Por Liliana Franco - El Fondo Monetario Internacional
advirtió que “el crecimiento en América Latina se desacelerará de un notable 4%
en 2022 a 1,6% este año ” y puso énfasis en el manejo del gasto
público al señalar que “si bien la política monetaria ha hecho su parte, la reducción del déficit fiscal también ayudaría a aliviar la
crisis del costo de vida”.
Así lo
señalaron Gustavo Adler, jefe de División en el Departamento del
Hemisferio Occidental, y Nigel Chalk, subdirector
del mismo departamento del Fondo, en el marco de una conferencia de prensa
ofrecida este jueves en Washington.
Los funcionarios
explicaron que “las presiones de precios que acompañaron la pujante actividad
económica el año pasado parecen ya haber alcanzado su
nivel máximo”, pero señalaron que “la inflación subyacente se
mantiene en niveles persistentemente elevados, perjudicando de manera
desproporcionada a los hogares de ingresos bajos”
En tal sentido,
recomendaron que “para mitigar el riesgo de enquistamiento de la
inflación, la política fiscal puede ayudar a la política monetaria en la
reducción de las presiones de demanda”.
Tras alcanzar un
máximo de 10% a mediados de 2022, la inflación general en las principales
economías latinoamericanas se ha desacelerado a 7% en marzo. Pero este descenso obedece
principalmente a la disminución de los precios de las materias primas desde sus
niveles máximos.
Mientras tanto, el
progreso en la reducción de la inflación subyacente —que excluye alimentos y
energía— “parece haberse estancado”. Consideraron que la
demanda laboral es muy fuerte, y el empleo se mantiene firme por encima de los
niveles anteriores a la pandemia. Al mismo tiempo, el producto se encuentra en
su nivel potencial o por encima de este, y las expectativas de inflación a
corto plazo superan los rangos fijados como meta por los bancos centrales.
“La fuerte demanda
interna, el rápido aumento de los salarios y las presiones de precios
generalizadas dejan entrever el riesgo de que la inflación se mantenga en
niveles inaceptablemente elevados en la región”, según alertaron.
Tras señalar que
restaurar la estabilidad de precios es fundamental para tener una economía
saludable y proteger a los grupos más vulnerables, consideraron que “en la
coyuntura actual, esto significa desacelerar la demanda interna”.
Agregaron que “el objetivo de las políticas ahora debe ser desacelerar la
demanda para traerla en línea con el producto potencial. Esto requiere
inevitablemente enfriar el mercado laboral”.
Tasa
Adler y Chalk
consideraron que, en vista de que las presiones inflacionarias están resultando
ser persistentes, los bancos centrales tendrán que mantenerse
firmes y “las tasas de interés probablemente deberán permanecer en niveles
altos durante gran parte de este año, e incluso durante el próximo
en algunos casos”. Esto ayudará a que la inflación retorne hacia el nivel
fijado como meta para fines de 2024 o principios de 2025.
Para ayudar a los
bancos centrales en su lucha contra la inflación, sostuvieron que la política fiscal podría asumir un mayor protagonismo mediante
una orientación más contracíclica este año.
Con todo, los
directivos reconocieron que “rebalancear el conjunto de políticas no será una
tarea fácil”. Precisaron que la demanda de gasto social es alta en la región, y
hay temas serios de distribución y de equidad social a los que hacer frente.
Al respecto,
consideraron que “parte de la solución debe consistir en promulgar políticas tributarias que requieran a quienes más tienen
que contribuyan con lo que les corresponde”.
Pero, al mismo
tiempo, advirtieron que “las autoridades también tendrán que generar
ahorros, sin recortar los principales programas sociales o el gasto en salud,
educación e infraestructura pública”.
Destacaron que “hay
mucho margen para reducir ineficiencias en el gasto público, y la gente se hará
más a la idea de las finanzas públicas más prudentes si esto conlleva una mayor
eficiencia en los servicios del Estado”.
Concluyeron
señalando que “una buena administración de los recursos
públicos también podría ayudar a reparar la confianza en el gobierno, tan
erosionada en muchos países durante los últimos años”.
Compromiso
Por su parte, la
directora del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva,
dio este jueves una conferencia de prensa en Washington el marco de las
Reuniones de Primavera del FMI y el Banco Mundial en donde resaltó los esfuerzos del equipo económico argentino para cumplir
con las metas del programa, pero remarcó la necesidad de continuar con la
implementación del programa acordado con el organismo.
“Permítanme
reconocer que, en la segunda mitad del año pasado, las autoridades argentinas
han encaminado esfuerzos a desarrollar una gestión prudente y cumplir con las
metas del programa”, señaló
Georgieva, al tiempo que recordó que “el 31 de marzo nuestro Directorio
Ejecutivo completó la cuarta revisión del programa gracias a lo que ha hecho el
país”.
Asimismo, hizo
hincapié en que “Argentina se vio afectada por una grave
sequía que ha socavado el desempeño de la economía y está perjudicando
significativamente a la población del país” y que “ha complicado el trabajo de los políticos”.
Por este motivo, Georgieva
explicó que el organismo ha analizado las implicancias de este shock y que se
han “acomodado parcialmente en la modificación de la meta de acumulación de
reservas internacionales netas”. “Sabemos que tenemos el
compromiso del gobierno de continuar afinando las políticas a la luz de las
condiciones en las que se encuentran”, añadió.
Finalmente, remarcó
que el éxito del programa “redunda en la implementación, y la
implementación seguirá siendo lo importante incluso en estas circunstancias tan
desafiantes”.
En este sentido, el
Fondo se mantiene firme en cuanto a la necesidad de cumplir con la meta de
déficit fiscal de 1,9% para el año, según señalan noticias provenientes de
Washington. Los analistas señalan que se trata de un objetivo “muy desafiante” a la luz del fuerte impacto de la
sequía que el propio Fondo reconoce.
Según estimaciones
de la Bolsa de Comercio de Rosario, la sequía tendría un impacto de 3 puntos en
el PIB y el Tesoro perderá de recaudar el equivalente a 1% del PBI por menores
retenciones. El Fondo reconoció parte del problema derivado de las condiciones
climáticas desfavorables al flexibilizar la meta de reservas que debe acumular
el país, dada la pérdida de unos 20.000 millones de dólares de exportaciones.
Pero hasta ahora no ha dado muestras de aceptar una modificación en la meta
fiscal.
Apoyo financiero
Este miércoles el
ministro de Economía, Sergio Massa mantuvo
una reunión, en República Dominicana, con Wendy Sherman subsecretaria
de Estado de los Estados Unidos y encargada, por el presidente Joe Biden, de seguir la relación con la Argentina. La
funcionaria reiteró, según pudo saber Ámbito, el apoyo de la administración norteamericana para la obtención de
financiamiento por parte de organismos multilaterales de crédito.
En este sentido, y
en el marco del viaje de Massa a Washington para participar de las reuniones de
Primavera del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, el Banco Interamericano de Desarrollo aprobó un préstamo de USD
200 millones que financiará mejoras en el sistema de salud
argentino. Se trata de la primera operación individual de una línea de crédito
condicional para proyectos de inversión (CCLIP) de USD 600
millones.
En esta línea, a
través del crédito obtenido, se financiarán acciones para reducir la mortalidad
prematura y cerrar las brechas de acceso a servicios de salud entre
jurisdicciones del país. Para ello, la iniciativa busca incrementar el acceso
efectivo a servicios de diagnóstico y atención por parte de la población que
cuenta exclusivamente con cobertura del sistema de salud público, estimada en
20,5 millones de personas en 2022.
La iniciativa
también permitirá incrementar los tamizajes para cáncer de cuello uterino en
mujeres con cobertura pública exclusiva y aumentar la tasa de vacunación para
el Virus del Papiloma Humano (VPH) para niñas y niños de 11 años. Otro objetivo
es aumentar la identificación y seguimiento de personas con hipertensión
arterial y con hiperglucemia o diabetes.
Además, el crédito
obtenido por la Argentina apoyará la implementación del Modelo de Salud Mental
Comunitaria e incrementará el número de medicamentos de salud mental entregados
a establecimientos de salud. |