En agosto el stock de depósitos a plazo fijo en pesos creció 6,8%, por
encima de las estimaciones de inflación para ese mes. Fueron más de $390.000
millones los que se volcaron a este vehículo, luego de dos meses de volatilidad
en las cotizaciones paralelas del dólar que desincentivaban las inversiones en
moneda local. El impulso que ganaron las colocaciones tradicionales a 30 días
tuvo su explicación en dos subas de tasa consecutivas decididas por el Banco
Central: 8 puntos a fines de julio y 8,5 puntos más en agosto. El movimiento,
orientado a fomentar apuestas por el peso en lugar de corridas a dólares
paralelos parece haber dado resultados en el corto plazo.
La acelerada suba de la tasa de interés mínima que deben pagar los
plazos fijos de personas humanas, casi 17 puntos de avance para fijarla en un
nuevo piso en 69,50% nominal anual para las imposiciones a 30 días de
hasta 10 millones de pesos junto con la estabilidad de las cotizaciones
paralelas del dólar son las causas de esta preferencia.
¿Pero cuánto pagan hoy los plazos fijos y cómo comparan con la
inflación? El nuevo rendimiento implica una tasa mensual de algo menos del
5,80%, por lo que el rendimiento para el pequeño ahorrista se acercará a
la inflación pero no logrará equipararla: en julio, el Indice de Precios al
Consumidor (IPC) se elevó un 7,4% y para agosto los consultores esperan una
suba al menos el 6 por ciento.
Sin embargo, el rendimiento en los hechos se ve aumentado en forma
significativa, al menos en términos nominales. Para ello, se puede estimar con
precisión cuántos pesos va a tener un ahorrista que deposite $100.000 hoy
dentro de 30 días o un año, según el caso.
¿Cuánto paga en un mes?
Para un depósito de $100.000, la nueva tasa nominal anual del
69,50% implica un rendimiento directo a 30 días del 5,791%. Así, los depósitos
que se coloquen desde hoy devolverán dentro de 30 días 105.791,67 pesos.
Es decir, el capital original más $5.791,67 de intereses.
Hasta la semana pasada, con la tasa del 61% que estaba vigente, el mismo
capital colocado al mismo plazo devolvía 30 días más tarde $105.083,33, es
decir, $5.083,33 de intereses. La diferencia entre las dos tasas, a un mes de
plazo, es de $708,63 pesos.
Esta semana la brecha cambiaria cayó debajo del 1005 por p´rimera vez en
dos meses. (Roberto Almeida)
¿Cuánto paga en un año?
Si en cambio se mira la tasa en términos anuales, el rendimiento de
hacer doce plazos fijos a un mes sucesivos asciende al 96,58%. Esta tasa
efectiva anual se obtiene asumiendo que tanto el capital original como los
intereses que se perciben cada mes se vuelven a reinvertir en la siguiente
colocación a plazo.
Así, quien colocara hoy $100.000 -asumiendo que la tasa se mantiene
estable durante un año y que se renueva cada vez capital e intereses- obtendría
dentro de 360 días $196.524,87, es decir el capital original más
$96.524,87 de intereses. Casi el doble del capital nominal original.
Anualizado, el plazo fijo del 61% que se ofrecía hasta la semana pasada
rendía a lo largo de un año $181.303,46, es decir, pagaba $15.221,41 menos de
intereses al año. INFOBAE
Tras el atentado, Cristina volvió al Congreso y reactiva su agenda: los
temas clave que impulsan sus senadores
Por Pablo Sieira - La vicepresidenta Cristina
Kirchner retomó su actividad en el Senado tras
el atentado en su contra y, como alentado por su regreso, el bloque
oficialista puso primera a su agenda con el impulso de una sesión
especial para repudiar el ataque y proyectos que van desde el ámbito
laboral hasta la reforma del mecanismo de consulta popular, todo en medio
de un clima tenso con Juntos por el Cambio.
Mientras avanza la investigación sobre Fernando Sabag Montiel por el
ataque perpetrado el pasado jueves, Cristina Kirchner volvió a su despacho
esta semana y mantuvo reuniones con sus legisladores más cercanos y dirigentes del
oficialismo. Su vuelta se tradujo en un movimiento más activo de la
bancada oficialista.
El primero de ellos fue el impulso a un debate en el recinto para
repudiar el atentado, resistido por el interbloque de Juntos por el Cambio,
bajo el argumento de que ya se realizó un pronunciamiento conjunto de todos los
senadores para condenar el hecho, en la misma noche en que ocurrió. Hubo
entonces una foto compartida y una sintonía que ahora se esfumó.
El rechazo de la oposición a participar de ese debate por
considerar que ahora el oficialismo quiere hacer un "uso político
partidario del Congreso" es un síntoma más del desencuentro total
entre oficialismo y oposición que el ataque a la vicepresidenta, lejos de
atenuar, profundizó, y que se extiende más allá del Senado: complica también el
plan del Gobierno de convocar a todas las fuerzas políticas para hablar sobre
la "convivencia democrática".
La otra señal de que Cristina Kirchner recupera la iniciativa en el
Congreso fue la agenda de proyectos que empezaron a empujar sus
senadores en las comisiones y que, más allá de algún tropiezo o suspensión, marca el
inicio de los debates que la vicepresidenta querrá dar en la Cámara alta
durante los próximos meses.
Cristina Kirchner reactiva su agenda: ¿cuáles
son los temas clave?
Los senadores más cercanos a la vicepresidenta volvieron a la carga
con un
proyecto que ya habían amagado con tratar en comisión:
el cambio de reglas para llamar a consulta popular con el fin de que
la ciudadanía vote a favor o en contra de amplio abanico de iniciativas, entre
los que podría incluirse por ejemplo la reforma de la Corte Suprema de
Justicia.
Este miércoles, a dos días del regreso de Cristina Kirchner al Senado,
la Comisión de Asuntos Constitucionales se reunió para escuchar
opiniones sobre los dos proyectos presentados sobre el tema por Oscar
Parrilli y Juliana di Tullio, ambos allegados a la vicepresidenta.
El proyecto de Parrilli es el más importante, porque plantea tres
cambios centrales: modifica la mayoría
que establece la ley para aprobar el llamado a consulta popular, amplía el
abanico de temas que pueden ser sometidos a votación y habilita que se pueda
hacer el mismo día que una elección nacional presidencial.
Por otra parte, el oficialismo metió en la agenda una iniciativa
de Mariano Recalde, referente de La Cámpora, para "incorporar
como partícipes en las ganancias" de las empresas a los
trabajadores afectados por "suspensiones concertadas".
Si bien la Comisión de Trabajo tenía previsto empezar a
debatirlo este miércoles fue suspendida (principalmente por cuestiones de
quórum y ausencias por enfermedad, el proyecto ya pasó por reuniones de
asesores y, según supo iProfesional, el oficialismo insistirá con el
debate.
Reforma de la consulta popular: ¿el objetivo
es la Justicia?
La iniciativa sobre consulta popular guarda cierta relación con
el interés del Frente de Todos en reformar la Corte Suprema de Justicia,
una idea compartida por el presidente Alberto Fernández, Cristina Kirchner y
los gobernadores peronistas, y que en el marco del avance de la causa
Vialidad con un pedido de condena para la vicepresidenta cobra un tono
político más alto.
El proyecto que presentó Parrilli abre la posibilidad de
"hacer en un futuro una consulta popular sobre proyectos de reforma
de la Justicia o de la Corte" según evaluó una fuente parlamentaria
consultada por iProfesional.
Esto sería así porque propone modificar la Ley de Consulta Popular
para ampliar el abanico de iniciativas que pueden ser sometidas a la
votación de la ciudadanía, al excluir únicamente las "reformas a
la Constitución Nacional, Presupuesto Nacional y temas tributarios, materia
penal y tratados internacionales".
Otro de los
puntos salientes del proyecto es que establece que "el día fijado
para la realización de una consulta popular podrá coincidir con otro acto
eleccionario", con lo que modifica el artículo 14 de la ley
vigente que prohíbe expresamente esa coincidencia. De esta manera, cualquier
proyecto podría someterse a votación conjuntamente con una elección
presidencial.
La iniciativa de Di Tullio es más acotada que la de Parrilli
pero también se enfoca en este cambio, lo que sugiere el interés del
oficialismo en contar con esa posibilidad de unificar una consulta popular con
otro acto electoral nacional, que actualmente no existe en la Argentina.
Como broche de la iniciativa para cambiar las reglas de este mecanismo,
el proyecto presentado por el senador neuquino plantea que cuando el llamado a
una consulta popular, ya sea vinculante o no, surja del Congreso (siempre debe
ser a instancias de la Cámara de Diputados) podrá aprobarse con
"mayoría de los miembros presentes".
La diferencia es que la ley actual establece una "mayoría
absoluta de los presentes" para aprobar la convocatoria. Ese
requisito de la "mayoría absoluta" suele interpretarse como que es
necesario el voto favorable de la mitad más uno del total de la Cámara.
|