Morgan
Stanley volvió a poner a los activos argentinos en escena y ya se adentra en
los escenarios posibles para la economía en 2024, es decir luego de las
elecciones presidenciales. El pronóstico muestra optimismo, aún cuando no elude
las complejas medidas económicas que deberá tomar la futura
administración. En el caso de los bonos, el potencial podría
al 50% (aún con reestructuración), mientras que las acciones podrían trepar
nada menos que 250% en promedio, valuados en dólares.
Según el banco de inversión, la Argentina no tendrá otra alternativa que
ir hacia un ajuste de las cuentas públicas ante la falta de financiamiento y la
escasez de reservas en el Banco Central. La conclusión es que los bonos
siguen muy baratos, aún en un escenario de reestructuración y también
recomienda una serie de acciones, aunque de manera más segmentada.
De acuerdo al informe, la relación entre riesgo y retorno a la hora de
posicionarse en activos argentinos es favorable. Esto significa, en otras
palabras, que vale la pena asumir ciertos riesgos porque la posibilidad de
ganancia es aún mayor.
“Esta vez los mercados no le darán a la Argentina el beneficio de la
deuda, como sucedió en 2015. Por eso, no habrá margen para gradualismo a la
hora de enfrentar la situación fiscal y las reformas que son necesarias para
estabilizar la economía”, asegura el informe de Morgan Stanley.
De acuerdo al análisis vinculado al mercado de deuda, considera que un valor razonable para los bonos estaría
alrededor de USD 37, o sea un 50% en promedio sobre los precios actuales. Y
recomiendan particularmente el 2035. “Quizás ni siquiera sea necesaria
una reestructuración. Pero aún en el caso que ocurra, los precios reflejan una quita del 40%, que luce exagerada.
Aún teniendo en cuenta escenarios muy conservadores, tenemos una postura
alcista para los bonos argentinos”, indica el trabajo encabezado por Fernando Sedano, su economista jefe para Latinoamérica.
“Esta vez los mercados no le darán a la Argentina el beneficio de la
deuda, como sucedió en 2015. Por eso, no habrá margen para gradualismo a
la hora de enfrentar la situación fiscal y las reformas que son necesarias para
estabilizar la economía”, agregan en Morgan Stanley. Al mismo tiempo advierte
que un sinceramiento cambiario y un programa de rápido ajuste en las cuentas
públicas sería en una primera etapa tanto inflacionario como recesivo.
“Si la Argentina tiene margen para hacer frente al pago de deuda en 2024
a partir del financiamiento en los mercados está por verse, pero para eso el
próximo gobierno deberá trabajar mucho para reestablecer la confianza”, agrega.
Las
acciones, de acuerdo al mismo informe, podrían tener una apreciación que va del
230% al 270%. Semejante suba sería posible a partir de un ordenamiento de la
macro, junto a un sinceramiento del tipo de cambio, como también una
recomposición de los márgenes de ganancias de las empresas. Sin embargo,
recomienda concentrarse en algunos papeles particulares y no precisamente en
los que más peso tienen en el índice. En particular, sostiene que no es buen
momento para invertir en papeles bancarios.
Entre los ADR favoritos menciona los de Adecoagro, como una forma de
estar invertido en acciones del sector agropecuario. La intención es apuntar a
una mejora de los márgenes de rentabilidad a partir del dólar soja, pero además
considerando la En relación a las empresas energéticas, una de
las preferidas es Pampa Energía, ante los efectos positivos de la construcción
del nuevo gasoducto posibilidad de un tipo de cambio más alto en el
futuro cercano.
En ese sector, también suma a Central Puerto. Además,
considera que el valor de la energía se mantendrá elevado ante la crisis
europea derivada de la guerra entre Rusia y Ucrania. El informe también destaca
a Loma Negra e indica que en el caso de Mercado Libre, una futura devaluación del tipo de
cambio oficial en Argentina provocaría una disminución en el peso del país
dentro de las operaciones de la empresa.
A pesar del optimismo respecto al futuro de acciones y bonos locales, el
informe de Morgan Stanley no deja de lado el escenario complejo que hay por
delante ni mucho menos: “La situación que recibirá la
futura administración es mucho más compleja que la del 2015. Empezando por una
inflación que es el triple que en aquel momento y que estaría rozando los tres
dígitos para el momento de la elección”, agrega. |