Massa se reúne con la jefa del FMI y espera asegurar el envío de US$4000
millones
Por Rafael Mathus Ruiz - WASHINGTON (De nuestro corresponsal).– en el
último día de su gira por estados Unidos, el ministro de economía, sergio
Massa, tendrá hoy dos de las reuniones más importantes. se encontrará con David
lipton, funcionario clave del Departamento del tesoro, y después del mediodía
verá a la directora gerente del FMI, Kristalina georgieva. la intención es que
tras las reuniones de los equipos técnicos del encuentro pueda surgir un
acuerdo sobre las metas fiscales y de reservas del segundo trimestre pactadas
con el organismo. el paso siguiente será la elevación de ese acuerdo al
directorio para que, de aprobarse, envíe la cuota de Us$4000 millones que
engrosará las reservas.
en paralelo, el gobierno tiene listo un DNU para que las firmas
tecnológicas que aumenten sus exportaciones puedan disponer libremente de los
dólares hasta 50% de esa suba.
WASHINGTON.– Antes de viajar a Washington, el equipo de Sergio Massa
dedicó dos semanas con dos o más reuniones diarias de Zoom al trabajo con los
técnicos del Fondo Monetario Internacional (FMI). En Washington, sumaron otra
semana más, cara a cara. Ese esfuerzo culminará hoy, cuando Massa y su equipo
esperan anunciar un nuevo acuerdo con el Fondo que libere casi US$4000 millones
frescos para alimentar las reservas y cubrir pagos de la deuda, y aporte algo
de certidumbre sobre el futuro del programa económico.
Antes, Massa tendrá dos citas en su último y crucial día en Estados
Unidos. Primero, irá al Tesoro, donde se reunirá con David Lipton, asesor de la
secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y el funcionario del gobierno de Joe Biden
que mejor conoce la economía argentina, y Michael Kaplan, el hombre del Tesoro
abocado a América Latina, con quien el equipo de Massa ya tuvo una reunión
preparativa. Massa irá después al Fondo para ver a la directora gerente,
Kristalina Georgieva, y al equipo técnico del organismo que sigue el programa
argentino.
La delegación argentina tiene previsto emprender su regreso a Buenos
Aires al final del día.
Massa, su equipo y el Fondo blindaron las discusiones bajo un cono del
silencio. Nadie quiso anticipar el desenlace o brindar detalles de qué se
discutió en las negociaciones, más allá de lo ya sabido: se revisaron los
números del segundo trimestre –el Gobierno dijo que alcanzó las metas pactadas
en el acuerdo, aunque con trucos con la cifra de reservas y una dosis de
contabilidad creativa de Martín Guzmán y sus colaboradores–, y se definió cómo
seguirá el programa hacia adelante. Los objetivos para este año están en
capilla, pero Massa dijo que el Gobierno tiene que “trabajar para cumplirlos”.
Las dos metas centrales que el Gobierno debe lograr este año son un
déficit fiscal primario equivalente al 2,5% del producto bruto interno (PBI) y
sumar 5800 millones de dólares de reservas netas. Ambas metas están en duda, en
particular la de las reservas. Massa logró dos avances en ese frente esta
semana, aunque a costa de sumar más deuda: puso en marcha el dólar soja, que
elevó las liquidaciones del complejo sojero, en un complejo esquema que incluye
la emisión de una letra en dólares del Tesoro para el Banco Central, y amplió
la asistencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que este año
aportará 1200 millones de dólares de libre disponibilidad, 400 millones más de
lo previsto originalmente.
Una buena parte del trabajo con el Fondo estuvo abocada a definir cómo
sigue el programa hacia adelante y cómo planea el Gobierno asegurar que se
cumplan las metas que acordó Guzmán, en marzo de este año. Hasta ahora, el
Gobierno ha buscado proyectar un fuerte compromiso con esos objetivos. De
hecho, el motivo principal que impulsó el nuevo viaje Silvina Batakis a
Washington, ahora como presidenta del Banco Nación, es mostrar continuidad en
ese compromiso, pese a los cambios de nombres.
Las discusiones con el Fondo también alcanzaron al proyecto de
presupuesto para el año próximo, cuando, según lo acordado con el organismo
multilateral, el Gobierno deberá reducir el déficit fiscal primario al 1,9% del
PBI. El secretario de Hacienda, Raúl Rigo, ya regresó a Buenos Aires para
terminar de preparar el proyecto de ley que Economía enviará al Congreso.
Si el Gobierno llega a incumplir algunas de las metas previstas, deberá
pedir un waiver o perdón al directorio del Fondo, un escenario que economistas
creen podría darse a fin de año, cuando se discuta el tercer trimestre, o a
principios del año próximo, cuando se revisen las metas anuales. El Gobierno
cuenta con un fuerte respaldo del gobierno de Joe Biden, un blindaje político
al que Massa, al menos en este viaje, dijo que no recurrió. Estados Unidos es
el principal accionista en el Fondo y juega un papel decisivo en las
discusiones en el board del Fondo, que suele tomar decisiones por consenso.
Más allá del acuerdo con el FMI, el otro tema que tiene en carpeta el
Gobierno es la posibilidad de cerrar un convenio de intercambio automático de
información financiera con el gobierno norteamericano con la intención de
detectar, al menos, US$100.000 millones depositados en cuentas de argentinos en
los Estados Unidos, según estimaciones del Gobierno. Aunque el Gobierno dijo
que ya tiene un acuerdo técnico con Estados Unidos, en la delegación argentina
deprimieron las expectativas en los últimos días respecto de la posibilidad de
que se llegue a la firma, sin llegar a confirmar, incluso, que Massa toque el
tema en su reunión con Lipton. |