Por Pablo Wende - Mientras el Banco Central sigue aprovechando el
remanente que dejó el dólar soja, Sergio Massa prepara los próximos pasos
para los meses que vienen que serán de vacas flacas en materia cambiaria. Las
divisas que ingresaron las cerealeras aprovechando un tipo de cambio especial
de $ 200 implica un adelanto de divisas, que por lo tanto escasearán en este
último trimestre del año.
La aspiración, por lo tanto, se reduce a equilibrar el mercado cambiario
mes a mes. Es decir que el BCRA no tenga que vender reservas como ocurrió hasta
agosto. Y al mismo tiempo acumular divisas a partir de los desembolsos de los
organismos.
Las próximas medidas del ministro de Economía pasarán, por lo tanto, por
cuidar las más de USD 5.000 millones de reservas que se acumularon el mes
pasado, algo absolutamente excepcional. El anuncio que estaba planificado para
ayer habría pasado para hoy e involucra nuevas reglas para el mercado
importador. Pero sobre todo se busca ponerle un punto final a las
cautelares, que obligan al Central a facilitar los dólares a cientos de
empresas que presionan a través de amparos judiciales.
El objetivo sería básicamente ordenar a quienes demandan divisas,
privilegiando a aquellos que utilizarán las importaciones como bienes
intermedios de producción. De la misma forma, se pasará al régimen de licencias
no automáticas a una cantidad de productos considerados suntuarios.
Para compensar al menos parcialmente estas restricciones, el propio
Massa ya adelantó que alrededor de 21.000 pymes tendrán acceso inmediato al
mercado cambiario, en vez de seguir en la fila para esperar los 180 días
de espera dispuestos por el Central a fines de junio.
Sucede que muchas de esas empresas quedan en una situación de virtual
default comercial, ante la imposibilidad de cumplir con sus proveedores del
exterior. Algunas optan por usar recursos propios, pero otras no tienen esas
divisas disponibles y entra en incumplimientos.
Además, el ministro también adelantó que a partir de ahora quienes
sean autorizados a importar recibirán una fecha cierta de acceso a los dólares
a través del mercado oficial. De esta forma, se busca brindarles a las empresas
más certezas respecto a cuánto tiempo se verán obligadas a financiar una
importación. Esa falta de precisiones está generando desde hace varios meses
fuertes remarcaciones, ya que los precios no se fijan según el dólar oficial
sino al financiero, ante una incertidumbre creciente sobre el acceso al mercado
cambiario.
En forma paralela, mientras se ordenan las nuevas reglas para
importadores, Massa anunció ayer nuevos incentivos para los exportadores,
en este caso relacionado con las empresas que participan de la “economía del
conocimiento”. Al igual que lo resuelto para petroleras y automotrices, en
la medida que aumenten las exportaciones tendrán un 30% de ese incremental que
será de libre disponibilidad. En otras palabras, no tendrán obligación de
liquidar las divisas en el mercado oficial, lo que implica una mejora implícita
en el tipo de cambio disponible para exportar.
Al mismo tiempo, las próximas semanas traerán buenas noticias por el
lado de préstamos de organismos internacionales. Por un lado el FMI deberá
desembolsar unos USD 3.900 millones por la aprobación de metas del segundo
trimestre, pero además se sumarán el BID y el Banco Mundial con créditos
pendientes de desembolso de la primera parte del año. Esto será clave para
acumular más reservas netas, sin necesidad de emisión monetaria y al mismo
tiempo cumpliendo con lo negociado con el Fondo para la segunda parte del año.
Queda la incógnita dando vuelta de lo que puede suceder con el “dólar
Qatar”. En agosto el saldo de la balanza turística terminó con un fuerte rojo
de USD 740 millones y ya acumula U$S 4.600 millones de déficit hasta
agosto. Sin embargo, todo indica que se seguirá acelerando el drenaje de
divisas hasta fin de año, entre la proximidad del Mundial y las vacaciones de
verano. Si bien ya estaba prácticamente definido un tipo de cambio más alto
para los que viajan al exterior, por ahora la medida quedó en
suspenso porque aún no está claro si sería realmente efectiva para cuidar
las reservas. |