Por Antonio
D’Eramo - Los celulares de los funcionarios del Palacio de Hacienda y de la
Casa Rosada mostraron una inquietante actividad, in crescendo, a medida
que se recalentaba la cotización de los dólares
paralelos durante la
tarde del martes 18 de abril.
La información
exclusiva de iProfesional había calado hondo en las internas del Frente de
Todos y la versión de un pedido de devaluación de la moneda nacional que sirva
para destrabar desembolsos futuros del Fondo Monetario Internacional (FMI)
llegó, aparejada, con una posible salida elegante de Sergio Massa y
su equipo que entienden que esa solución provocaría desbordes sociales y
sepultarían las aspiraciones electorales, para varios comicios, de los
participantes de la administración de Alberto Fernández.
Devaluación,
dólar e inflación: los factores clave de la crisis en Casa Rosada
Lo cierto es que la
crisis política se saldó, momentáneamente, con la renuncia del exjefe de asesores presidencial, el locuaz y ex CEO de
Syngenta, Antonio Aracre, que había convencido a la vocera
gubernamental, Gabriela Cerruti, de desmentir una versión que circulaba entre
foros empresariales pero que ningún cronista
acreditado había preguntado.
Cerruti desmintió
los dichos que circulaban en oficinas muy bien informadas acerca del malestar
del presidente, Alberto Fernández, con la figura de Sergio Massa que había
prometido una inflación para el mes de marzo del orden del 3%, y la
posibilidad que Antonio Aracre lo reemplace teniendo en cuenta que su
economista preferido, Martín Guzmán, había sido eyectado por las críticas del
ala kirchnerista y del Frente Renovador que integran el Frente de Todos.
En ese contexto,
los asesores presidenciales que se quedaron sin jefe en la Casa Rosada,
aguardan por una moneda de cambio política de parte del Jefe del Palacio de
Hacienda, entendiendo que la pobre performance del secretario de
Comercio, Matías Tombolini, amerita que dé un paso al costado en su función.
Si bien con un
dólar blue en $420 y subiendo por el ascensor, más una impresión de billetes de mil
pesos que ya ocupa a
varias imprentas de tres continentes porque no dan abasto para atender los
pedidos del Tesoro Nacional, la función del secretario de Comercio es
prácticamente una misión suicida, en territorio enemigo, en una guerra mundial,
la vicepresidenta Cristina Fernández y su alter ego económico, el gobernador
bonaerense Axel Kicillof, no pueden ni ver a Matías Tombolini.
La inminente devaluación recrudece la interna en el Frente de Todos
Lo que se dice en
privado desvela a la vicepresidenta y enterarse que en reuniones reservadas con
importantes empresarios formadores de precios, Tombo, les
decía "…mejor cerrá con nosotros los precios porque lo que viene
atrás nuestro es peor", en obvia alusión a economistas guiados por
Kicillof que buscarían emular las malas artes de Guillermo Moreno, le retorna,
por estas horas, en contra de sus aspiraciones de acompañar a su jefe, Sergio
Massa, hasta el final de su gestión en Economía.
Cristina suele decir
en voz baja, "…..ver para creer, que ahora arregle el quilombo de los
precios" y Kicillof no deja de sugerir a propios y extraños que se
necesitan más controles y más persecuciones además de aplicar la ley de
abastecimiento. Una norma que habilita a la secretaría de Comercio
a aplicar sanciones y realizar controles y que la habilita a tomar medidas
como fijar precios máximos y castigar empresas que suban los precios de
manera injustificada, según la visión
de los funcionarios que la apliquen. Una medida de corte anticapitalista y,
claramente, socialista y autoritaria.
Sin embargo, los
tiempos se acortan para este economista que milita en el Frente Renovador y que
se hizo famoso en los sets televisivos y a través de spots publicitarios en los
que criticaba despiadadamente la política económica de Cambiemos.
Y, se acortan,
porque el índice del costo de vida le da resultados adversos,
fundamentalmente, en el sector de comidas y bebidas e indumentaria por los cuales debió
dar la cara al difundirse la reciente medición con los resultados de marzo,
dejándolo jaqueado.
Una nueva mala
noticia del mes de abril, teniendo en cuenta la suba de los precios de los
alimentos que no se detienen en los últimos días, dejaría al actual
secretario de Comercio al borde de la renuncia, principalmente, por la
presión interna de una coalición de gobierno que está a punto de sufrir un
ataque de nervios. |