Por Cecilia Devanna - El Ministerio de Economía apuró ayer la puesta en
marcha de un bono para los sectores más pobres, en un intento de frenar la
tensión que generó la advertencia de Cristina Kirchner.
El miércoles, la vicepresidenta le reclamó a Massa una mayor
intervención en las empresas alimentarias, con el argumento kirchnerista que
responsabiliza al sector privado por la inflación. Fue luego de que se conoció
que aumentó la indigencia, que ya alcanza a más de cuatro millones de personas.
De esa forma, Cristina Kirchner quebró el silencio que se había impuesto desde
que sus críticas contra la política económica terminaron por eyectar a Martín
Guzmán del Ministerio de Economía. El universo al que beneficiará el bono aún
no está completamente definido. Sería para los próximos tres meses, y el dinero
para financiarlo provendrá de lo obtenido con la liquidación del dólar soja.
“Me costó entenderlo. Fue un: ‘Te mimo, pero te golpeo’”. La frase
pertenece a un hombre cercano a Alberto Fernández y resume lo que para varios
significó el tuit con el que el miércoles por la tarde Cristina Kirchner lanzó
la primera advertencia contra Sergio Massa desde su desembarco en el Ministerio
de Economía. Fue poco después de que se conocieran los datos de pobreza y el
aumento de la indigencia, que afecta a más de cuatro millones de argentinos.
En su mensaje, Cristina Kirchner le reclamó a Massa una mayor
intervención en las empresas alimentarias, a partir del argumento kirchnerista
que insiste en responsabilizar al sector privado por la inflación.
De esa forma, la vicepresidenta quebró el silencio que se había impuesto
desde que sus críticas contra la política económica terminaron por eyectar a
Martín Guzmán del Ministerio de Economía.
Después de meses volcada a su agenda judicial, Cristina Kirchner volvió
así a dirigir sus dardos hacia la economía.
El mensaje sacudió al Gobierno. Massa hizo trascender ayer que prepara
un bono para los sectores más pobres de la pirámide social, en un intento de
frenar la tensión que generó la advertencia de la vicepresidenta.
El universo del bono aún no está completamente definido. Sería para los
próximos tres meses. El financiamiento será a través de lo obtenido con la
liquidación del campo, a través del dólar soja, una medida que tampoco fue del
agrado de Kirchner.
Cerca de Massa buscaron relativizar el impacto del mensaje de la
vicepresidenta y aseguraron que “ellos (por Kirchner y Massa) hablaron ayer,
antes y después del tuit”, aunque no supieron precisar si la exmandataria le
avisó al ministro que sacaría un mensaje en el que le advertiría sobre si “es
necesaria una política de intervención más precisa y efectiva en el sector y,
al mismo tiempo, diseñar un instrumento que refuerce la seguridad alimentaria
en materia de indigencia”.
“Entre ellos está todo ok”, insistieron, e hicieron foco en que Kirchner
“rescató el trabajo que se viene haciendo desde hace casi dos meses”.
Desde allí también aseguraron que la coalición “es muy amplia” y que “lo
de Cristina fue más un mensaje para la tropa propia, para su gente, que otra
cosa”. Tras lo que agregaron que “Sergio y (el secretario, Gabriel) Rubinstein
también lo plantearon” e insistieron en que el titular del Palacio de Hacienda
“tiene el apoyo total, tanto de Alberto como de Cristina”.
Cerca de Kirchner evitaron hablar del tema y se remitieron a la frase
“Cristina dijo lo que dijo, ni más ni menos”.
En la Casa Rosada fueron más ecuánimes y optaron por explicar que a la
mayoría “no la sorprendió el mensaje”. “Nosotros ya conocemos todos los
formatos: tuit, carta, video”, ironizó un funcionario del Ejecutivo, que
agregó: “Ahora le llegó el turno a Sergio, pero en versión light. Capaz porque
es el primero”, completó una de las voces consultadas.
Más allá de las ironías y la advertencia que leyeron en el tuit de
Kirchner, la realidad es que las fuentes coincidieron en que si bien el mensaje
hace “crujir”, una vez más, la endeble base de la golpeada coalición, no creen
que, de momento, pueda ir más allá de eso.
El tuit de Kirchner también despertó alertas en el interior de la coalición
oficialista.
“Tenemos líos por todos lados, pero también estamos ordenando números y
sumamos índices positivos en varias áreas, no se necesita más fuego o fueguito
interno”, completó un funcionario de primera línea del Gobierno.ß |