Por Carlos Arbia - El "carry trade" es una operación
financiera que, ante un esquema de tipo de cambio fijo, consiste
en vender dólares en el país por parte de inversores locales o
internacionales para posicionarse en moneda local a una tasa de interés más
alta para luego de un determinado plazo, obtener una ganancia en moneda
extranjera en caso de anticiparse
a una fuerte devaluación del peso frente a la divisa estadounidense.
Utilizando este término, los operadores del mercado financiero
local y de Wall Street definen lo qué pasa desde el 4 de julio pasado,
cuando asumió Sergio Massa en Economía, como una especie de
"carry trade político", llevado a cabo por la vicepresidenta Cristina
Kirchner.
Esta operación consistió en darle todo el poder para manejar la economía
a Massa y relegar al presidente Alberto Fernández lo que
generó que tanto el sector financiero como el empresariado local apuesten
a la figura del ministro en lugar de la del jefe de Estado.
El problema es que si a Massa no le va bien en el aspecto
económico y su poder político se reduce habrá que preguntarse qué pasará
con los que se posicionaron en él y si éstos volverán a apostar por
Alberto Fernadez o por otra alternativa que aparezca.
Qué dicen los empresarios en este contexto
En el último Council de las Americas realizado el jueves
pasado en el Hotel Alvear se rumoreaba en el ambiente empresario que si Massa
no logra estabilizar la economía podría pasar de ser de un súper ministro y
hasta candidato a presidente en las elecciones del 2023 a tan solo poder
competir en el futuro por la intendencia de Tigre.
Por ese motivo, algunos empresarios y banqueros hablan del "efecto
Tren de la Costa" porque su recorrido finaliza esa
localidad.
"Un nuevo salto cambiario e inflacionario dejaría a
Massa, la mayor apuesta política del gobierno desde el inicio de la gestión,
muy debilitado para conducir el ministerio de Economía hasta diciembre de
2023", comentó a iProfesional un empresario del rubro
alimenticio.
¿Banco Central y Ministerio de Economía
"paralelos"?
También allí se habló del funcionamiento del mercado
paralelo pero no por el dólar sino en referencia a la aparición de una
especie de BCRA paralelo y de un ministerio de Economía paralelo.
El primero funcionaría en el edificio de la Aduana donde se
reúnen los funcionarios con los directivos de la industria aceitera que
pertenece a la Cámara CIARA CEC para tratar de acordar que la llamada
"fábrica de dólares" empiece a funcionar y el segundo en las oficinas
del Frente Renovador, en Av del Libertador al 300, que visitarían
banqueros y empresarios a los que se les pediría un mayor apoyo para esta
gestión.
Al parecer la intención de lanzar un dólar especial para el
campo tropezó con la oposición del presidente del BCRA, Miguel Pesce.
Por ahora tampoco llegan los dólares para aumentar
las reservas
internacionales que prometía el ministro al comenzar su
gestión.
Rumores
Un rumor que circuló en el mercado es que luego de una reunión entre el
Director de Aduanas, Guillermo Michel, y el presidente de la Cámara de
Empresarios aceiteros CIARA CEC, Gustavo Idigotas, se habría llegado
un acuerdo para establecer una cotización del dólar soja de unos 180
pesos a partir de esta semana. Esa sería una alternativa para evitar un salto
del valor del dólar en el mercado oficial. La otra sería lograr que los
exportadores liquiden de aquí hasta fines de septiembre unos 2.000 millones de
dólares para aumentar las reservas internacionales del BCRA
Por otra parte, un reciente informe de la Aduana advierte
sobre operaciones de sobrefacturación de importaciones y fraude de algunas
empresas en Ushuaia. De acuerdo a lo que pudo saber iProfesional se
abrió una investigación por unas 200 placas de video que luego de arribar al
depósito fiscal se detectó que se trataba solo de maquetas armadas para
justificar esa operación fraudulenta. También se detectaron maniobras de
sobrefacturación de importaciones de máquinas destinadas a distintas industrias
relacionadas con la informática.
"Por el momento y en función de los anuncios realizados todo
parecería indicar que el nuevo ministro está convencido que lo que estaba
desestabilizando era más la política que la economía y que fueron las
eran las variables financieras y cambiarias las que lo que llevaron a
embestir y reemplazar a Silvina Batakis y antes a Martín Guzmán.
Si eso fuera así, entonces con un cambio de nombres y la llegada de una
figura de mayor peso político todo se ordenaría, sin la necesidad de
llevar a cabo medidas de ordenamiento económico de relevancia. Esa
interpretación de los hechos no es coincidente con la realidad. Si bien claramente
la política desordenada agravaba las dinámicas desestabilizantes, los problemas
de fondo son económicos", señala un reciente informe de la consultora
Invecq.
Estos no tendrán solución en la medida que no se decida encarar una
serie de reformas que logren poner en orden de manera sostenible en el tiempo
los desequilibrios fiscales, monetarios y cambiarios. Si el gobierno
no ve esto, corre el riesgo de confiarse en esta estabilidad en la que parece
haber entrado la economía en el último mes, que no tiene bases sólidas y puede
revertirse en cualquier momento.
¿Se despiertan los dólares paralelos?
Lo cierto es que luego de tres semanas de tranquilidad cambiaria,
garantizadas por el intento de modificación del rumbo económico que significó
la llegada de Sergio Massa al ministerio de Economía, la
gran novedad es que comenzaron
a aumentar los dólares financieros, en particular el dólar contado con
liquidación (CCL).
En los últimos días se produjo una suba de precios de los dólares
financieros y el dólar CCL que el viernes pasado se negoció nuevamente por
encima de los 300 pesos por primera vez desde el 28 de julio pasado. Hay que
recordar que el CCL alcanzó un récord de 349 pesos el 24 de julio cuando
comenzaron los rumores de la salida de Silvina Batakis.
El aumento de dólar CCL que es el que se usa para sacar dólares
exterior se profundizó el jueves pasado en el que se produjo el mayor avance de
la era Massa al subir 2,1% o $6, de $288 a $294.
El informe de Invecq enviado a sus clientes el viernes pasado señala
también que: "el objetivo ratificado de cumplir con la meta
de déficit fiscal primario de 2,5% del PBI firmada en marzo con el
FMI no tiene instrumentos concretos que lo respalden y lo han posible. La
dinámica fiscal actual nos hace proyectar un déficit primario para fin de año
de al menos 3,3% del PBI, es decir que se proyecta un desvío respecto de la
meta de casi 1 punto del PBI".
¿Qué pasa con las tarifas?
En ese aspecto el informe destaca que "el único anuncio relevante
en materia fiscal que había dado Massa en aquella conferencia fue el ahorro en
subsidios económicos por una corrección tarifaria que aparentaba ser más
ambiciosa que la demorada segmentación de Guzmán. Sin embargo, en la semana se
conocieron los detalles de dicha corrección en una conferencia que no logró
satisfacer a nadie por la falta de claridad en las exposiciones y la reticencia
de los funcionario a hablar sin eufemismos sobre el descalabro
tarifario y de precios relativos en que se ha vuelto a meter a la economía
argentina".
En concreto, la política de aumentos tarifarios tanto de
energía eléctrica como de gas y agua separarán a la población objetivo en tres
grupos. Entre ellos, solo el primer grupo enfrentaría una eliminación de los
subsidios en sus facturas mientras que para los otros dos los esquemas son
tales que en la práctica implicarán que los desembolsos del Estado sigan
creciendo en concepto de subsidios económicos. El ahorro estimado
oficialmente es de 49.500 millones de pesos para los tres servicios, mientras
que el año próximo llegaría a los 495.000 millones de pesos.
El problema es que como estos aumentos anunciados serán los
únicos previstos y luego los precios volverían a quedar fijos, por la suba de
la inflación habrá un nuevo ciclo de atraso real durante el año que viene en
una economía que está viajando sobre una tasa de inflación del orden del 100%
anual. Por lo tanto si no se establece un esquema de sostenimiento de los
precios reales, tipo indexación, aún las tarifas del primer grupo demandarán en
pocos meses desembolsos del Estado para cubrir la brecha entre un precio
congelado y un costo energético en alza.
Pasadas tres semanas desde la llegada de Sergio Massa algunas
dudas que se presentaban en aquel momento acerca de la consistencia de sus declaraciones
y anuncios se han transformado en certezas y la principal conclusión es que por
ahora los números fiscales cambiarios y monetarios no cierran. |