Por Javier Blanco - Apenas unos días después de haber modificado una
norma para sumar a las denominadas billeteras digitales a la demanda de títulos
de la deuda pública, el Banco Central (BCRA) resolvió que los bancos también
tengan más opciones de inversión en esos papeles. Lo hizo en procura de
facilitar el financiamiento del Gobierno vía mercado interno, ahora que la
opción de la “maquinita” de emitir quedó vedada.
Concretamente, amplió de 450 a 630 días el plazo máximo de los títulos
del Tesoro que los bancos pueden usar para la integración de los encajes
prudenciales e incorporó dentro de los activos elegibles a los bonos duales,
aquellos que ajustan su capitalporinflaciónopordevaluacióndel peso (la que
resulte más conveniente al tenedor), los bonos a los que la gestión Massa
recurrió para lograr un exitoso canje de deuda el mes pasado,conelquedespejóelmuycargado
cronograma de vencimientos que había dejado Martín Guzmán.
El BCRA tomó esta medida mediante la comunicación A 7614, la segunda
circular en una semana destinada a apuntalar la demanda de bonos por parte de
los bancos (séptima en un año), algo que viene creciendo de manera sostenida si
se considera que destinaban a estas compras el 9,7% de su activo al comenzar la
gestión Fernández y hoy ya ocupan casi el 15% del mismo.
La nueva adecuación se conoció el mismo día en que el Gobierno lanzó la
convocatoria a la segunda licitación de deuda del mes en busca de
financiamiento, que se desarrolló (ver aparte), en procura de captar al menos
$130.000 millones para pagar los vencimientos que enfrenta este viernes.
Fue una subasta en la que ofrece a los inversores (mayoritariamente
privados ahora, ya que las abultadas tenencias de los organismos públicos
fueron al canje de hace un mes y medio) un menú de seis letras y bonos del
Tesoro por $90.000 millones y un extra equivalente a otros US$150 millones.
Las adecuaciones apuntaron a sostener el giro que intenta dar la
Secretaría de Finanzas para salir del cortoplacismo y empezar a reducir además
el costo de financiamiento del Tesoro nacional, que saltó fuerte en los últimos
meses.
“Es una apuesta por testear la demanda más allá de la transición
presidencial, por eso alargaron el horizonte de la letra ajustable por CER
(emiten una nueva post-PASO que caducará en septiembre de 2023) y agregaron el
Dual, ahora que adaptaron las normas para captar a bancos especialmente”,
explican en Cohen Soluciones Financieras.
“La estrategia que venían implementando desde julio consistía en colocar
deuda con vencimiento prePASO. En esta oportunidad buscaron alargarlos”,
coincidieron en Facimex Valores.
Otro empujoncito
En el mercado juzgan que la movida apuntó a aumentar la lista de
instrumentos de la deuda elegibles para los inversores institucionales locales,
aunque sin aumentar la proporción integrabletotal.“Deestemodo,nosubiría la
exposición al sector público, aunquesícambiaríasucomposición, lo que puede
originarles un perjuicio a los bancos, dado que los títulos más largos tienen
un valor de mercado menor”, explicó un analista.
El BCRA ya había modificado la semana pasada otra norma para intentar
lograr que las denominadas billeteras digitales aumenten su exposición a la
deuda del Tesoro nacional. Fue para autorizar que hasta el 45% de los fondos
que esas entidades debían mantener 100% líquidos encajados en las cuentas que a
comienzos de año habían sido obligadas a abrir, pueda ser invertido en bonos
por vencer en hasta cinco años (2027).
Esa flexibilización, como había advertido la nacion, permitió que el
Gobierno incluya al Bonte 2027 (TY27) en el menú ofertado para capturar esa
demanda cautiva de pesos hoy depositados en los bancos. Lo hizo para que pueda
volcarse allí el punto de integración (el tope de del 5%) que tendrían ocioso.
“Podrían levantar de $38.087 millones a $136.000 millones”, estimaron en
Portfolio Personal Inversiones (PPI).
Las adaptaciones buscan que el Gobierno mantenga la buena performance de
los últimos dos meses. “De mantener el nivel de captación mostrado últimamente,
incluso quitando los fondos de multilaterales, el programa financiero de 2022
estaría prácticamente cerrado. La media móvil de los últimos dos meses fue de
$239.000 millones netos, un ingreso que cubriría un déficit primario del 2,69%
del PBI”, destacaron.ß |