Por Esteban Lafuente - Muchos argentinos tienden a abandonar el peso y
buscar proteger sus ahorros en otras monedas, a partir de la inestabilidad
económica que arrastra el país, la inflación de doble dígito desde hace más de
15 años y la pérdida de confianza en el peso, cuyo poder de compra se evapora mes
a mes. En ese contexto, año a año se incrementa el monto de dinero que los
ciudadanos atesoran fuera del sistema local: según las últimas estimaciones
oficiales, la cifra ya supera los US$257.975 millones.
Ese monto, que crece trimestre a trimestre en las estimaciones del
Indec, contempla los fondos alojados en cuentas bancarias declaradas en el
exterior, el dinero atesorado en cajas de seguridad o los billetes guardados
“en el colchón”, tanto en dólares como en otras divisas.
El dato corresponde a las últimas estimaciones del Indec para el segundo
trimestre de este año, y se publicó ayer en el informe de Balanza de Pagos,
posición de inversión internacional y deuda externa, que contempla el flujo
financiero de la Argentina con el exterior.
La cifra es un 3,2% superior en comparación con el monto estimado por el
Indec un año atrás (US$249.971 millones). No obstante, si bien en términos
nominales refleja un crecimiento, ese alza se ubica por debajo de la inflación
registrada en los Estados Unidos (9,1% interanual en julio).
Según las últimas estimaciones del Indec, el dinero guardado fuera del
sistema, contemplado dentro del segmento “Otras inversiones” en la Posición de
inversión internacional, se incrementó en US$286 millones con respecto al
primer trimestre del año. Si se considera la evolución en el último año, el
monto que los argentinos atesoran fuera del sistema creció en US$8804 millones
(3,2%).
La dolarización de los ahorros y la huida del sistema local es una
tendencia que hace años marca a la economía argentina y no distingue gobiernos
y administraciones. La acumulación de sucesivas crisis económicas, cepos,
confiscaciones de depósitos, inflación, cambios de moneda, déficit fiscal,
emisión y pérdida del poder adquisitivo configuraron un escenario de
desconfianza hacia el sistema financiero local y en el peso como refugio para
los ahorros.
Mientras la inflación argentina se encamina este año a un piso del 94%,
según las últimas estimaciones de economistas privados y el proyecto de
presupuesto 2023 que el Gobierno llevó al Congreso –sería el registro anual más
alto desde 1991–, los argentinos intentan huir del peso para evitar el impacto
de su pérdida de poder adquisitivo. Así, la moneda local es usada para
concretar pagos y transacciones cotidianas (si bien algunas operaciones, como
la compraventa de propiedades, se estima y se concreta en dólares) y perdió su
rol como reserva de valor. Muchos de quienes tienen capacidad de ahorro
recurren al dólar u otras divisas para mantener su capital.
El crecimiento del stock de ahorros fuera del sistema local cobra mayor
peso cuando se coteja ese dato con otras variables de la economía. Por ejemplo,
la cifra informada por el Indec equivale a más de seis veces las reservas
brutas del Banco Central (BCRA).
“La acumulación de activos externos que quedan por fuera del sistema
tiene larga data, por lo que la cifra actual, si bien es significativa, no es
más que un reflejo de la continuidad de la debilidad en la demanda de pesos.
Esto es en un contexto donde la inestabilidad macroeconómica es la norma más
que la excepción, situación que se plasma en una desconfianza en los activos
locales en un contexto de tasas reales sistemáticamente negativas dada la
escalada de los precios”, dice Milagros Suardi, economista de la consultora Eco
Go.
“El fenómeno se fue profundizando con el correr de los años en tanto la
economía convive con una restricción a la compra de dólares oficiales y una
elevada brecha cambiaria”, agrega la analista.
El informe del Indec incluye a su vez otros rubros que ilustran cómo los
argentinos eligen destinar sus bienes a instrumentos o activos fuera del país.
Según el organismo, en el concepto de “Inversión directa” (bienes, propiedades
u otros activos físicos) los argentinos tienen declarados US$43.352 millones.
En comparación con igual trimestre de 2021, ese stock se incrementó en US$1635
millones (3,8%).
En tanto, la categoría “Inversiones de cartera”, que contempla títulos
públicos, acciones y otros instrumentos financieros, concentra unos US$75.444
millones.ß
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