Por Andrés Randazzo - Después
del pico de 7,4% de julio, la inflación volvería a ubicarse por encima del 6% en
agosto. Es que los alimentos, entre otros factores, continúan traccionando al
alza a los precios minoristas.
De hecho, según relevamientos privados, este rubro ya acumula una suba del 6,6%
en las cuatro semanas del mes. Además, alertan que, de mantenerse en niveles
elevados, la brecha cambiaria puede impactar en otro rebote inflacionario en
el futuro.
Según el relevamiento que realiza la consultora LCG, en la cuarta semana de agosto los alimentos
presentaron un incremento del 1,7%, “desacelerando
marginalmente respecto a la semana previa (-0,25 p.p.), y ubicándose en torno
al promedio de lo que corre en el mes”. “En total, en las cuatro semanas
la inflación acumulada fue del 6,6%, aunque tomando el promedio se reduce a
6,4% debido a las altas bases de comparación del mes de julio”, señalaron
desde la firma.
“El porcentaje de productos con aumentos dentro de la canasta fue
del 22%, siendo esta la octava semana con valores por encima del
20%. El ratio promedio de las últimas cuatro semanas se mantiene en un 25%, lo
que significa que todos los productos de la canasta habrían
registrado un aumento de precio en un mes”, agregó el informe.
Durante las últimas cuatro semanas, las “Verduras” encabezaron
los incrementos (con un alza de 11,9%), seguidas por los
“productos de panificación, cereales y pastas” (9,7%).
Las “Carnes”, en tanto, fueron las que menos crecieron en el
periodo: 3,1%.
El incremento en los alimentos le suma presión al IPC. De hecho, según
estimó Eco Go, el dato de inflación de agosto se ubicaría
en 6,7%. En la proyección, la firma destaca también las subas en Salud, Transporte y comunicaciones y Esparcimiento. “Los
productos regulados impulsaron el indicador general del mes con subas en
prepagas (11,34%), colegios en PBA (9%), tarifas de trenes y colectivos en AMBA
(40%), combustibles (8,5% promedio) y expensas (entre 6% y 10%), entre otras”,
remarcaron.
Por su parte, de acuerdo al último relevamiento de IPC GBA que
realiza Ecolatina, se estimó una variación de 6,2% para este mes, debido a “un mayor deslizamiento
cambiario, en conjunto con la inercia y los impactos puntuales del aumento de
40% en colectivos y trenes en el AMBA y la ronda de actualizaciones de precios
previstas en prepagas ( 11,3%) y expensas ( 8% en promedio)”.
El impacto de la brecha en la inflación
Más allá de las subas de los alimentos y los
distintos aumentos previstos, de cara a los próximos meses la brecha cambiaria podría impactar en la inflación. Así
lo reveló un informe del a consultora Analytica, en el que
destacó que en la “agenda Massa” figura como meta final reducir la inflación.
Para ello, señaló, “es crítico que se reduzca la brecha cambiaria”. “Consolidarse en una meseta del 100%, como se observa desde su
asunción, es una misión imposible. Ninguna consolidación fiscal o monetaria
sustentable, y menos aún una baja de la inflación, pueden ocurrir en este
escenario”, remarcó la firma.
Los riesgos, detalla, son claros. “Por un lado, con estos niveles de
brecha se están incubando las condiciones para un nuevo rebote inflacionario ya
que los precios de los bienes siguen rezagados respecto a la evolución del
dólar bursátil. Por otro, si crece la percepción de cambio de signo
político para fines de 2023 aumentan las probabilidades de una unificación
cambiaria (con devaluación incluida) y así, se podrían anticipar estas
dinámicas de ajuste de los precios a la evolución de los dólares financieros de
los próximos meses”, remarcaron desde Analytica.
En ese escenario, desde la consultora analizaron si las empresas ya incorporan –o no- al dólar bursátil en sus
estructuras de costos, anticipando una posible devaluación. La
conclusión, afirman, es que sí lo hacen, “pero aún no en forma masiva”.
“Por el lado de los servicios no regulados,
desde mediados del 2021 subieron por encima de la variación del dólar oficial.
El impulso fue muy influenciado por el rubro ‘restaurantes y hoteles’, a partir
de la apertura pospandemia. En tanto, los servicios regulados ajustan
naturalmente por debajo, dado el retraso tarifario”, analizaron.
“La dinámica sectorial revela una importante heterogeneidad en la
dinámica de ajuste de los precios. El 57% de los bienes y
servicios del índice de precios al consumidor (IPC) sigue la variación del tipo
de cambio oficial y la inflación norteamericana, principalmente porque así lo
hacen las alimenticias y los productores de bebidas no alcohólicas, que
representan el 27% del total. Del mismo modo responde el rubro de
equipamiento del hogar, dentro de los cuales figuran electrodomésticos, bienes
no durables y el servicio doméstico con peso mayoritario”, señaló el informe.
“En tanto, el sector de indumentaria, los textiles y el
calzado, cuya participación en la canasta de consumo es de 9,9%, siguen las
variaciones de los dólares financieros. Algo similar sucede con el
sector automotriz y los productores de combustibles”, concluyó. |