El euro se
acercó a un mínimo de dos décadas el miércoles, en medio de los crecientes
temores de recesión alimentados por una posible escasez de suministro de
energía, mientras que el dólar recuperó de algunas pérdidas inspiradas por los datos del martes,
que fueron más débiles que lo previsto.
Los decepcionantes sondeos de los sectores de servicios y manufacturero
de Estados Unidos, publicados el martes, y el desplome de las ventas de
viviendas nuevas hicieron que el dólar se tomara un respiro, tras una racha que llevó a la divisa estadounidense a su nivel más fuerte
frente al euro en dos décadas.
Europa, sin
embargo, tiene sus propios problemas de crecimiento derivados de su mayor
exposición a los suministros de gas ruso, ya que la región busca reabastecerse
antes del invierno boreal. El gas holandés a mes inmediato, la
referencia para Europa, volvió a subir el miércoles, ya que la perspectiva de
que se detenga el suministro del gasoducto Nord Stream 1 mantenía a los
inversores en vilo.
El viernes, la empresa energética estatal rusa Gazprom dijo que Rusia
interrumpirá el suministro de gas natural a Europa durante tres días a través
del Nord Stream 1 debido a un mantenimiento no programado.
El
euro cotizó brevemente a 1 dólar el martes, pero volvió a caer a 0,9965
dólares, apenas por encima del mínimo de 20 años del martes de 0,99005 dólares.
El mercado está a la espera del simposio anual de la Reserva Federal en
Jackson Hole, Wyoming, que comienza el jueves y en el que intervendrá el
viernes el presidente de la Fed, Jerome Powell.
El índice del dólar, que mide el desempeño del billete verde frente a
una cesta de seis divisas, se mantenía en 108,67.
Los
mercados monetarios están valorando plenamente una suba de tasas de 50 puntos
básicos en la reunión de la Fed del próximo mes, y los operadores valoran en
más de un 50% la posibilidad de una subida mayor de 75 puntos básicos, según
los datos de Refinitiv.
El martes, el presidente de la Fed de Mineápolis, Neel Kashkari, repitió
la necesidad de subidas de tasas más agresivas para controlar la inflación.
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