Por Carlos Arbia - La llamada "fábrica de dólares" que
anunció Sergio Massa al comienzo de su gestión no empezó a producir.
Para colmo de males, el ministro de Economía deberá evitar caer en
una "trampa monetaria" que puede generar
más emisión e inflación.
Los exportadores del sector aceitero todavía no liquidaron dólares
porque esperan una especie de "Dólar Soja Reforzado" y tampoco se
consiguió él préstamos por unos 4.000 millones de bancos internacionales.
La meta de acumulación de reservas internacionales netas comprometida
con el FMI para el tercer trimestre de este año el BCRA es un aumento de unos
650 millones de dólares, pero hasta ahora las reservas cayeron unos 4.000
millones de dólares.
En todo el año el BCRA debería mostrar que las reservas internacionales
netas aumentaron en unos 5.800 millones de dólares, una meta difícil de
cumplir.
Frente a esta falta de dólares el gobierno debe pagar fuertes
vencimientos al FMI de aquí hasta fin de año. En septiembre vencen unos 2.850
millones de dólares y en octubre otros 2.800 millones de dólares más. En caso que el FMI
no desembolse esos dólares para pagar esos vencimientos habrá que ver cómo
se paga el vencimiento de diciembre.
El economista Marcos Buscaglia destaca que "otro de los
inconvenientes con respecto a la acumulación de dólares está relacionado con
que el sector importador está recibiendo pocos dólares por las restricciones
para importar que aumentarán en los próximos meses. Los importadores están
recibiendo pocos dólares y sus deudas comerciales con acreedores
extranjeros por esa situación ha aumentado en unos 6.000 millones de dólares.
Esto significa que las importaciones reales fueron 6.000 millones superiores a
las importaciones pagadas lo que genera una situación ficticia que reflejan los
datos de comercio exterior que da el INDEC".
Cómo es la "trampa monetaria" que
podría enfrentar Sergio Massa
Lo concreto es que entre septiembre y diciembre próximo el
BCRA deberá comprar una importante cantidad de dólares para aumentar
las reservas internacionales del BCRA para cumplir las metas del acuerdo con el
FMI.
Por ahora el gobierno no ha ofrecido nada concreto al campo para que
liquide los aproximadamente 20 millones de toneladas de soja que le quedan de
la campaña 2021/22 pero en el mercado corre el rumor de una liquidación de soja
a la cotización del llamado dólar bolsa, pero al parecer es más una expresión
de deseos del sector que una realidad ya que el gobierno no da señales en ese
sentido.
Pero en caso de una fuerte liquidación de dólares por parte
del sector industrial sojero el BCRA con la desequilibrada situación cambiaria
enfrentaría una especie de "Trampa Monetaria" en caso de tener que
emitir una gran cantidad de pesos para comprar dólares en un contexto
inflacionario y donde los pesos queman en las manos de los agentes económicos.
Para entenderlo en números el especialista Salvador Di
Stefano explica a iProfesional que hoy la tonelada de soja al tipo de
cambio oficial vale $ 53.000 pero si se liquidara a dólar bolsa valdría $
112.600. Como ejemplo podemos citar que, si se liquidarán a precios de ayer la
mitad de esa cosecha, unos 10 millones de toneladas, de aquí a fin de año
ingresarían a las reservas del BCRA unos 3.900 millones y la entidad debería
emitir la friolera de $ 820.000 millones de pesos para comprar esos dólares a
los exportadores en el mercado oficial de cambios.
Esto implicaría a su vez que el BCRA luego deba absorber parte de
esos pesos para que no aumente la inflación, por lo tanto debería volver a subir
las tasas de interés lo que restringiría aún más el poco crédito al sector
privado que puede otorgar el sistema financiero.
"En resumen, el costo de comprar esos dólares con el actual esquema
cambiario es muy alto para el gobierno, dado que debería emitir mucho dinero en
una etapa en la los agentes económicos no desean demandar estos pesos y debería
retirarlo pagando una tasa de interés carísima y el peligro es una inflación
más alta" dice Di Stefano. Por lo tanto, con los actuales desequilibrios fiscal,
monetario y cambiario comprar más dólares implicaría más emisión monetaria y
más inflación en caso que los agentes económicos se quieran desprender
rápidamente de esos pesos.
Quedó descartado el "dólar
Rubinstein"
De todas formas, por ahora el gobierno no tiene respuestas para el campo
y la propuesta de dólar soja por la cual se liquida el 30% a dólar ahorro y el
resto en pesos no emociona al productor, no lo entiende y prefiere esperar
mejores precios futuros.
También quedó descartado ayer el llamado "dólar Rubinstein",
desmentido por el nuevo vice ministro de Economía Gabriel Rubinstein, frente a
los rumores que hablaban de una importante devaluación del peso frente al dólar
en el mercado oficial de cambios.
En lo que va del mes el sector sólo liquidó unos 5 millones de
dólares a través de ese mecanismo frente a una nueva mejora en el precio
de los granos, pero es probable que tras la visita de Sergio Massa a Washington
en septiembre haya alguna novedad en el frente cambiario ya que será difícil
mantener este esquema que no aprueba el FMI y también beneficios para las
empresas mineras petroleras y de la industria del conocimiento para poder
mejorar la oferta de dólares a esos sectores.
En lo que se refiere a la otra oferta, la de pesos, la reciente refinación
de duda del Tesoro mostró que por el momento el gobierno ha podido disipar las
grandes dudas que existían en los analistas del mercado financiero local y de
Wall Street acerca de la posibilidad del Tesoro de renovar los vencimientos de
deuda en pesos que restan hasta fin de año que suman unos 600.000 millones de
pesos.
Los inconvenientes para renovar esa deuda comenzaron el 8 de junio
pasado cuando un fondo de inversión
del exterior decidió no renovar esos vencimientos de deuda ocasionados por
el aumento de las necesidades de financiamiento del Tesoro para financiar
el déficit fiscal primario.
El gran interrogante con respeto a esa oferta y demanda de pesos es el
financiamiento del déficit fiscal primario, y considerando que Sergio Massa
aseguró que no recurrirá a la emisión monetaria proveniente del BCRA, ese financiamiento deberá
originarse íntegramente en las colocaciones de deuda locales. El acuerdo con el
FMI contemplaba restringir ese financiamiento a 1 punto del PBI a lo largo de
este año, pero en lo que va del año ya se duplica.
Ajuste fiscal insuficiente
En consecuencia, dada la gran cantidad de financiamiento acumulada hasta
el presente desde la consultora Invecq estiman que la necesidad neta de pesos
será de aproximadamente unos 600.000 millones de pesos. frente a vencimientos
que suman un total de 1,4 billones de pesos hasta diciembre. Además, por todos
los canjes de deuda realizados por entes del estado, en particular la ANSES,
una vez ya trasladados los vencimientos de títulos en manos públicas hacia el
2023, lo que queda hasta diciembre 2022 se encuentra en su mayoría en
manos del sector privado, lo que podría complicar las posibilidades
de conseguir el financiamiento neto necesario para financiar el déficit fiscal
primario.
Dado este escenario y con más de 875.000 millones de pesos de déficit
fiscal primario acumulado en el año entre agosto y diciembre los gastos
deberían superar a los ingresos en un máximo de 1,1 billones de pesos, de modo
de poder alcanzar así la meta de 2,5% de déficit primario en el 2022. Con este
objetivo, el ajuste fiscal en los últimos 5 meses del año debería ser de al
menos 450.000 millones de
pesos, lo cual luce desafiante considerando el contexto inflacionario y de
fragilidad social que se viene gestando en el último tiempo. En caso de
lograrlo a fuerza de pisar pagos, el gobierno solo estaría trasladando al
inicio del 2023 el problema.
Hay que considerar además el problema entre la dinámica de las reservas
internacionales y de las Leliq las letras que emite el BCRA para sacar pesos
del mercado por un lado de los bancos y entregárselo por otro lado al Tesoro
para financiar el gasto del gobierno. El problema es que tal vez el ajuste
fiscal que promete Massa de reducir el gasto público de aquí hasta fin de año
en unos 350.000 millones no sea suficiente para eliminar ese financiamiento del
BCRA al gobierno y el peligro es que el aumento de las Leliq sea insostenible. |