mostraron como los garantes de la gobernabilidad. La
cúpula de la CGT tomó el encuentro con la enviada de Joe Biden como un
reconocimiento a su rol de administradora del conflicto social.
De acuerdo a las fuentes consultadas,
los sindicalistas creen que la ayuda de Estados Unidos será determinante para
que el Gobierno llegue “estable” al proceso electoral, que comenzará en agosto
y podría terminar en noviembre si es que hay ballottage.
El consejo directivo de la CGT tiene
pendiente un encuentro con el ministro de Economía, Sergio Massa, con quien viene
de acordar una enmienda al impuesto las Ganancias. Con el documento, que se
divulgaría hoy, la central obrera pretende reforzar un rosario de demandas ya
planteadas y que aspira a que sean tenidas en cuenta por el oficialismo y la
oposición.
Algunas de ellas son: reducir los
actuales índices de inflación; la defensa del aparato productivo nacional y la
instrumentación de políticas que promuevan el empleo genuino; el fomento al
trabajo argentino a través de prácticas exportadoras con valor agregado; el fortalecimiento
de los sistemas de salud y seguridad social; la demanda de un mayor compromiso
de responsabilidad social empresaria en los sectores formadores de precios, y
abordar los cambios en el trabajo asociados a las tecnologías de la información
y la comunicación, a la inteligencia artificial y a la automatización de los
procesos productivos, promoviendo el dialogo entre los actores. |