Domingo 11 - Por Santiago
Dapelo - El Gobierno busca recaudar unos 5000 millones de dólares a partir de
la firma del convenio de intercambio automático de información financiera con
la intención de detectar unos US$100.000 millones, según las estimaciones que
hace la Casa Rosada, depositados en cuentas sin declarar de argentinos en los
Estados Unidos.
Mañana será un día clave en ese sentido. El ministro de Economía, Sergio
Massa, buscará sellar de palabra el acuerdo en la reunión que mantendrá con
David Lipton, en el Departamento del Tesoro. Será en la previa del encuentro
con la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.
El convenio se podría firmar “en breve”, según adelantó un hombre involucrado
en la negociación. Una de las exigencias que planteará la Casa Blanca, antes de
entregar la información, es una ley de blanqueo de capitales, algo que ya está
vigente en nuestro país.
En este punto, el titular del Palacio de Hacienda mostrará la ley
27.613, que establece un régimen de sinceramiento fiscal de dinero para la
construcción. La norma, que busca promover el desarrollo o inversión en
proyectos inmobiliarios, se extendió el 22 de agosto por un año, según se
publicó en el Boletín Oficial.
“Se puede aplicar ahí”, explicaron cerca de Massa. Se trataría de una
afectación específica, pero por ahora el gobierno nacional no está evaluando
otra medida más amplia. La solo firma del convenio, según creen fuentes
oficiales, actuará como un catalizador para que los argentinos que tienen sin
declarar en el exterior. Todo tiene que estar cerrado antes del 31 de
diciembre.
“Una vez que esté firmado el intercambio de información muchos
contribuyentes van a rectificar la declaración jurada y van a pagar los impuestos
para evitar consecuencias penales. La mayoría no se va a exponer”, confiaron
cerca de Massa.
En esto trabajan desde hace semanas Massa con su grupo de colaboradores
más cercano, como el titular de la Aduana, Guillermo Michel; el vicepresidente
del Banco Central (BCRA), Lisando Cleri, y Gabriel Rubinstein, viceministro de
Economía, entre otros.
Una de las particularidades del acuerdo es que automatiza el proceso de
intercambio de información que hasta ahora se realizan caso por caso. Como
contó la nacion, Massa llevó el planteo en sus reuniones con funcionarios del
gobierno de Joe Biden en el Departamento de Estado y en la Casa Blanca, como
con los funcionarios del Consejo de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, Mike
Pyle y Juan González.
En las últimas horas, según contaron fuentes oficiales, la cancillería
argentina giró los últimos documentos que reclamó el Internal Revenue Service
(IRS), el organismo recaudador norteamericano –la AFIP de Estados Unidos– y ya
estaría todo listo para avanzar. Massa se mantuvo comunicado durante toda la
semana con sus colaboradores que quedaron en Buenos Aires para monitorear que
no haya demoras.
Así, tras el apretón de manos con Lipton, un viejo conocido de la
Argentina que quedó como colaborador directo de la secretaria del Tesoro, Janet
Yellen, la definición quedará en manos de la Casa Blanca. Massa y su equipo
están confiados en los resultados positivos de la gira, que concluirá mañana.
Las reservas
Massa, mientras tanto, continúa su carrera contra el tiempo para fortalecer
las reservas. Hiperquinético, el ministro avanzó con su agenda durante los
últimos días al tiempo que seguía el detalle de lo que ocurría en Buenos Aires.
Las comunicaciones con Michel y Cleri fueron permanentes. Así llevaba el
registro de los dólares que fueron ingresando en las alicaídas arcas del Banco
Central. En los últimos cinco días el Central sumó unos US$1025 millones. A eso
se sumaron los anuncios de los préstamos que el ministro destrabó con el BID,
que reportarán unos 1200 millones de dólares adicionales.
El modelo que impuso Massa a su gestión es similar al que protagonizó
Roberto Lavagna con Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner, según relató uno de los
hombres de confianza del titular del Palacio de Hacienda. El objetivo es todos
los días avanzar con una medida pequeña para cambiar las expectativas. Al dólar
soja, le siguió el gesto para las empresas vinculadas a la minería. También se
traerá de EE.UU. promesas de inversión en Vaca Muerta.
Ese es el plan para estabilizar la macro. Ahí es donde los potenciales
5000 millones de dólares que Massa intentará retener de los depósitos en el
extranjero se convierten en una pieza clave. El problema más grande, según
reconocieron fuentes oficiales, igualmente por ahora se mantiene inalterable:
la inflación impacta de lleno en el salario real.
“Tenemos que meter plata en el bolsillo”, admitieron.ß |