Por Carlos Keller - Cuando a finales del año pasado el Fondo
Monetario Internacional (FMI) empezó a darle forma a una
propuesta que había impulsado el exministro de Economía, Martín Guzmán, para
armar un fondo con Derechos Especiales de Giro (DEG) de países ricos que no
estén usando ese dinero, en el gobierno argentino comenzaron a frotarse
las manos.
La idea era poder acceder a algunos dólares frescos con la
intención de reforzar las alicaídas del reservas
del Banco Central en un año en el que a pesar de tener un récord histórico
absoluto en materia de exportaciones, casi no pudo sumar divisas.
Finalmente el FMI comenzó a elaborar el denominado Fondo de Resiliencia,
que en realidad va a ser un fideicomiso con DEGs, que es la moneda en la que se
maneja el organismo multilateral de crédito. Estrictamente hablando, el
Fondo no va a ser en sí mismo del FMI, sino una administración
paralela. Le está costando bastante a Kristalina Georgieva, la directora
gerente del FMI, convencer a los países ricos que depositen ese dinero, pero lo
estaría logrando. Se espera que para fin de año quede conformado. Serían
el equivalente a u$s45,000 millones, es decir, casi toda la deuda que tiene la
Argentina con la institución.
Argentina aspira a un nuevo crédito del FMI:
sus posibilidades
Técnicamente, la Argentina se ubica en el límite más alto en cuanto
a naciones que podrían beneficiarse de algún crédito del
fideicomiso. Podría aspirar a u$s1.300 millones. En el Palacio de
Hacienda vienen observando esa potencial fuente de financiamiento desde hace
meses con mucho interés, pero según plantean algunos economistas que transitaron
los pasillos de entidad ubicada
al 700 de la calle 19 en Washington, le costaría mucho al titular del Palacio de Hacienda,
Sergio Massa, fundamentar un pedido de préstamo.
"Sería muy difícil que el FMI pudiera usar ese fondo para
aumentar la exposición con un país con el que tiene el programa más grande y
con el cual no hay compromisos de reformas estructurales" explicó Héctor
Torres, exdirector por el Conosur del FMI durante la anterior gestión de
Mauricio Macri.
Un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) señala que el
fondo de Resiliencia se creo en mayo de este año "con el objetivo de
asistir a países de ingresos bajos, de ingresos medios vulnerables y estados
pequeños que enfrenten riesgos estructurales de largo plazo para su
balance de pagos".
"Inicialmente, apoyará reformas estructurales relacionadas con el
cambio climático y la prevención de pandemias", indica el informe de la
OPC. El financiamiento se instrumentará a través de una nueva línea de crédito,
la Facilidad de Resiliencia y Sostenibilidad (Resilience and Sustainability
Facility; RSF), que ofrece tasas de interés bajas y plazos de repago extensos (20
años, con un período de gracia de 10 años).
El monto de cada préstamo se determina caso por caso, con un límite
máximo equivalente al 150% de la cuota del país en el FMI o DEG 1.000
millones (u$s1.300 millones), lo que sea menor. De este modo, Argentina podría
solicitar financiamiento por hasta u$s1.300 millones.
El informe de la oficina técnica del Poder Legislativo señala que tres
cuartas partes de los miembros
del FMI resultan elegibles para el RSF. Para acceder al financiamiento, los países elegibles deben
contar con un programa activo con el FMI, implementar un paquete de
medidas en línea con el objetivo del FFRS, y presentar niveles de deuda
sostenibles y una adecuada capacidad de repago."En base a la demanda
estimada, el FMI apunta a conseguir en el corto plazo aportes por al menos
$s45.000 millones para fondear el FFRS. El comienzo efectivo de las
operaciones de préstamo está previsto para finales de año", indica el
reporte.
El actual programa con el Fondo disminuye las
expectativas
Claudio Loser, ex director del Hemisferio Occidental del FMI en los años
90’, quien muchas veces se sentó a negociar acuerdos con Argentina, considera
que políticamente no sería correcto que Argentina se anote para recibir
fondos. "No sé realmente si habría simpatía de eso. El objetivo de ese
fondo no es tanto ayudar a países en crisis, sino a países que están en real dificultad,
fundamentalmente de ingresos bajos o ingresos medios. Es probable que no haya
gran simpatía para decir que Argentina tenga acceso. Hay 80 países que
están abajo de Argentina", señala Loser quien plantea que si Massa quiere
acceder va a tener que elaborar un pedido "muy razonable".
El economista Ivan Carrino opinó que la Argentina fue beneficiada
por el aumento del precio de los commodities de modo que tal vez no podría
entrar. "El tema de Argentina es que le debe 45.000 millones. Tal vez
alguna estratagema van a encontrar", explicó.
Lo que
trascendió hace unas semanas es que la Argentina podría llegar a solicitar el
préstamo en octubre, luego de aprobada la revisión de los números del
segundo trimestre que se cumplieron con muchas dificultades. Pero en el Ministerio de
Economía aseguran que está fuera de la revisión. Como se trata de un fondo para
apoyar cuestiones ambientales, entre otras, no entraría en la revisión típica
del acuerdo de Facilidades Extendidas en vigencia. |