Sábado 24 - Por Daniel Sticco - La aceleración de la tasa de
inflación, de un ritmo inicial de 50% anual en enero a 78% en agosto y que se
proyecta en las pautas
del Presupuesto de Gastos y Recursos para 2023 en 95% para diciembre próximo, arrastra
inexorablemente el aumento de las partidas vigentes para el resto del 2022, en
particular en las áreas que ajustan con rezago trimestral por la variación del
Índice de Precios al Consumidor del Indec (IPC) y de los recursos de la Anses,
como es el caso del “gasto social”.
Ese efecto se aprecia con claridad al comparar los créditos
presupuestarios vigentes para el conjunto de la Administración Central de
$16,29 billones, con el presentado como cierre para todo el año en el
Presupuesto 2023 de $16,77 billones. Esto es, se estima que a través de
Decisiones Administrativas de la Jefatura de Gabinete de Ministros y del ministro
de Economía, o bien por medio de un Decreto ómnibus de centenares de páginas
como ha ocurrido casi ininterrumpidamente en cada último trimestre del año en
las últimas dos décadas, se dispondrá una ampliación neta del gasto público en
$480.000 millones, con subas y bajas en el desagregado por principales
jurisdicciones.
Entre los Ministerios que se prevé
acusarán recortes nominales una vez más, como ocurriera en agosto último,
se destacan los de Educación $45.336 millones; Salud $44.302 millones; y
Transporte $40.000 millones, aunque la mayor poda la sufrirá la Tesorería con
$63.970 millones, y por extensión las provincias que tendrán una caja más
delgada a dónde acudir para recibir transferencias discrecionales, como se ha
observado desde el inicio del año.
En menor medida, se advierten otras disminuciones en las autorizaciones
a gastar (crédito presupuestario en la jerga de las finanzas públicas)
respecto del total asignado que hasta el 16 de septiembre registra la Oficina
de Presupuesto de la Secretaría de Hacienda a cargo del histórico en el
área, Raúl Rigo, en Desarrollo Territorial y Hábitat $24.514
millones; Obras Públicas 11.091 millones; Turismo y Deportes $5.000 millones; y
Cultura $3.000 millones.
Por el contrario, la aceleración de la inflación forzará ampliar la
partida máxima actual para Trabajo, Empleo y Seguridad en $418.410 millones,
principalmente para el pago de las jubilaciones y pensiones con el próximo
incremento que surja de la aplicación
de la Ley de Movilidad previsional desde el 1 de diciembre y su
efecto pleno sobre el medio aguinaldo que se liquida ese mes.
La aceleración de la inflación forzará ampliar la partida máxima actual
para Trabajo, Empleo y Seguridad en $418.410 millones, principalmente para el
pago de las jubilaciones y pensiones (EFE)
En segundo lugar, se proyecta un aumento de $142.192 millones en la
partida para servicio de la deuda
pública (pago de intereses) indexada por inflación y por la variación cada
mes más alta del tipo de cambio oficial (bonos dólar linked), pese a las
reestructuraciones que postergaron vencimientos para el año próximo.
También por ajustes en jubilaciones y de los salarios se asume
que se elevará en $85.156 millones el crédito para el Ministerio de
Seguridad; y en $16.193 millones el de Defensa. En tanto, se incrementará
en $40.241 millones la partida para Presidencia de la Nación, y en menor
medida aparecen: $7.198 millones para la Jefatura de Gabinete de Ministros; y
$6.295 millones para el Ministerio Público; entre otros..
En la decisión de asumir nuevos recortes de los créditos presupuestarios
para los próximos meses habría gravitado el análisis de la subejecución de las
partidas asignadas
Cabe observar que, en la decisión de asumir nuevos recortes de los
créditos presupuestarios habría gravitado el análisis de la subjecución hasta
el momento de la presentación del Mensaje a
Diputados para su tratamiento en las próximas semanas de las
partidas en proporción del tiempo transcurrido desde el inicio de 2022,
aproximadamente 72%, por parte de cada Ministerio: Educación 11,4% (usó 60,4%);
Salud 14,7% (57,1%); Transporte 13,2% (58,6); Obras Públicas 14% (57,8%);
Cultura 16% (55,8%), Obligaciones a cargo del Tesoro 21,1% (50,7%); entre
otros.
Pero no se trata de una condición excluyente la subutilización del
Presupuesto, porque, por el contrario, pese a la austeridad mostrada hasta el
presente se proponen refuerzos significativos en diversas jurisdicciones de la
Administración Central. Son los casos de Jefatura de Ministros 25,7% (46,1%); Presidencia
de la Nación 9,5% (62,3%); Trabajo 5,9% (65,9%); y Defensa 6% (65,8%);
principalmente.
De concretarse esos ajustes en lo que resta del año el Presupuesto 2023
planifica un crecimiento del total de gastos en valores nominales del 71,2%.
Pero, si por el contrario, el Jefe de Gabinete de Ministros junto al ministro
de Economía no ejercen la facultad delegada por el Congreso para aumentar y
reasignar nuevas partidas –”siempre que cuenten con las fuentes de
financiamiento, a través del crédito o incremento de los recursos”-, la suba
nominal de las erogaciones se eleva a 76,2 por ciento.
Variaciones en los ingresos
No sólo las autorizaciones de más gastos se advierten en el Presupuesto
para el resto de 2022, también en los recursos, aunque a tono con el efecto
negativo que la aceleración de la inflación provoca sobre la actividad
productiva y comercial, el incremento esperable se fijó en apenas $146.864
millones. Y como en el caso de las erogaciones, se detectan alzas y bajas
nominales.
Entre las primeras, de la comparación del crédito vigente y del que
surge de las planillas de la Administración Nacional -Cuenta
Ahorro-Inversión-Financiamiento- del Presupuesto 2023, se desprenden subas
de $244.344
millones, probablemente por el esperado cobro del “anticipo extraordinario de
Ganancias de los grandes contribuyentes”, además del impacto directo que
la nueva “nominalidad” -suba generalizada de los precios al consumidor- tiene
sobre las bases imponibles de IVA, Internos, Débitos y Créditos Bancarios,
principalmente.
En menor medida se proyectan mayores recursos de la Seguridad Social ($16.612
millones); y en los ingresos no tributarios ($1.349 millones).
En cambio, se asumen disminuciones en la generación de ingresos por
“Rentas de Propiedad”, como se definen a las ganancias contables de las
tenencias de activos variables, como del Fondo de Garantía de Sustentabilidad
de la Anses, y de las reservas en divisas del Banco Central: caen en $87.290
millones; y en menor medida en las transferencias esperadas de capital: $28.215
millones.
De cumplirse esa ejecución presupuestaria, el crecimiento del total de
los recursos será el próximo año de 78,5%, en caso contrario, la variación se
ampliaría a 80,6 por ciento.
Resultado final esperable
Hasta ahora, la Administración Pública Nacional prevé para 2022, en caso
de ejecución plena de las partidas de gastos autorizadas y cumplimiento óptimo
del lado de los recursos, un déficit primario (antes del pago de intereses de
la deuda) de $2,75 billones; y financiero de $3,94 billones; en tanto con
los cambios incluidos en las planillas del Mensaje del Presupuesto 2023 para el
año en curso, esos desequilibrios se elevan a $2,94 billones y $4,27 billones,
en cada caso.
Para el año próximo se asume sendos aumentos nominales del déficit
primario (antes del pago de intereses de la deuda pública) y financiero (total)
de 27,7% y 50,9% en comparación con el que ahora se estima cerrará el corriente
año, a $3,74 billones y $6,4 billones, respectivamente.
Pero, si se hacen los cotejos entre los resultados esperados para el año
próximo y los actuales sin las modificaciones proyectadas para el resto de
2022, ambos desequilibrios de las finanzas públicas se elevan a 36,3% y 62,6%,
en cada caso.
Sin embargo, el resultado final de las finanzas públicas dependerá
de la explicitación de un plan económico integral que contemple reducir la
enorme brecha entre los precios relativos de la macroeconomía: tipo de cambio,
tarifas, salarios, y entre el resto de los regulados y los plenamente, así como
revertir el largo proceso de desinversión y estancamiento del empleo privado
asalariado que acumula más de un lustro en valores nominal, y casi una década
cuando se lo ajusta por el crecimiento vegetativo de la población.
La persistencia de los enormes obstáculos para ordenar rápidamente el
conjunto de las variables macroeconómicas explica que en el largo Mensaje del
Presupuesto 2023 -cuenta con 4.821 folios- se incluye una vez más el artículo 8
que establece: “Autorízase al Jefe de Gabinete de Ministros, previa
intervención del Ministerio de Economía, a introducir ampliaciones en los créditos
presupuestarios aprobados por la presente ley y a establecer su distribución,
en la medida en que ellas sean financiadas con incremento de fuentes de
financiamiento originadas en préstamos de organismos financieros
internacionales de los que la Nación forme parte y/u originadas en créditos
bilaterales que se encuentren en ejecución o que cuenten con la autorización
prevista en la planilla anexa al artículo 37, siempre que ellos estén
destinados al financiamiento de gastos de capital”.
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