Los mercados asimilan el nuevo equilibrio entre las
grandes monedas del mundo.
La libra esterlina se desplomó este lunes a un
mínimo histórico antes de recuperarse, mientras los operadores esperaban ver si
el Banco de Inglaterra intervendría para aliviar las preocupaciones de que el
plan económico del nuevo Gobierno lleve las finanzas británicas al límite.
No obstante, la depreciación de la libra fue la “punta del iceberg”, pues la tendencia a la revalorización del dólar norteamericano,
un “súper dólar” se impuso frente a otras monedas fuertes y
emergentes. El billete verde, ayudado por la caída de la libra esterlina y un
mínimo de 20 años para el euro, alcanzó un máximo de dos décadas frente a una
canasta de seis monedas relevantes.
¿Qué hay detrás de esta escalada global del
dólar y la devaluación de la libra, el euro y el yuan?
1) Suba de tasas de la Fed. En las últimas
semanas se confirmó una tendencia que marca el rumbo de las finanzas
internacionales: el dólar sube, debido a que la Reserva Federal está elevando agresivamente las tasas de interés. En ese sentido, los diferenciales de tasas de interés entre
EEUU y sus pares se han ampliado significativamente.
La semana pasada se produjo un esperado
aumento de tasas de interés de la Reserva Federal de los EEUU, con los
inversores atentos a las pistas dadas por el banco central norteamericano sobre
la duración y la profundidad del endurecimiento de la política monetaria para
controlar las crecientes presiones sobre los precios.
La Fed elevó su tasa de interés referencial en
75 puntos básicos por tercera vez, a un rango del 3%-3,25%, al final
de su reunión de dos días. Rendimientos más altos en los EEUU no solo
fortalecen al dólar -pues rinde más la compra de bonos norteamericanos por este
retorno-, también contrae la cantidad de dinero en la economía -medida para
paliar la inflación- y genera un efecto de “aspiradora” de capitales
internacionales, que abandonan posiciones de inversión en el extranjero para
aprovechar las tasas norteamericanas.
2) Recorte impositivo en el Reino Unido. El
gobierno británico presentó ante el Parlamento un presupuesto que
contempla una drástica reducción de impuestos, tanto a los hogares como a las
empresas, en un esfuerzo por impulsar la economía y combatir la inflación, un
intento que es considerado por algunos economistas como el más grande en medio
siglo.
El nuevo gobierno británico espera que su plan
evite la recesión, tras la advertencia del Banco de Inglaterra, que anunció
nuevamente una suba en las tasas de interés para parar la inflación. Sin
embargo, los economistas y los inversores expresaron
su preocupación de que el paquete lleve la deuda del Tesoro a niveles
insostenibles y avive la inflación.
“La libra británica llegó a transarse a USD
1,03, en el medio de una crisis política que está teniendo Inglaterra y con el
anuncio la semana pasada del paquete fiscal que no gustó. Para un país que
se caracteriza por disciplina fiscal, parecería que el nuevo gobierno británico
propuso cualquier cosa, literalmente, y ese paquete fiscal salió a ‘romper’ a
libra”, explicó Germán Fermo, Head of Strategy del Grupo IEB (Invertir en
Bolsa).
“No es que la libra sea importante per se en
el mercado financiero internacional, pero la libra es un ejemplo dentro de
muchos otros ejemplos en donde se está sintiendo una muy severa
presión del dólar norteamericano. El yen, por ejemplo, está haciendo también
una enorme causal de intervención en el Banco Central de Japón. No descartan
intervención en la libra británica. Lo cierto es que se estabilizó, pero esto
puede volver a romperse en cualquier momento, dependiendo de lo que se anuncie
en Inglaterra. Que una moneda del G10 llegue a caer un 6% de un par de
minutos es muchísimo por lo tanto tuvimos un crash en la
libra británica”, indicó Fermo.
La caída de la libra, que ya se había desplomado un
3,6% el viernes tras la presentación de los históricos recortes de
impuestos del nuevo ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, financiados
por el mayor aumento del endeudamiento desde 1972, repercutió en los mercados.
Este lunes la libra se hundió a un mínimo histórico de 1,0327 dólares.
3) Un golpe a todas las grandes monedas. Esta
claro que el fortalecimiento del dólar es parte de una tendencia internacional
que excede a la economía del Reino Unido. El índice dólar, que mide al billete
verde frente a una cesta de monedas importantes, subía un 0,2% a 113,41
unidades, tras alcanzar por la mañana de este lunes las 114,58 unidades
por primera vez desde mayo de 2002.
El euro también tocó un mínimo de 20 años frente al
dólar, al situarse en 0,9528 dólares y bajaba luego un 0,3 por ciento. En
Japón, las autoridades reiteraron que están preparadas para responder a los
movimientos especulativos de la moneda, tras haber intervenido la semana pasada
para apuntalar al yen por primera vez desde 1998. Justamente el dólar avanzaba
un 0,6% a 144,23 yenes, para acercarse a un nuevo al máximo de 24
años alcanzado el jueves, de 145,90. Ese mismo día obligó al Banco de
Japón a intervenir en la compra de yenes por primera vez en más de 20 años.
El yen japonés se depreció a su nivel más bajo
contra el dólar en 24 años
Los acontecimientos en el Reino Unido, con los
nuevos planes fiscales del Gobierno que desencadenan una rápida liquidación de
la libra esterlina, reflejan una creciente incertidumbre sobre la dirección de
la economía del país y podrían generar una mayor tensión económica en
Europa y Estados Unidos, dijo este lunes el presidente de la Reserva Federal
(Fed) de Atlanta, Raphael Bostic.
4) Secuelas para los países emergentes. Como
es de esperar, un dólar más fuerte para lo que queda de 2022 se hace sentir en
las economías en desarrollo, con tipos de cambio más volátiles que en los
países centrales.
En Brasil, el dólar subió a 5,40 reales, su precio
más alto den dos meses, para anotar una mejora superior al 7% en septiembre.
Asimismo, el billete de los EEUU se aprecia más de 3% frente al yuan chino en
lo que va de septiembre. El dólar, a 7,14 yuanes, alcanza así su precio más
alto desde enero de 2008.
“La reacción al plan propuesto (en reino Unido) es
una preocupación real y un temor de que las nuevas acciones agreguen
incertidumbre a la economía”, agregó Raphael Bostic en una entrevista por
webcast con The Washington Post. “La pregunta clave será qué
significa esto para, en última instancia, debilitar la economía europea,
que es una importante consideración para el desempeño de la economía
estadounidense”, añadió. |