El S&P
Merval acumula una pérdida del 28% en dólares a la
cotización "contado con liquidación" desde fines de 1997 hasta el
pasado miércoles 31 de agosto, mientras que en el mismo periodo, el índice de
acciones S&P 500 de los Estados Unidos, el Bovespa de Brasil y el IPSA de
Chile, ganaron en dólares 313%, 153% y 155% respectivamente, según reveló un
informe de la consultora Quantum.
En los últimos 25 años el dólar aumentó 28.700% respecto del peso, es
decir que perdió el 99,66% de su valor.
Además, con el riesgo país por encima de los 2.400 puntos, la tasa de
interés de un bono a 10 años pasó de 5,5 por ciento a fines de 1997 a 3,3% en
la actualidad, de acuerdo al informe de la consultora fundada por Daniel Marx, asesor del ministro de Economía,
Sergio Massa, en materia de deuda y financiamiento.
El estudio expresó que las particularidades del país "han generado movimientos que en determinados períodos
implicaron rendimientos positivos superiores a los comparables con otros de la
región", pero los cambios de expectativas y visiones
produjeron más veces resultados con tendencias negativas.
En ese sentido, el informe indica que comparado con el máximo del
período 1997-2022, desde enero de 2018 el actual valor del Merval en dólares
libres (CCL) perdió nada menos que 73%, mientras que una comparación similar
arroja pérdidas del 18% para el Bovespa y del 35% para el IPSA y una ganancia
del 40% para el S&P.
El Merval tocó mínimos de u$s75 a mediados de junio de 2002 y máximos de
u$s1.759 a fines de enero de 2018, por lo que el precio actual es 519% superior
al mínimo, aun así hay una pérdida del 28% en dólares en 25 años.
El
estudio revela que en los casos de Chile y Brasil, el precio actual está
también por debajo de los máximos, pero es superior entre un 14 y 19% al
promedio respectivamente, mientras el S&P está 122% arriba.
En el análisis se detalla el notorio colapso tras las PASO de agosto de
2019: desde el cierre del viernes al del lunes post-PASO las acciones cayeron
44% en dólares.
Desde ese momento, y con volatilidad, el Merval siguió cayendo hasta
marzo de 2020, cuando inició una tendencia levemente ascendente que se aceleró
a partir de marzo del año pasado, pero siempre con gran variabilidad.
Desde
ese momento el índice subió 44%, mientras el Bovespa aumentó 4%, el IPSA cayó
8% y el S&P subió 2%.
Además, desde el 14 de julio pasado el índice bursátil argentino subió
39%, mucho más que el Bovespa (22%), el IPSA (0,7%) y el S&P (5%).
El informe explica que el reciente aumento del Merval no tuvo correlato
en la cotización de los bonos en dólares, en especial de los bonos del Tesoro,
porque no solo pesan el potencial de mejora, "sino también la profundidad
y la liquidez de cada tipo de activo de renta fija, el tipo de inversor y
predisposición a exposición a riesgo argentino en general".
Los resultados que arroja el estudio están afectados por la relación
entre el precio de las acciones y la ganancia de las empresas (P/E, o
Price/Earnings).
Las
empresas argentinas, muestran múltiplos inferiores, lo cual implica que su
flujo de ingresos es considerado mucho más incierto y "descontado" a
una mayor tasa de interés, reflejo del mayor riesgo inherente a una economía
de alta inflación, sujeta a vaivenes y cepos cambiarios y a constantes e
imprevisibles novedades regulatorias.
El estudio precisa que los P/E están tomados al tipo de cambio oficial y
podrían ser superiores al dólar CCL.
A su vez, las firmas del panel del Merval tienen menores niveles de
endeudamiento total y neto en relación a sus ingresos que las que lo hacen en
las bolsas de
Brasil o Chile, lo que más que solidez refleja dificultades de acceso al
crédito para apalancar oportunidades y crecer. |