Por Sofía Diamante - En su primera medida para ajustar los gastos del
Estado nacional, el ministro de Economía, Sergio Massa, anunció ayer que
recortó las partidas no utilizadas en varias áreas del sector público por un
total de $210.000 millones. Los ministerios más afectados son Salud, Educación,
Obras Públicas y Transporte, y la Secretaría de Desarrollo Productivo.
El ministro de Economía, Sergio Massa, comenzó a mostrar su capital
político para avanzar con el recorte del gasto del Estado, uno de los pilares
de su gestión para bajar la inflación y estabilizar. Según confirmaron fuentes
del Palacio de Hacienda ayer por la mañana, absorbió caja sobrante de varios
ministerios por $210.000 millones. Fuentes privadas, en cambio, estimaron el
ajuste en unos $148.000 millones.
En este sentido, en la primera modificación que aplica al presupuesto
nacional, el Tesoro dispuso ayer un ajuste en los créditos vigentes (el dinero
que pueden gastar) de los ministerios de Educación, Salud y Desarrollo
Territorial y Hábitat, y recortó el dinero disponible para las provincias.
En la vereda de enfrente, Economía amplió las partidas de empresas
públicas en $60.000 millones. El resultado de todas las modificaciones
dispuestas ayer implica un ahorro para el Estado, según estimaron especialistas
que trabajan en el sector privado. En particular, Massa redujo en casi $50.000
millones el gasto de capital (obra pública) previsto para provincias y
municipios para lo que resta del año, según la decisión administrativa 826/2022
publicada en el Boletín Oficial.
Unos $20.000 millones de ese recorte, a su vez, figuraban bajo el
presupuesto asignado al Ministerio de Educación que iba a ser transferido a las
provincias. Por caso, el Ministerio de Economía redujo en $15.000 millones lo
asignado al programa “Fortalecimiento edilicio de jardines infantiles”, según
la decisión administrativa 826, firmada por Massa y el jefe de Gabinete, Juan
Manzur.
Dentro de Educación, el Tesoro también determinó un recorte de $50.000
millones para el programa Conectar Igualdad, que fue creado en 2010 por la
entonces presidenta Cristina Kirchner, con el objetivo de entregar netbooks a
estudiantes y docentes de secundaria de escuelas públicas. Según explicaron en
el equipo de Massa, Educación no llegaba a licitar la totalidad de las computadoras
y por eso cedió ese presupuesto.
En total, el Ministerio de Economía redujo en $70.000 millones las
partidas a la cartera que dirige Jaime Perczyk, ya que también recortó en $5000
millones una asignada originalmente a “infraestructura y equipamiento” para
Educación.
En menor medida, el Gobierno redujo el presupuesto para el Ministerio de
Salud en $10.000 millones, una partida que estaba destinada a la compra de
productos farmacéuticos y medicinales, bajo el Programa de Prevención y Control
de Enfermedades Transmisibles e Inmunoprevenibles. En el entorno de Massa
dijeron que ese dinero estaba destinado a comprar vacunas Sputnik a Rusia.
El ex-Ministerio de Desarrollo Productivo, que ahora es una secretaría
que depende de Economía, tuvo un ajuste también en su presupuesto de $70.000
millones. En detalle, se le recortaron en $62.200 millones las transferencias
que el Tesoro tenía previstas a los fondos fiduciarios Fondo de Garantías
Argentino (Fogar) y Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (Fondep), entre
otros. Lo curioso es que se trata de dos fondos cuyo fiduciario (el que
administra el dinero) era el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), que
presidía José Ignacio de Mendiguren, pero que renunció para asumir como
secretario de Desarrollo Productivo.
El Tesoro también recortó en $50.000 millones las transferencias
destinadas al Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat. En particular, el
ajuste recayó en el programa Procrear.
Finalmente, Economía también realizó un ajuste en las partidas
presupuestarias para el Ministerio de Transporte, en $10.000 millones, y el de
Obras Públicas, en $20.000 millones. El recorte en Transporte afecta al
Ferrocarril General Roca ($75 millones), a la construcción de una torre de
control aéreo ($225 millones), a las políticas de Movilidad Integral de
Transporte ($7000 millones) y al Transporte Fluvial y Marítimo ($2700
millones). El ajuste en Obras Públicas, en tanto, alcanza a la Infraestructura
Penitenciaria ($4000 millones) y al Desarrollo de Infraestructura Ambiental
($1500 millones), entre otros.
Menos transferencias
No todas las modificaciones presupuestarias aprobadas ayer estuvieron
destinadas a reducir el gasto. El Tesoro determinó un incremento presupuestario
para sus propias obligaciones de gasto corriente en $82.000 millones. En
detalle, se ampliaron en $60.000 millones las partidas a las empresas estatales
y $22.000 millones para asistencia al personal. “El ahorro total del Tesoro
para el ajuste en las partidas presupuestarias es de $148.000 millones, que
equivale a casi 0,2% del PBI. Una parte importante de ese total, $113.700
millones, es un ajuste de transferencias a fondos fiduciarios, que igual
seguirán operando con la recaudación destinada a través de los impuestos
asignados o con ahorros propios. Lo que es interesante analizar es que Economía
reduce el gasto en capital, pero aumenta el gasto corriente”, dice Gabriel
Caamaño, de la consultora Ledesma.
Tanto Massa como su antecesora en el cargo Silvina Batakis habían hecho
hincapié en que las provincias tenían sus cuentas fiscales más ordenadas y
dieron a entender que parte del ajuste pasaría por reducir las transferencias a
los gobernadores. A su vez, Massa y Batakis también coincidieron en destacar
que varios organismos públicos (incluidos los fideicomisos) tenían ahorros en
plazos fijos y que no necesitaban de tantas transferencias del Tesoro. • |