Martín Rosenzveig - El ministro de Economía Sergio Massa oficializó este domingo al
economista y consultor Gabriel Rubinstein como nuevo secretario de Programación
Económica, que en los hechos actúa como un viceministro. Su nombre había
circulado desde la llegada de Massa al Palacio de Hacienda, pero su
confirmación se demoró por motivos que el ministro atribuyó a “un tema
familiar” y a “responsabilidades contractuales incompatibles con la función
pública”.
“Hace algunos días empezamos el trabajo en el Ministerio de Economía.
Para confirmar el secretario de Programación Económica debimos esperar a que quien
elegimos resolviera un tema familiar y disolviera sus responsabilidades
contractuales incompatibles con la función pública”, dijo el ministro de
Economía.
“Finalizados estos trámites y gestiones, desde mañana se integra
formalmente al equipo del ministerio de Economía, Gabriel
Rubinstein como nuevo secretario de Programación Económica”, concluyó
Massa en su anuncio a través de Twitter.
Por su parte, Rubinstein también a través de Twitter publicó: “Quiero
agradecer a Sergio Massa la confianza depositada en mí. Con profesionalismo y
pasión, brindaré lo mejor, frente a los desafíos que nos toca enfrentar”.
“Quiero destacar además la amplitud del gobierno de incorporarme al
equipo a pesar de comentarios agraviantes de mi parte en redes sociales que no correspondía
efectuar”, reconoció el nuevo funcionario del ministerio.
Ortodoxo pero no ultra-ortodoxo, sabedor de las limitaciones que suele
imponer la política, Gabriel Rubinstein es un economista de sólida
formación académica, cierta experiencia en la gestión pública (entre 2002 y
2005, durante la gestión ministerial de Roberto Lavagna fue su
representante en el Banco Central) y dilatada trayectoria como consultor
económico, en los últimos años como titular de la consultora Gabriel Rubinstein
& Asociados (GRA).
Como secretario de Programación Económico y virtual viceministro de
Economía, Rubinstein será el encargado de darle consistencia
macroeconómica a las medidas que vaya desplegando la gestión de Sergio
Massa y seguramente el interlocutor más habitual con el equipo del FMI
responsable del seguimiento del acuerdo con la Argentina, desde la directora
gerente, Kristalina Georgieva, pasando por el director del
Departamente Hemisferio Occidental, el brasileño Ilan Golfajn, hasta el
jefe de la “misión argentina”, el venezolano Luis Cubeddu. Sería extraño,
además, que prescinda de aconsejar a Massa de designar como representante
argentino en el directorio del Fondo a un economista de confianza, en reemplazo
de Sergio Chodos, un abogado que durante 31 meses hizo de “alter ego” del
renunciado Martín Guzmán.
Más allá de los numeroso tuits críticos sobre el kirchnerismo y las
políticas aplicadas durante las gestiones de Cristina Fernández de Kirchner e
incluso durante el actual gobierno, de los que ahora busca desmarcarse con una
suerte de “mea culpa”, en un informe de su consultora GRA (Gabriel Rubinstein
& Asociados), el ahora designado viceministro de Massa calculó y comparó
meticulosamente la “deuda estatal neta” (esto es, considerando también la deuda
interna y el balance y las reservas del Banco Central) durante la segunda
gestión de la actual vicepresidente, la gestión de Mauricio Macri y los
primeros 21 meses de gestión de Alberto Fernández.
Los resultados fueron que la “deuda estatal neta” de la Argentina aumentó
USD 69.525 millones entre 2011 y 2015 durante el segundo gobierno de Cristina
Kirchner, en USD 44.892 millones entre 2015 y 2019, durante la gestión
macrista, y en USD 42.626 millones en los primeros meses de la presidencial de
Alberto Fernández.
Entre sus funciones, Rubinstein tendrá a su cargo el trato y las
negociaciones e intercambios técnicos con el Fondo Monetario Internacional y
ccupará así el puesto que anteriormente desempeñaron Fernando
Morra y Haroldo Montagu durante la gestión de Martín Guzmán. |