Por Gustavo Ybarra - Con el impulso de Cristina Kirchner, el oficialismo
convocó a sesión para hoy en el Senado con el objetivo de modificar la
integración de la Corte Suprema, aumentando la cantidad de sus miembros. Tras
una intensa negociación con legisladores aliados, la vicepresidenta aceptó
modificar el proyecto acordado con los gobernadores, que preveía un tribunal de
25 integrantes, y plantear una conformación de 15 miembros para la Corte (sobre
los 5 actuales).
La avanzada kirchnerista desató el rechazo de la oposición: “Buscan
impunidad; es otro ataque a la Justicia”, advirtió Juntos por el Cambio. Lo ven
como otro capítulo del enfrentamiento que la vicepresidenta mantiene con la
Justicia por el desarrollo de las causas de corrupción en su contra. Pero el
oficialismo podría imponer su voluntad con el apoyo de los senadores Adolfo
Rodríguez Saá (San Luis), Alberto Weretilneck (Río Negro) y Clara Vega (La
Rioja), aunque la iniciativa tiene pronóstico incierto en Diputados.
El oficialismo convocó a sesión para hoy en el Senado con el objetivo de
aprobar la ampliación de la Corte Suprema, una medida que es impulsada por
Cristina Kirchner en el marco de su enfrentamiento con la Justicia, que se
agudizó con la disputa por la conformación del Consejo de la Magistratura y la
acusación del fiscal Diego Luciani contra la vicepresidenta en la causa
Vialidad.
Tras varios días de cabildeos internos, el kirchnerismo finalmente
decidió modificar el proyecto original, que elevaba a 25 los jueces del máximo
tribunal, y aceptará reducirlo a 15. Con este cambio, entre otros que se le
introducirán al dictamen cuando se discuta en el recinto, logrará alcanzar los
votos que le faltaban para poder enviarlo en revisión a la Cámara de Diputados,
donde el proyecto tiene un destino incierto dada la volátil relación de fuerzas
que existe en ese cuerpo.
Ayer por la mañana, el jefe del bloque del Frente de Todos, José Mayans
(Formosa), les adelantó la voluntad del oficialismo de llevar el tema al
recinto a los líderes parlamentarios de Juntos por el Cambio, según confiaron
voceros oficiales.
“Nosotros no vamos a dar quorum”, anticipó su rechazo Luis Naidenoff
(Formosa), presidente de la bancada radical. Fue la primera de una catarata de
rechazos de la principal coalición opositora.
La confirmación de la convocatoria llegó unas horas después, con el
decreto que llama a sesión para las 14.30 de hoy y que incluye, además, los
pliegos de los tres jueces nominados para la controvertida Cámara Federal de
Comandante Luis Piedrabuena (Santa Cruz), que también cuentan con el rechazo de
la oposición. Uno de ellos es Marcelo Bersanelli, que se desempeñó como abogado
de Cristina Kirchner ante una diligencia ordenada por el fallecido juez Claudio
Bonadio.
El proyecto que se someterá a discusión es el impulsado por los
gobernadores peronistas, que eleva la integración del tribunal a 25 miembros.
Sin embargo, el dictamen firmado hace casi tres meses, el 29 de junio, sufriría
modificaciones en el recinto y se terminará aprobando un tribunal con una
conformación de 15 miembros, según confiaron fuentes legislativas del Frente de
Todos.
Con esta concesión, el kirchnerismo alcanzará la mayoría que necesita
para aprobar la ampliación de la Corte, ya que sumará el apoyo de Adolfo
Rodríguez Saá (San Luis), que se negaba a votar el proyecto acordado por los
mandatarios peronistas con Cristina Kirchner por considerar excesivo el número
de magistrados propuesto y porque en ningún momento establecía que la Corte de
25 miembros se integraría con un juez por cada provincia y uno por la Nación,
como sostuvieron sus autores intelectuales cuando lo presentaron en la Cámara
alta a mediados de junio.
Además, con el cambio en la integración el kirchnerismo también lograría
sumar los votos de Alberto Weretilneck (Juntos Somos Río Negro), autor de un
proyecto que elevaba a 16 los miembros de la Corte, y de la exopositora Clara
Vega (La Rioja), que, como Rodríguez Saá, cuestionaba el número de magistrados
propuesto por los gobernadores.
Tal como anticipó la nacion, pocos días después de que se produjera el
fallido intento de magnicidio contra Cristina Kirchner, el sector ultra de la
bancada oficialista que responde a la vicepresidenta se juramentó avanzar con
la agenda legislativa propia.
Desde que se firmó el dictamen al proyecto de los gobernadores, a fines
de junio, el kirchnerismo vio frustrarse varios de sus intentos de aprobar el
proyecto. La negativa de Rodríguez Saá, Weretilneck y Vega se había convertido
en un obstáculo insalvable para los planes del kirchnerismo duro.
Por eso, y tras varias semanas de diálogo, la vicepresidenta terminó
dando su luz verde para modificar el proyecto con el objetivo de reunir el
número de votos que le permita aprobar la ampliación de la Corte.
Los cambios se comenzaron a discutir en la noche del martes, en una
reunión del interbloque del Frente de Todos en la que Rodríguez Saá volvió a
plantear su negativa a aceptar una Corte de 25 jueces, pero en la que mostró su
disposición a cambiar de postura si se aceptaba impulsar una integración con
menos magistrados.
Antes de que los gobernadores irrumpieran con su propuesta, pensada para
presionar al máximo tribunal que debe fallar en el reclamo de la ciudad de
Buenos Aires por los fondos de coparticipación que le quitó el oficialismo para
financiar al gobierno de Axel Kicillof, el Frente de Todos discutía tres
propuestas de ampliación. Una de Rodríguez Saá, que volvía a la Corte de nueve
miembros de la década del 90; una de la kirchnerista Silvia Sapag, con 13
jueces; y la de Weretilneck, de 16 cortesanos.ß |