Por Francisco Jueguen - Impondrá licencias no automáticas en varios
productos; además, buscará que las cerealeras apuren la liquidación de sus
divisas de la exportación.
En medio de la escasez de reservas, y en busca de “cuidar los dólares y
ordenar el comercio”, el Gobierno sumará en las próximas horas medidas para
trabar las importaciones y para apurar la liquidación del complejo oleaginoso.
Fuentes oficiales adelantaron que en las próximas 48 o 72 horas tomarán
tres medidas en el marco de un “plan de ordenamiento de las herramientas de
comercio exterior”.
En primer lugar, modificarán el régimen de admisión temporal para el
perfeccionamiento activo( decreto 1330 de 2004) para acortar tiempos –pasarían
de 360 a 120 días– en los que se liquiden exportaciones que hayan utilizado
esta herramienta. Uno de los que hacen mayor uso es el complejo oleaginoso, que
importa soja y exporta aceite.
En segundo lugar, se pasarán 34 posiciones arancelarias de licencia
automática (LA) a licencia no automática (LNA). Serían bienes de consumo que no
se fabrican en el país.
En tercer lugar, la AFIP modificará la capacidad económica financiera
(CEF), con el objetivo de frenar una “sobrefacturación de servicios”. El CEF
hace de primer filtro para obtener una SIMI (permiso de importación) y ya en
febrero pasado sirvió para lograr un período importante de ralentización sin
compras en el exterior. Fuentes oficiales indicaron que los cambios en esa
opaca fórmula de la agencia no solo afectará a los servicios, sino también a
los bienes. Los funcionarios sí señalaron que los importadores de servicios
deberán completar un nuevo registro, que funcionaría como una SIMI.
“Hay que cuidar los dólares que se van”, justificaron en el Gobierno, y
remarcaron la necesidad de cumplir con el acuerdo con el Fondo Monetario
Internacional (FMI). Uno de los objetivos de ese acuerdo es la acumulación de
reservas. “Se achica rápidamente”, señalaron sobre la caída del déficit
comercial, que ayer registró –con el dato de julio– su segundo mes en rojo. En
el Gobierno aseguran que buscan ordenar las importaciones, cuidar los dólares y
“evitar abusos”.
El ejemplo clásico del uso del régimen de admisión temporal para el
perfeccionamiento activo–que exime de impuestos– es el vino. El corcho se
importa. Luego se mete en la botella y finalmente se ex porta el producto con
valor agregado. El decreto de 2004 daba un tiempo específicopara que esa
operación se perfeccionara. Actualmente era de 360 días, prorrogable por 360
días más. Ahora, con la modificación que incluirá la Secretaría de Comercio,
pasará a ser de 120 días prorrogable por otros 120 días.
Hay varios sectores que utilizan ese régimen, pero el que más lo usó
este año fue el sector oleaginoso. Entre enero y julio de este año, las compras
al exterior fueron de US$3086 millones. Casi la mitad (US$1633 millones) son
importaciones de porotos de soja, que luego se usan para exportar como aceite.
Con ese acortamiento del lapso entre importación y exportación, el Gobierno
busca frenar la “especulación” del sector y acelerar la liquidación. Fuentes
oficiales indicaron además que fortalecerán el control del perfeccionamiento de
estas operaciones, que se harán ahora ex ante.
“Hay un aumento exponencial de la importación de servicios”, señalaron
fuentes Economía, que hablaron de la instauración de una declaración anticipada
de importaciones de servicios. En el primer semestre del año, las compras al
exterior bajo esta etiqueta fueron US$5500 millones. Fue en ese sentido en el
que se aseguró que “van a cambiar variables” de la CEF, una especie de perfil
económico de las empresas. Afirmaron que esa modificación será “sistémica”, por
lo que afectará también a los bienes importados, como ocurrió con el “apagón”
de febrero pasado.
Fibrones, whiskies, semen bovino, waffles, aviones y máquinas
tragamonedas y yates. Esos son solo algunos de los productos que, afirmaron
fuentes de Economía, pasarán de estar en una LA a pertenecer a una LNA (esto
implica que la Secretaria de Comercio debe dar su aprobación para que ingrese
al país). Se trata de 34 posiciones arancelarias y sus aperturas. De esta
manera, del total de lo importado, las licencias no automáticas pasarán de ser
28% a 33%, precisaron.
La decisión de “reordenar” el comercio interior se da en momentos en el
que las reservas netas del Banco Central (BCRA) pululan alrededor de los
US$1000 millones, cae el superávit comercial en los últimos dos meses y no se
conocen aún decisiones claras para cambiar la dinámica actual por la que la
entidad que dirige Miguel Pesce sufre a la hora de sumar reservas
internacionales. Sin compras fuertes de energía ayer, por caso, el BCRA pudo
adquirir US$140 millones. La apuesta del oficialismo es, por ahora, no devaluar
bruscamente y esperar a que termine el invierno. Mientras tanto, buscan frenar
importaciones y evitar que el campo se guarde la liquidación de divisas en
2023, un año electoral. • |