Por Claudio
Zlotnik - Durante una de las últimas reuniones que Sergio
Massa mantuvo con las cerealeras exportadoras para pactar la vigencia
del "dólar soja 3", uno de los directivos fue categórico: le dijo al ministro que no
tendrán dólares para abastecer al Banco Central una vez que termine el ciclo de
liquidaciones que se abrirá el próximo lunes.
Suena dramático -en
verdad lo es- y se trata de un escenario ya conocido por el propio titular de
Hacienda. La sequía vació
de dólares a la economía: son u$s20.000 millones que no estarán disponibles porque se perdieron
ante el shock climático.
Una vez que se
acaben las divisas de la actual campaña -sumadas a algún retraso que aún
estaban pendientes de liquidación- no habrá dólares para oferta ni siquiera
para el caso de una mejora en el tipo de cambio, como se hizo hasta ahora para
asegurar el flujo de dólares hacia el BCRA.
El secretario de
Agricultura, Juan José Bahillo, estima que por el "dólar soja
3" podrán llegar entre u$s5.000 y u$s5.500 millones. Se estima que
algo más de la mitad quedarán en el Banco Central para reforzar las reservas y
hacer frente a lo que vendrá después del 31 de mayo, cuando expira el acuerdo.
Los desafíos del Gobierno
Además, se prevén
otros u$s4.000 millones por las liquidaciones de las economías
regionales. Exportaciones de maní, arroz, dulces, legumbres,
pescados, tabaco y vinos que serán liquidadas en la ventanilla del Banco
Central antes de que termine agosto.
Otro de los mayores
desafíos que tendrá el Gobierno es que esas ventas al exterior no queden
enredadas en el exterior. La Aduana detectó cientos de empresas
"fantasma" que se crean con el único objetivo de exportar pero
dejando los dólares afuera.
La promesa
de mayores controles está, pero se desconoce si el Gobierno podrá ser
efectivo.
O si se trata de
otro esfuerzo que queda a mitad de camino: los funcionarios reconocen que
en los últimos años de cepo se lubricaron distintos mecanismos para
ocultar maniobras con los dólares sin tener que declararlos en la Argentina.
¿Saldrá un nuevo conejo de la galera?
Aun si se cumplieran
las proyecciones oficiales -juntar alrededor de u$s10.000 millones con el
dólar especial para el agro- hay coincidencia en que esas divisas no alcanzarán
para sobrellevar la economía sin una devaluación abrupta después de mitad de
año.}
La lupa de funcionarios
y economistas está puesta en el mes de agosto, una vez que se lleven a cabo
las PASO.
El último acuerdo
de Massa pareciera ser un reaseguro hasta ese momento. Pero, ¿y después? En una
economía tan frágil, la pregunta es inevitable. Las metas y las
certezas -si existen- tienen fecha de vencimiento en el cortísimo plazo.
Cuando la Argentina se queda sin dólares para funcionar, no hay otra que vivir
el día a día.
Una de las
posibilidades analizadas en despachos oficiales tiene que ver con la
emisión de un bono en dólares para que puedan suscribir las cerealeras
exportadoras.
¿Se podrán conseguir divisas tras el fin del "dólar soja
3"?
Esa misma versión
dice que las empresas pusieron sobre la mesa la posibilidad de que se eliminen
las retenciones de la próxima campaña, como condición de esa suscripción.
A esta altura, con las elecciones de frente, este Gobierno no podría poner en
riesgo la recaudación impositiva de 2024, y menos cuando es probable que la
administración quede en cabeza de la oposición.
¿Hay alguna chance
de obtener divisas una vez que se clausure esta nueva versión del
dólar soja? Massa seguirá pasando la gorra por los organismos
internacionales. A su equipo le dijo que podría obtener hasta u$s7.000 millones
en los próximos dos o tres meses. Sin embargo, se trata de programas muy
puntuales que esos mismos organismos tienen bien auscultados.
Para el ministro,
la vía Brasil tampoco está clausurada a pesar de que Lula no dio ninguna señal
de un posible acercamiento financiero con el país. Para el brasileño no sería
fácil vender una especie de salvataje a Alberto Fernández controlado,
como está, por las fuerzas opositoras brasileñas. Jair Bolsonaro sigue siendo
un político poderoso a pesar de sus últimos traspiés.
Por otra parte,
admiten en el gabinete económico, hay que ver si Lula quiere aparecer tan
cerca del peronismo a pocos meses de una definición electoral, donde hoy
la oposición de Juntos por el Cambio aparece con más chances que el FdT.
Los reclamos al FMI
La clave de lo que
sucede en Washington, tras el paso de Alberto Fernández y de Massa,
la semana pasada, la dio Héctor Torres, ex representante del país ante el FMI
durante la gestión de Roberto Lavagna y también en la de Alfonso Prat Gay,
conocedor como pocos de los pasillos del Fondo Monetario, lo dice con todas las
letras.
"El FMI está
ante un dilema. Si se pone duro con la Argentina, puede poner al país en
una nueva crisis económica y también a las puertas de una crisis
política", enfatiza Torres.
Luego agrega:
"Al contrario, si elige mirar para otro lado corre el riesgo de
perder más credibilidad y confianza de la que ya perdió en todos estos
años".
Si Torres tuviera
razón, no habría que descartar una jugada de último minuto del Fondo
Monetario. A eso también se abocará Massa. Aunque sabe que, al revés de
2018, esta vez será muy difícil que el organismo acceda a liberar dólares justo
antes de las elecciones.
El FMI, como
pocos, conoce muy bien el juego político de la Argentina. |