Por Gustavo Ybarra - En
un encuentro pensado para mostrar unidad partidaria, la vicepresidenta Cristina
Kirchner redobló ayer la apuesta en su enfrentamiento con el jefe de gobierno
porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y planteó la necesidad de “repensar” la
autonomía de la ciudad de Buenos Aires. Lo hizo ante diputados y senadores del
Frente de Todos, en un discurso en el que cargó especialmente las tintas contra
la titular de Pro, Patricia Bullrich.
“De repente, una policía política se ha apoderado
de la seguridad de las calles. Esto debe ser replanteado”, advirtió la
vicepresidenta. Y pidió: “Deberíamos replantearnos el funcionamiento
jurisdiccional, de cómo se debe ejercer la jurisdicción y cuál es el rol del
gobierno federal en una ciudad como esta, porque la Constitución no habla de
autonomía, se habla de que se dicte un estatuto, y porque esta ciudad es la
capital de todos los argentinos”, dijo la vicepresidenta en el tramo más
contundente del discurso que dio en el Salón Azul del Congreso.
La autonomía porteña fue reconocida en la reforma
Constitucional de 1994, pero fue una norma sancionada en 1995, la denominada
ley Cafiero, la que reglamentó los alcances del gobierno local y la
preservación de los intereses de la Nación en su territorio. En esa norma, se
estableció que la Capital Federal se regiría por un estatuto.
Así, la vicepresidenta volvió a cargar contra el
jefe de gobierno porteño y su decisión de vallar la zona aledaña a la esquina
de Juncal y Uruguay, en Recoleta, donde vive Cristina Kirchner y que fue
escenario del enfrentamiento entre la Policía de la Ciudad y militantes
kirchneristas el último sábado.
Las palabras de Cristina sorprendieron a los más de
cien legisladores oficialistas que en un gesto de unidad partidaria y de apoyo
ante lo que consideran los embates de una Justicia dominada por el macrismo que
intenta proscribir y perseguir al peronismo, se reunieron en medio de la
tensión política generada por los incidentes.
La vicepresidenta también lanzó veladas críticas a
la presidenta de Pro, Patricia Bullrich, quien fue una de las dirigentes de la
oposición que con más fuerza cuestionaron el accionar de Cristina Kirchner y de
sus militantes, llegando incluso a criticar a Rodríguez Larreta por haber
decidido levantar el operativo de seguridad que había montado en la zona.
“Cuando uno ve los protagonistas de lo que pasó el
pasado sábado es que se encuentra con los mismos protagonistas de lo que pasó
en el 2001”, dijo Cristina en el inicio de su alocución, antes de recordar que
“lo que vimos todo el fin de semana, esa disputa de creer que la disputa es el
apriete, fue la misma que lo llevó a un presidente en el 2001 a firmar un
decreto de estado de sitio”, agregó. Bullrich dijo anoche en LN que se fue de
ese gobierno un mes y medio antes de que renunciara De la Rúa.
El auditorio
Cristina ocupó el centro de la escena desde una
mesa en la que estuvo secundada por la presidenta de la Cámara baja, Cecilia
Moreau (Buenos Aires); el jefe de la bancada de diputados del Frente de Todos,
Germán Martínez (Santa Fe); la conducción del interbloque oficialista del
Senado, José Mayans (Formosa), y Anabel Fernández Sagasti (Mendoza).
“Cristina hizo un relato sobre la avanzada del
partido judicial y dijo que lo que se busca es proscribirla a ella, al Partido
Justicialista, y que tiene por finalidad aleccionar a los candidatos del campo
nacional y popular”, resumió Paula Penaca (Buenos Aires), secretaria del bloque
del FDT de la Cámara baja.
En la misma línea de apoyo se manifestó Mayans.
“Hoy le dimos un respaldo explícito a la vicepresidenta; hay causas que toman
una velocidad impresionante y hay otras que se caen estrepitosamente”, destacó
en diálogo con periodistas acreditados, antes de agregar que “el proceso es
todo una mentira”.
“No se puede decir que esta sea una Justicia con
prestigio y de representación independiente”, agregó el jefe del interbloque
oficialista de la Cámara alta. |