Por Florencia Barragán - El
secretario de Comercio Interior y Exterior, Matías Tombolini, le
aseguró a empresarios pymes que ve “viable” aplicar cambios
para acceder a importaciones con el dólar oficial, según revelaron
fuentes de la Confederación Empresaria Argentina (Cgera),
en diálogo con Ámbito. La prioridad será para
insumos de pymes en estado “crítico”.
Luego de recibir los reclamos de la Unión Industrial Argentina (UIA),
este martes Tombolini se acercó a la sede porteña de Cgera. En el encuentro, que duró dos horas, hubo
quejas diversas: desde kiosqueros que no están abastecidos con figuritas del
Mundial, hasta una pyme que su proveedor de China le acaba de iniciar acciones
legales porque no le pagó u$s10 mil dólares en importaciones.
Sobre las posibles soluciones para las importaciones, Tombolini les
pidió que unifiquen los reclamos, y que no vayan al Banco Central “caso por
caso”. El viernes tendrán un nuevo encuentro, donde Cgera le llevará un listado
de los casos críticos. Las mayores dificultades están en el sector de la
óptica, gráfica y marroquinería, donde no hubo paradas de planta, pero si
recortes en turnos y líneas de producción. En julio, primer mes de las mayores
restricciones, cayó la capacidad instalada después de 5 meses al alza, según
publicó este martes el INDEC.
Los
industriales le plantearon una serie de modificaciones en la forma de acceder
al dólar oficial mayorista, hoy en $143. “Nos dijo que lo ve viable”, contó uno
de los presentes. Sin embargo, les anticipó que tiene que conversarlo
con el Banco Central y con el ministro de Economía, Sergio Massa. Además, le
deberán llevar los “programas de importación” para lo que quede del 2022 y para
2023. Además, Tombolini admitió que hay un “cuello de botella en las Simis B”,
y anticipó que en estos casos podrían acortarse los plazos para acceder al
MULC, que hoy son de 180 días. Podrían bajarse a 90 pero bajo dos condiciones:
en los casos que sea para insumos de pymes (no de grandes empresas), y que no
tengan producción local. La queja de los empresarios fue que hay bienes con
licencias no automáticas porque en el pasado se producían en el país, pero no
actualmente. La otra alternativa sería pasar licencias no automáticas a
automáticas. Sin embargo, las licencias automáticas, o Simis A, tampoco
aseguran el acceso al dólar. Por eso, uno de los pedidos es retomar una agenda
que habían cerrado con Daniel Scioli, pero que quedó trunca cuando terminó su
fugaz mandato en el Ministerio de Desarrollo Productivo. Implicaba que las
pymes que importan menos de u$s 1 millón anuales tengan mayor libertad en el
acceso. Un empresario le contó a Tombolini su caso: factura u$s6 millones por
año, importa u$s800 mil y tiene 5 simis frenadas, pese a contar con cupo.
Hay molestia entre las pymes y el Banco Central. Según contó un
empresario, durante su corta gestión Scioli los mandó a buscar financiamiento a
un banco privado, por recomendación del titular del Banco Central, Miguel
Pesce. Sin embargo, el industrial contó que tuvo la aprobación de un crédito a
180 días, con una tasa de 10% en dólares, pero que cuando tenían que girarle
los dólares, en el banco le dijeron que finalmente no había más cupo. Si bien
tiene frenados pago de importaciones de insumos por u$s 100.000, el industrial
contó que tiene la urgencia de pagar tan solo u$s 10 mil, porque el proveedor
de China ya le inició acciones legales. “Deposité dólares propios en la cuenta
y no me permiten girarlos afuera. Ahora, si los tuviera en una cuenta en el
exterior, podría enviarlos sin problema. Es un premio al que se la llevó
afuera”, se quejó el empresario.
Blanqueo
industrial
Marcelo
Fernández, titular de la Cgera, le presentó
a Tombolini una especie de “blanqueo industrial”.
Desde la confederación lo llaman “exteriorización de activos externos” con el
fin de pagar importaciones de bienes de capital e insumos industriales
esenciales. Buscan los mismos beneficios que tiene hoy la construcción.
En diálogo con Ámbito, Fernández contó cuál fue la reacción de
Tombolini: “Le pareció bien, nos anticipó que lo va a hablar con Economía y el
Banco Central”. Sobre la propuesta, el titular de Cgera aclaró: “Vamos a
demostrar que no es dinero mal habido, sino ahorros propios, en una economía
que tiene el 40% en la informalidad y u$s 180 mil millones en el colchón”. Sin
embargo, Fernández no se mostró optimista: “Por más que entran más dólares en
créditos y liquidaciones, el Gobierno quiere recomponer reservas”. |