Por Florencia Barragan - El
ministro de Economía, Sergio Massa, emprende su primera gira a Estados Unidos
como titular del Palacio de Hacienda, con una fuerte agenda energética que
busca conseguir dólares para
Vaca Muerta, en encuentros con las principales petroleras del mundo. Desde
Argentina, el sector energético, a través de la Unión Industrial Argentina,
buscará reflotar el encuentro que quedó trunco con el presidente Alberto
Fernández. Buscan transmitirle que con medidas que “encapsulen” al
sector de la inestabilidad política y macroeconómica, las exportaciones podrían
tener mejoras en u$s 17.000 mil millones y convertir a Vaca Muerta
en el “segundo campo”.
La UIA, la mayor entidad industrial
del país, buscará convertirse en interlocutora con el Gobierno para delinear
la agenda energética. En el último año, se sumó a la UIA la Cámara de la
Energía (CADE), integrada por las empresas más grandes del país. De hecho, el
vicepresidente de UIA es Luis Betnaza, director de Techint, el grupo dueño de
Tecpetrol. Al explotar solo el 1,2% del área total de Vaca Muerta, la compañía
cuenta con el yacimiento no convencional más importante, y provee el 15% del
consumo de gas de Argentina.
El viernes de la semana pasada, Día de la Industria, quedó trunca la
celebración especial que había armado la UIA en Neuquén, considerada la
“capital de Vaca Muerta”. Era la primera vez que iban a celebrar el día
industrial por fuera de Buenos Aires, en una jornada con un conversatorio
focalizado en Vaca Muerta y con la presencia del presidente, Alberto Fernández.
El encuentro fue reemplazado por un breve acto donde el titular de la UIA,
Daniel Funes de Rioja, “repudió y condenó el intento de magnicidio a Cristina
Kirchner”.
Sin embargo, la UIA intentará reorganizar el encuentro,
para unir a los empresarios, al gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, y a los
más altos funcionarios dentro del Gobierno. Por estas horas
analizaban qué día podría tener lugar, esta vez, en la Ciudad de Buenos Aires.
La entidad fabril busca remarcar la importancia de avanzar rápidamente con el
desarrollo de todo el potencial de Vaca Muerta. Mostrarán estudios con
proyecciones sobre cómo se podría convertir en el “segundo campo”. El contexto
acompaña: la guerra en Ucrania marca una inédita crisis energética mundial,
donde Argentina produce gas a u$s 3,5 el millón de BTU, cuando en Europa
llegó a valer u$s 85. Además, la transición energética para las
próximas décadas demandará más gas y menos carbón. Vaca Muerta es el segundo
reservorio más grande de gas en el mundo.
En un Gobierno necesitado de dólares, los empresarios le mostrarán
proyecciones en materia de divisas. Para el 2030, el desarrollo de
Vaca Muerta podría implicar una mejora en las exportaciones de u$s 17.000
millones, según fuentes de Tecpetrol. Ese número se alcanza con mayores
ventas de oil y gas por u$s 9800 millones, y de LNG por u$s 1900 millones.
Además, por el ahorro de dólares por menos importaciones de LNG (u$s 5.000
millones).
Empresarios del sector proyectan que este año se habrán destinado u$s
13.500 millones a la compra de energía. Esperan que la balanza energética
termine negativa en u$s 5.000 millones, diez veces peor al 2021, cuando había
cerrado en u$s -560 millones. En cambio, consideran que las
exportaciones de petróleo podrían saltar a casi u$s 10.000 millones para 2030,
y las de gas natural a u$s 7.000 millones, sumado también el reemplazo de las
importaciones.
Sin embargo, para que se den esos números que podrían marcar el futuro
del país debe incrementarse la producción, y para eso se requieren inversiones.
Según fuentes de Tecpetrol, para el 2030 se necesitan
inversiones por u$s 75 mil millones en Vaca Muerta: el grueso es
para los pozos de oil (u$s 41.100 millones), seguido para los pozos de gas (u$s
13.900 millones). Proyectos como gasoductos y oleoductos implicarán u$s 4.900
millones, mientras que una planta de LNG requerirá u$s 6.000 millones.
Por
año, se requieren u$s 7.000 millones en inversión. Por
cómo se necesita explotar recursos, las inversiones tienen que ser “sostenidas
y elevadas”, dado que los no convencionales declinan la producción en un 60%
por año. Sin embargo, para que la inversión y la producción aumente, los
empresarios pedirán nuevas reglas de juego, dado que consideran que hoy el país
tiene un problema “regulatorio y de credibilidad”, y debería encarar políticas
de “no intervencionismo”.
En cuanto a los reclamos, el mayor pedido estará relacionado a los
dólares: libre acceso para el repago de dividendos y de créditos para los
capitales que financien las inversiones. Además, reformas en la ley de
hidrocarburos, un nuevo marco regulatorio para el LNG, estabilidad tributaria y
señales de demanda y precio para el largo plazo. “Para que exista este pastel a
repartir, se tienen que dar estas condiciones, sino no existe nada”,
afirmó un importante ejecutivo del sector. Buscan que Argentina no sea “el
nuevo Bolivia”, que iba a ser el hub exportador de energía y para 2025 estiman
que declinará la producción.
En el sector empresario consideran que pueden darse las condiciones para
Vaca Muerta, pese a la falta de estabilización macroeconómica, y en este
contexto de incertidumbre política y social. “Hay que estabilizar la macro
para que estos proyectos sean viables, pero, ¿hay tiempo? existe la posibilidad
de encapsular los proyectos y dar las señales para que el círculo vicioso sea
más rápido”, agregó el presidente de importante empresa de Vaca Muerta. |