Por Dante Rofi - Lejos
de las expectativas acuñadas en el Ministerio de Economía, que espera recaudar
unos US$5000 millones, la tercera versión del dólar soja, que reconoce $300 por
dólar aplicado a la comercialización de la oleaginosa hasta el 31 de mayo
próximo, no logra cobrar fuerza en el mercado de granos argentino.
Allí sigue muy
marcada la brecha entre lo que la demanda propone y lo que los vendedores
pretenden recibir por un bien que será muy escaso en la campaña 2022/2023, tras
el quebranto dejado por la sucesión de sequía y heladas tempranas que redujo a
la mitad el volumen de la producción.
A diferencia de lo
visto el martes, ayer las fábricas aceiteras que operan en la zona del Gran
Rosario presentaron ofertas abiertas por $93.000 por tonelada de soja, un valor
que no afectaría sus márgenes, mientras que los tenedores de la mercadería se
mantuvieron plantados en $110.000, un nivel hasta el que no accedieron los
compradores.
“Según el volumen
comprometido, algunos compradores habrían subido hasta los $95.000, pero a esos
negocios accedieron solo los productores que necesitan liquidez en forma
urgente y que no tienen las espaldas como para esperar una eventual suba de las
ofertas de las fábricas en una campaña que, además, está dejando expuesto un
importante volumen de soja con baja calidad”, explicó una fuente del sector
comercial.
La Bolsa de
Comercio de Rosario (BCR) también marcó como hecho positivo la aparición de
propuestas del lado de los compradores, aunque reconoció que las mismas “se
encontraron alejados de lo pretendido por la oferta”.
Según el Monitor
Siogranos –plataforma oficial donde se registran las operaciones con granos–,
hasta las 19, las fábricas habían logrado comprar 20.440 toneladas de soja,
mientras que los exportadores anotaron negocios por 80.938 toneladas.
Por otro lado,
quienes generaron algo más de movimiento fueron los denominados “compradores no
tradicionales”, entre los que se encuentran acopios y firmas exportadoras
chicas, que habrían propuesto entre $103.000 y $104.000 por tonelada, por fuera
del circuito de la Bolsa de Comercio de Rosario.
“Si bien los
volúmenes comercializados no son importantes, el hecho de que estos compradores
salgan a pagar en el campo por encima de las fábricas puede hacer que en las
próximas jornadas la industria procesadora tenga que acercarse a los $100.000
si quiere conseguir más materia prima y dejar de sumar soja con cuentagotas,
como lo está haciendo desde el lunes”, dijo el operador .
En los puertos
marítimos del sur de la provincia de Buenos Aires, donde anteayer las firmas
exportadoras ADM y CHS pagaron hasta 105.000 toneladas por tonelada de soja y
terminaron adquiriendo poco más de 41.000 toneladas, ayer casi no se
concretaron operaciones.
“ADM hoy [por ayer]
no participó y la única oferta abierta para Bahía Blanca la hizo la empresa
Dreyfus, con $93.000, sin muy poco éxito comercial. “CHS volvió a proponer
$105.000, pero con pago contra entrega, un formato que no resultó atractivo
para los vendedores”, explicó un operador que concentra su tarea en los puertos
de aguas profundas.
En baja
pronunciada
En cuanto al
ingreso de divisas, y según datos tomados del Mercado Abierto Electrónico, la
BCR informó que entre las industrias aceiteras y los exportadores ingresaron
US$93,96 millones para acceder al cambio diferencial de $300 por dólar para las
compras de soja.
Por otra parte, en
el Matba Rofex los precios de la soja registraron una importante caída, sin que
mediara para ello un revés de las cotizaciones en la Bolsa de Chicago.
Al cierre de la
rueda, las posiciones abril y mayo perdieron US$10 y US$9, al terminar la
jornada con ajustes de US$345 y de US$357,50 por tonelada. Estos valores
resultaron equivalentes a $103.500 y a $107.250 por tonelada, respectivamente.
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