Por Joaquín Mugica Díaz - La expectativa del cierre del Council de
las Américas de este año estaba puesta en las palabras del ministro de
Economía, Sergio Massa, el funcionario al que todos miran en el mundo de
la política y el empresariado, y del que todos quieren saber sus pasos a
seguir en el corto plazo. Esa situación se genera por el nivel de
incertidumbre que existe sobre la economía argentina.
Massa repasó las medidas que tomó en las primeras dos semanas al frente
del Palacio de Hacienda, pero guardó lo más fuerte para el minuto final. Convocó a
la oposición a un acuerdo, aprovechando que aún restan varios meses para
que arranque el tiempo electoral, que el propio ministro indicó que empezará
entre marzo y abril del próximo año.
“Sería bueno aprovechar la distancia con las elecciones para encontrar
acuerdos o consensos básicos. No tenemos que tener miedo de sentarnos en una
mesa a buscar acuerdos por más de que seamos de fuerzas políticas diferentes.
Lo que está en juego es el desarrollo de la Argentina”, sostuvo.
El gobernador de Mendoza, Rodolfo Suárez, uno de los referentes de la
oposición que escuchó el discurso de Sergio Massa
Fue un llamado a la oposición para buscar acuerdos concretos que
permitan transitar la gestión económica con menos nivel de incertidumbre y de
agresividad política. Massa dejó en claro que dialogar no significa ceder,
sino “sentarnos a pensar juntos”. Buscó bajarle el nivel de dramatismo a
la idea de negociar con la oposición en búsqueda de coincidencias. Entiende que
es necesario, más allá de las tensiones siempre existentes.
El discurso se enmarca en un momento complejo de la economía argentina,
con dólares que faltan en las reservas del Banco Central y que aún no
llegan en la cantidad necesaria; con una inflación destructiva que volverá a
ser una mala noticia el mes próximo, y con un clima político sindical que está
enrarecido, después de la marcha que ayer realizaron la CGT y los movimientos
sociales.
“La expectativa se está desinflando de a poco. Prometió medidas por
Twitter que no cumplió. Aún así, puede mejorar la gestión y es el mejor de los
ministros que tiene el Gobierno”, analizó un referente de la oposición que
siguió el evento a través de la transmisión oficial .
En Juntos por el Cambio saben que Massa fue el freno a lo que podría
haber sido el derrumbe del Gobierno. Esa imagen la divisaron el día que el
dólar libre tocó los $350 y la inestabilidad económica y cambiara alteró el
clima interno de la Casa Rosada.
El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, le pidió al Gobierno tomar
medidas concretas y "terminar con la retórica"
Lo que resta ver ahora es cuál será la respuesta de la oposición ante el
pedido concreto del ministro d Economía. Principalmente de Juntos por el
Cambio, la fuerza más importante. La respuesta marcará el pulso del vínculo que
hoy existe entre el oficialismo y la oposición, pero también el ordenamiento
interno opositor, entre los que creen que hay que buscar el acuerdo con el
Gobierno y los que entienden que ni siquiera hay que tenderles la mano.
En el Hotel Alvear, donde se llevó a cabo el encuentro desde la mañana
temprano, muchos de los empresarios presentes dejaron saber que respaldan la
llegada de Massa a Economía, como parte de un cambio que era
necesario, pero que el margen para que las expectativas se conviertan en
realidad es muy poco.
El empresario Martín Cabrales lo simplificó en una
oración. “La situación es preocupante, pero hay que darle un voto de
confianza al ministro. Un margen de tiempo para que pueda trabajar”, explicó
ante la consulta de Infobae.
Lo cierto es que el sector empresario cree que no hay un margen grande
para que empiecen a aparecer los resultados de la nueva gestión
económica. Nadie piensa en el primer trimestre del año que viene como una
opción. “No hay 100 días, hay 30″, sentenció, lacónico, un importante
empresario.
Horacio Rodríguez Larreta, que también participó del evento, remarcó la
necesidad de estabilizar la economía para que pueda haber inversiones
“La preocupación del sector empresario es alta. Igual a la que teníamos
un mes atrás, cuando aún estaba Martín Guzmán. Lo que sabemos ahora es que
Massa tiene respaldo político. Ella lo banca”, explicó otro empresario que
asistió al evento en el centro porteño. Ella es Cristina Kirchner.
Un dirigente político que pasó por el evento planteó el cuadro de
situación que atraviesa el ministro de Economía. “Massa tiene en claro la
hoja de ruta, el camino que quiere recorrer. Sabe cuáles son los problemas,
pero no tiene las herramientas necesarias para resolverlos”, advirtió.
En general, la sensación que atravesó el tradicional evento fue la de
incertidumbre. Desconocimiento sobre el impacto real que tendrán las medidas
que el ministro de Economía tome, el momento en que lo haga y la efectividad de
cada una. Tiempo, creen muchos, es lo que no sobra. Por eso sienten que el
nivel de expectativas generado por Massa fue importante pero que, lentamente,
empieza a descender.
El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, fue la voz opositora que
reflejó esa incertidumbre. Durante su presentación afirmó: “El gobierno
nacional ha empezado a tomar algunas de las medidas que estaban planteadas con
el FMI, en línea con lo que hay que hacer para ordenar las
cuentas. Veremos que pasa hacia adelante. Ahora tienen que salir de la
retórica y tomar medidas concretas”.
Sergio Massa aseguró que hay que aprovechar la distancia con las
elecciones para sentarse con la oposición en una mesa a dialogar.
Entre los políticos y empresarios presentes estuvo instalada la
expectativa que Massa generó. En alguna medida, todos saben que si le va bien
en su gestión, la economía tomará un rumbo más apropiado y habrá mayor
estabilidad en el escenario productivo.
Algunos siguen pensando en que falta una fuerte devaluación, otros que
se abra una ventana de baja de retenciones y un tipo de cambio más conveniente
para que el sector agropecuario liquide los granos, otros que prosperen con
rapidez los acuerdos entre los distintos sectores para que las medidas
económicas tengan respaldo y continuidad en el tiempo.
En su discurso, Sergio Massa dejó en claro que la situación es compleja
y que no hay “magos” ni “súper ministerios” que puedan dar vuelta la historia
de un momento al otro. Dio un nuevo golpe de efecto convocando a la
oposición a una mesa de diálogo. Volvió a generar expectativas. |