Por Ezequiel Burgo - La semana cerró con el dólar financiera arriba de $
300 como cuando Silvina Batakis era ministra de Economía y que fue lo que
en definitiva disparó la llegada de Sergio Massa.
Los anuncios de aumento de gasto público en las últimas semanas-días y
la aceleración inflacionaria de agosto no lograron ser neutralizados por la
promesa reciente del Gobierno de reducir subsidios, el aumento de las tasas de
interés y hasta asegurar que cumpliría con la meta de déficit del FMI de 2,5%
este año. “Apenas tres semanas y ya se empieza a desinflar la
expectativa de que el nuevo ministro de economía pueda obtener resultados
favorables en su gestión”, dice Guido Lorenzo, economista jefe de LCG, en
un informe de esta semana. “Las dificultades del BCRA para acumular
reservas son evidentes”, dice la consultora Quantum Finanzas, dirigida por
Daniel Marx, ex secretario de Finanzas y hoy integrante del Comité de Deuda.
Incluso JP Morgan esta semana en un informe desde EE.UU., señaló que
espera hasta fin de año un piso de inflación cercano a 6% mensual.
La conflictividad social y laboral ante un escenario de aceleración
inflacionaria hace que el Gobierno ponga en la mesa de negociación
compensaciones, y la promesa que hizo Massa hace dos semanas, de poner un techo
al gasto de los ministerios, empieza desvanecer.
“Se inflaron expectativas, se hicieron anuncios en la dirección correcta
pero ahora faltan medidas concretas dentro de un plan consistente”, pone en
orden la secuencia Federico Furiase, economista de Anker Latinoamérica. “Hay
que corregir una inercia fiscal que obliga a mostrar más cosas en materia de
plan económico”.
La consultora Delphos dijo que la segmentación de tarifas y el nuevo
anticipo de Ganancias son “modestos” para encauzar el déficit.
Según Furiase “con las tasas sí hubo una decisión más decidida. Pero en
el frente cambiario es una pata inconclusa por la brecha que todavía es elevada
pero es difícil de lograr porque requiere un salto del dólar que es dificil de
resolver en este momento”.
La brecha entre el dólar contado con liqui y el mayorista cerró el
viernes en 112%. Es a lo que se refiere Furiase. El último día de la semana el
tipo de cambio financiero aumentó 2,2% y cerró a $ 300,30. Avanzó seis
pesos en el día y acumuló cuatro ruedas consecutivos de suba.
¿Empezó el mercado ‘a medir’ a Massa?
Para Furiase sí.
“En la medida que no lleguen medidas concretas el mercado va a testear
al Ministerio de Economía. Parte de un desequilibrio macroeconómico fuerte, el
Banco Central está flojo de reservas y no hay credibilidad. Deben hacer un
delivery rápido de políticas”.
¿Cuáles son las claves para seguir en los próximos 10 días?, le
preguntó Clarín a Furiase.
- Inflación y reservas.
Según la consultora LCG en la tercera semana de agosto los alimentos
aumentaron 1,9%, acelerando 1,2% respecto a la semana previa. “Debido a la
dinámica de las primeras tres semanas, en agosto ya se acumuló un aumento de
casi el 5%, similar a lo ocurrido en el mes de junio. La inflación promedio
mensual desaceleró en el margen, posicionándose en un 6,6%”.
JP Morgan escribió en un informe de esta semana que el escenario
base para Massa es una inflación mensual promedio de 5,7% entre agosto y
diciembre.
Con respecto al frente cambiario y las reservas, las dudas en el mercado
son cada vez más generalizadas.
“El riesgo de una corrida contra el peso se mantiene latente mientras no
exista un stock de reservas internacionales que permita que el público se
desentienda de mirar casi a diario el balance del BCRA. Así y todo, acumular
reservas implica(ba) una devaluación de la moneda doméstica, algo que
acelerará la tasa de inflación y haría más difícil la paz social”, pone LCG.
Por su parte, la consultora Quantum que conduce Marx, admite en su
último informe las complicaciones. “Las dificultades del BCRA para acumular
reservas son evidentes: entre enero y el 11 de agosto las reservas brutas
cayeron US$ 2.653 millones”.
Marx advierte que los próximos meses serán desafiantes. Aún descontando
un menor número de importaciones por energía, el Gobierno está buscando el
adelantamiento de liquidaciones de exportaciones agrícolas de los granos
acumulados.
Para contrarrestar todo esto el Gobierno estaría trabajando sobre el
stock actual de DEG, incluyendo algún eventual nuevo desembolso del FMI.
Además, hay conversaciones sobre la posibilidad de obtener préstamos de otras
instituciones.
Un tema crucial en las próximas horas será la definición de si Massa consigue
dar definiciones sobre su equipo. El nombramiento del viceministro de Economía
ya que aún no cuenta con una cabeza que coordine macroeconómicamente un
programa que le permite acercarse a las metas del FMI. En segundo
lugar, completar el desembarco de Massa en el Banco Central. Esta
semana dejó su silla Arnaldo Bocco y se espera que ingresen allí Lisandro Cleri
(por el lado de Massa) y Eduardo Hecker (Alberto Fernández). |