Por Claudio Zlotnik - La semana que viene, cuando el INDEC divulgue
la inflación de agosto, el
Gobierno espera confirmar que la suba de los precios -sobre todo de
los alimentos- empezó
a desacelerarse con el cambio de mes.
Los primeros datos que arrojan los monitoreos diarios que hacen desde
los despachos oficiales y también en las consultoras privadas dan cuenta de
una incipiente desaceleración inflacionaria. Nada para festejar, pero que
al menos corta la tendencia alcista de los últimos meses.
La consultora Eco Go, que conduce la economista Marina Dal Poggetto,
midió que en la primera semana de este mes, la suba de los precios fue del
1,0% en promedio, la más leve de las últimas ocho semanas.
De hecho, en las tres semanas anteriores, la inflación había sido de, al
menos, 1,5% semanal.
Precios: qué pasa en los supermercados
En los comercios minoristas se nota el cambio. Aunque los
empresarios creen que no se trata de un cambio de tendencia sino de un
incipiente enfriamiento en la preocupante dinámica que venía evidenciando la
inflación.
Lo primero que notaron en las grandes cadenas de supermercados, y
también en los mayoristas, es que las fábricas de alimentos
anunciaron ajustes de entre 4% y 6% en la última semana. Sólo un par de
casos con aumentos superiores. Y que, por ahora, no hay anuncios de retoques
adicionales para lo que queda de septiembre.
Este es un cambio sustancial: en
el peor momento de la disparada de los precios -tras la renuncia de Martín
Guzmán- los grandes fabricantes llegaron a mandar entre dos y tres listas de
precios nuevos a lo largo del mes.
Distorsiones que se pagan caro
En los grandes comercios tomaron nota de algunas cuestiones relevantes,
que seguramente tendrán peso en adelante: ante la escalada de los
precios hubo empresas que exageraron las remarcaciones. Al menos eso es lo
que sospechan ahora esos comerciantes, que observan que los productos que
han quedado caros en relación a la competencia ahora permanecen en las
góndolas y no se venden. O se venden muy poco.
En algunos casos se trata de productos de la canasta básica
alimentaria, como es el caso de los fideos. También en algunos subproductos
farináceos, como los polvos para hacer bizcochuelos. Y en el arroz.
Esas verdaderas
distorsiones en el mercado -que llevaron que algunas segundas marcas cuesten
más que marcas líderes- pronto derivarán en cambios de estrategia. Desde
algunas fábricas desestiman que vayan a bajar de precio. Pero sí que se
ofrezcan promociones especiales a los clientes. Sobre todo en
aquellos productos con vencimientos más cortos.
Dato que preocupa: ¿ahora se cae el consumo?
Todavía no hay datos sobre la evolución del consumo
masivo durante agosto. En julio, el mes de la inflación récord del año
-7,4%-, las ventas en los supermercados se habían sostenido por un efecto
cobertura de los clientes, que preferían comprar productos no perecederos antes
que quedarse con los devaluados pesos en los bolsillos.
La recaudación impositiva de agosto marcó la primera
contracción del año, en términos reales. Inclusive en el consumo, medido por lo
que la AFIP recauda en el IVA DGI. El mes pasado, hubo una caída del 2% (real)
en ese ítem, de acuerdo a la estimación de la consultora LCG.
En este inicio
de septiembre, desde distintos comercios -grandes cadenas y autoservicios- dan
cuenta de un enfriamiento en las ventas.
Lo sucedido en agosto y en el comienzo de este mes no hace más que
reflejar la pérdida de poder adquisitivo por culpa de la aceleración
inflacionaria. Está claro que los salarios corren bien por detrás de los
precios.
Por eso es tan relevante que mejoren las expectativas en la economía.
Sergio Massa confía en que la recuperación de las reservas en el Banco Central
será clave para enfriar el proceso inflacionario.
La clave -dice- está en la estabilidad del mercado cambiario. Algo
que el ministro cree que va a lograr gracias al acuerdo
con los agroexportadores para que liquiden u$s5.000
millones durante este mes.
Justamente, Massa puso en marcha medidas que ayuden a estabilizar el
mercado cambiario. La más eficiente, por lo visto en las últimas horas, remite
al acuerdo con los agroexportadores por un dólar soja de $200, que ayude a
liquidar alrededor de u$s5.000 millones de acá hasta fin de septiembre.
Gracias a este pacto, ayer martes, el Banco
Central compró u$s140 millones en el mercado.
La inflación de septiembre
A pesar de un
inicio más auspicioso, las principales consultoras económicas creen que la
inflación de este mes superará el 6%.
Ya no por el encarecimiento de los alimentos (como sí ocurrió en julio y
agosto), sino más bien por los ajustes en los precios regulados. De luz y
gas entre 10% y 15% (según Dal Poggetto), pero también en taxis, subtes y
prepagas.
La apuesta de Massa pasa por revertir la tendencia de julio y agosto
durante septiembre. El ministro de Economía se juega a que la inflación de este
mes empiece con "5".
Massa cree que es clave ver una inflación para abajo a partir de este
mes. La hipótesis es que se trata del dato que serviría para ordenar la
economía, ya de cara a las elecciones del próximo año.
Para lograr el objetivo de una desaceleración inflacionaria, el titular
del Palacio de Hacienda está convencido de que eso sólo se logrará si entran
dólares al Banco Central.
Está claro que no va a ser fácil que se le cumpla el deseo. |